Cap 5 - Bienvenida A La Guerra, Perra

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El  sábado a la mañana Bill llego a la tienda y se encontró con gritos de chicos.

-¡No quiero iiiiirrrr!

Mili, de cinco años, estaba agarrada a la pierna de su mamá mientras Brendan, de seis, corría alrededor de la mesa y Anabelle, de ocho, miraba por la ventana.

"Esto podría funcionar, oh siii."

Sonrió Bill maléficamente.

Llamaron a la puerta. Bill abrió, eran Tom y la hueca.

Entraron y ante la escena de berrinches Tom sonrió, mientras Ria a su lado ponía cara de impresión y casi le clavo las uñas en el brazo a su novio.

Funciona, pensó Bill encantado.

- Hay un problemita.-Dijo Natalie- Mili no quiere ir.

-Si Mili no va yo tampoco!  -dijo Anabelle.  

-¡Yo sí! -gritó Brendan sin dejar de correr por todas partes.

-¡Si tus hermanas no van, nadie va! -dijo Natalie.

Bill vio su perfecto plan arruinado.

-Mili, no quieres ir con Tom? Los  va a llevar a un lugar muy divertido.

-¿Dónde? -preguntó la nena llorando.  

-¿Dónde quieres ir? -le preguntó Tom.

-¡A Mc Donalds, al pelotero! -contestó Brendan.

-Sí, Mc Donalds, los juegos.. No es tu lugar favorito, no quieres ir?

Mili consideraba la cuestión chupandose un dedo.

-Sí... pero solamente si vienes también tio Billy -¿Yo? -exclamó el chico de rastas-. No puedo, cariño. Tengo un montón de cosas que hacer...

-Entonces no voy! -se cerró Mili

Bill consideró sus opciones: ir o despedirse del plan.

-Muy bien, voy con ustedes!-contestó Bill. La nena y Tom sonrieron.

-¿No habías dicho que tenías que terminar una boda para hoy? -preguntó Ria.

-Sí, pero con volver a las cinco esta bien.  

-Si no vas a trabajar, no es necesario que nosotros cuidemos de los niños entonces -dijo la hueca, demostrando que no era tan hueca cuando de lógica para sacar ventaja se trataba.

-Pero ellos tienen tantas ganas de que vengan…

-Yo  no. A mi no me importa! -gritó Brendan.

-¡Brendan! -lo reto su mamá-. No seas maleducado.

-¡Perdón! -se disculpó el niño sin parar de correr.

-No hablemos más y vamos al auto- dijo Tom.

Bill se sentó en la parte de atrás con Mili y los otros dos niños que se pusieron a chillar y a cantar a gritos todo el viaje. En lugar de hacerles callar, como habría hecho en otro momento, Bill dejó que lo hicieran. A pesar de que le iba a explotar la cabeza.

Al llegar al Mac Donalds Tom fue a hacer el pedido de cajitas felices con los niños para que eligieran los juguetes que vienen como regalo.

Mientras tanto Ria se veía totalmente perdida mirando para todos lados, como quien se halla en tierras enemigas, visiblemente asustada, comprobando que el restaurante estaba lleno de chicos ruidosos a izquierda y derecha.

Bill sonrió.

-Estas bien, “querida” - dijo Bill.

Ria lo miro con desagrado.

Como Boicotear Una BodaWhere stories live. Discover now