De mal en Peor.

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¿Por qué la vida era tan perra? Fue lo que se preguntó en el momento en el que entró a su sala de entrenamiento, de todas las personas que pudieron haber estado hablando y sonriéndole a Camiel tenía que ser Zac, el Omega que casi se queda con su Alfa, es más, de no ser porque este y su Alfa volvieron seguro y se casaba con él. Mierda, la mierda total.

Para justificar su acción sólo tuvo que repetir en su mente que defendía sus pertenencias, con uñas y dientes si era necesario, en este caso con una llave Karateca, si pie en el cuello del "oponente" impidiéndole respirar, pobre Zac.

-Si vuelves a acercarte a él te juro que no voy a dudar en oprimir hasta alcanzar los centímetros que me hagan faltan para romperte el cuello ¿Entendiste?- Fue lo que dijo su parte menos racional de la persona, no su parte animal, su parte animal no se inmiscuía en el asunto, pero era seguro que estaba de acuerdo. Obviamente Camiel lo apartó, es que había actuado tan rápido que parecía que todos se habían quedado congelados, pero en realidad no era así, sólo se había movido rápido... ¿O tal vez si se congelaron? Nunca lo sabría.

-Por todos los demo... ¿Qué te pasa Daniel? ¿Zac estás bien?- ¿Zac estás bien? Já, esto era increíble ¿Por qué le preguntaba a ese si estaba bien?.

-¿Y le preguntas a ese sí está bien? ¿Y a ti que te importa si está bien o no? Eres un estúpido, muérete- y sin más se fue dejando a Camiel, a la víctima y a todos los espectadores totalmente mudos.

Era increíble, daba un minuto la espalda y Camiel ya... Hablaba con alguien más. Suspiró. Lo reconocía, se había pasado, en grande, y por una tontería, poco a poco la vergüenza y el arrepentimiento fueron entrando en su sistema ¿Qué era lo que le pasaba? había reaccionado de una manera demasiado violenta para una tontería como esa, es que en el momento sólo pudo pensar en que Zac era una amenaza, claro que eso no justificaba ese comportamiento tan salvaje.

Minutos después de que él entrara en la habitación Camiel llamó a su puerta, era seguro que era él, así que abrió, tenía que disculparse.

-¿Qué fue eso?- Le preguntó Camiel directamente. Él se sentó en la cama y Camiel lo imitó.

-No lo sé- Le contestó con sinceridad, no era capaz de mirarlo a la cara, así que tenía la mirada fija en las piernas.

Camiel aspiró como llenándose de paciencia al escuchar su respuesta - Daniel lo que hiciste estuvo mal, la Alfa de ese chico quería golpearme cuando se enteró, y con razón, es que lo agrediste sin motivo, ahora dicen que no puedo controlar a mi Omega. Además ¿No se suponía que Zac era tu amigo? ¿Por qué lo atacaste? ¿En que estabas pensando? -

-No me regañes ¿sí? ya me siento bastante mal por eso y no pensaba, ese es el problema, en ese momento sólo veía a Zac como una amenaza y... Te culpo de todo a ti-

-Oh, no Daniel, de esto si que no puedes culparme, quien lo atacó fuiste tú, no yo, naturalmente como tu pareja yo tengo que responder por tus actos y ahora tengo que darle una indemnización a Zac para que no presente cargos contra ti, pero aun así es el resultado de tus actos, si nos hubieras encontrado en una posición comprometedora tendrías una disculpa, pero sólo hablabamos y tu enloqueciste.- Daniel de verdad estaba actuando como un irracional, ¿por qué no aceptaba los resultados de sus actos y se disculpaba? No, en lugar de eso lo culpaba a él como la opción más fácil.

-Sigue siendo tu culpa- Lo culpó de nuevo. Consideraba que el responsable de sus actos era Camiel, si no hubiera estado apunto de casarse con Zac no se abría puesto tan inseguro cuando lo vió hablando con él y por consiguiente no lo hubiera visto como una amenaza y no lo habría atacado... Tenía sentido, pero ¿Entonces porque se sentía tan culpable?.

DIOS NOS JUNTÓ.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt