Prologo

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La luz de la luna entraba como un ladrón por la amplia puerta del balcon pegando directamen en su rostro sus blanquecino resplandor se extendia hasta iluminar la inmensa oscuridad de su despacho. De pie desde su balcón el afamado y temido Comandante Ackerman observaba la ciudad, su fría mirada se encontraba pérdida en las pequeñas luces de el bello distrito de Orvud contemplando cada detalle desde sus desoladas y debastadas calles hasta su atracción principal el debastado campo de cerezas ese en cual hizo una ferviente promesa,más aquel recuerdo se vio distorsionado por su cruel mente la cual le jugaba la peor de las bromas ,el peor de los escenarios con tan solo imaginarlo una colera desmedida inundaba su ser completo de la cabeza a los pies,su ritmo cardiaco en creciente aumento y su presión sanguínea complementaban su caótico estado,como si su sangre comenzara a hervir dentro de sus venas ,sintió un sudor frío recorrer su frente y con fuerza desmedida su mano derecha aplasto aquella lata que horas antes disfrutaba beber ,era tarde estaba apunto de estallar y su victima favorita acabava de llegar...

La gran puerta de fino roble fue entre abierta dejando paso ala femenina silueta que ansiosamente esperaba ver llegar,su frágil mano titubeo aun sosteniendo la perilla,dudosa en entrar sus graciles pies se mantenian estaticos sobre el borde de la puerta como si una linea invisible le impidiera el paso,enfoco la vista buscando acostumbrarse ala negrura del lugar,su vivaz mirada logro vislumbrar sobre el balcón de espaldas la varonil silueta de su esposo rigido sin dignarse a mirarla y supo que su pesadilla estaba por comenzar,le conocía también que le era tan sencillo como leer un libro y esa postura que el mantenía solo significaba una cosa "peligro" ,apaso vasilante se decidió por entrar encendiendo consigo las luces de la sombría habitación borrando con ello todo rastro de oscuridad,todo el hambiente estaba cargado de un silencio sepulcral como si la muerte con sus alargados dedos paseara en el lugar ,él permanecía callado sin decir palabra y ese simple acto la aterraba

-ya sabes que hacer.-la profunda voz del varon de cabellos azabaches rompió el silencio -¿Qué demonios esperas?

Por primera vez en aquella oscura noche se giro para verla de frente con aquel zafiro de hielo, y con paso lento camino hacía ella ,para terminar sentandose en su silla predilecta aquella maldita silla ala cual _______ odiaba desmedidamente.

La mujer permanecia de pie aun inmóvil como si examinara la situación, con sutileza convinada con miedo procedio a acatar su orden como si de un protocolo que no debe de ser saltado se tratara,comenzo por desabrochar uno a uno los blancos botones ...

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La mujer permanecia de pie aun inmóvil como si examinara la situación, con sutileza convinada con miedo procedio a acatar su orden como si de un protocolo que no debe de ser saltado se tratara,comenzo por desabrochar uno a uno los blancos botones de su abrigo sus delgados dedos temblaban maldijo internamente a uno de los botones atorados en el ojal de su costoso abrigo lo menos que quería era molestar más al comandante al terminar de desabrocharlo,lo tomo en sus brazos para proceder a tirarlo sobre el mullido sofa color negro,sus dudosas manos procedieron hacer lo mismo con el boton de su pantalon deslizandolo primero por sus caderas hasta su rodillas para finalizar sacando una pierna y luego la otra,con rapidez levanto su blusa negra hasta su cuello para de un solo movimiento desprenderse de ella tirandola junto al resto de sus prendas quedando tan solo con su ropa interior

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