Capítulo 17

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-¿Sí?-pregunté sorprendida al ver a ese hombre de mediana edad allí. La verdad era que me resultaba familiar pero no sabía porqué.

-Hola... Lucy-dijo con un hilo de voz.

-¿Nos conocemos?

Piensa Lucy, piensa. A este hombre lo he visto. ¡Malditas neuronas, no me funcionan en situaciones así!

-Bueno... yo... tú no te acuerdas de mí. Soy Marcus... el padre de Ian.

¡Ajá! Asunto resuelto. Espera, ¿qué hace el padre de Ian en mi casa? Y ¿después de tantos años?

Me sorprende que te hayas sacado el graduado Lucy.

¡Cállate vocecita malévola!

-Buenos días señor, pase-dije apartándome para que entrase al piso. Con dificultad entró y le hice señas para que se sentase a lo que me correspondió con una leve sonrisa.

Miraba el departamento con curiosidad.

-¿Quiere tomar algo?-le pregunté.

-No, gracias.

El silencio reinó en aquel lugar cosa que me incomodó bastante. Quería saber que quería, no habrá venido porque sí como queriendo decir: mira pasaba por aquí. Y mucho menos teniendo en cuenta que pocas veces lo había visto. ¡Ay madre mía como se llegue a enterar la madre de Ian!

Espera... ¿y yo por qué me preocupo? Si no lo he llamado yo.

-Veo que tu ya... te falta poco para dar a luz-dijo. Vaya, eso llamo yo romper el hielo.

-Sí, estoy casi de 8 meses, serán mellizos.

-El padre estará entusiasmado.

Un gran nudo se me hizo en la garganta y no sabía si era por James que no se había ni dignado a llamar, o por Ian que ves a saber cuando volvería.

-Ian lo estaría si estuviera conmigo-dije finalmente.

El hombre abrió muchos los ojos.

-¿Ian es el padre? Yo pensé que en su situación él no...

-Es una larga historia-me apresuré a decir. Ya no aguantaba más-.Señor ¿a qué ha venido?

Eres la amabilidad personificada Lucy.

Me daba igual que pensara que era una maleducada ya me estaba cansando tanto silencio incómodo y conversaciones que no venían a cuento.

-¿Se sabe algo de Ian? Me llamó su madre contándome lo que pasó.

-¿Cuándo?-pregunté seriamente. No era posible que se presentase así, después de 6 meses.

-Al día siguiente de su desaparición, he estado en contacto preguntando por él y bueno... quise venir para ver si puedo ayudar en algo.

-La policia se encarga de ello, pero gracias de todos modos.

Él se paró de repente y empezó a caminar por la sala lentamente.

-Muy bien, sé que no he sido el mejor padre del mundo y que dejé a mi familia cuando menos lo necesitaba por irme con otra mujer pero me pudo la presión. En aquel tiempo, las cosas en casa no estaban bien económicamente y tampoco los ánimos eran buenos. Fuí un cobarde.

Me quedé muda. Era verdad que verlo desde el punto de vista de la familia de Ian fue lo más cómodo sin pensar en ningún momento en la parte que le tocaba a él. En verdad me daba pena, mucha pena.

-Señor Marcus eso no tendría que decírmelo a mí sino a su familia. Yo no soy quien para que venga a decirme eso.

-Lo sé, pero tú has estado siempre con ellos que quería que también lo supieras. Quiero recuperar a mi familia.

-¿Y la otra mujer?

-Se fue con otro.

No quise más detallee. Solo venía a recuperar a su familia porque le habían abandonado. ¡Será...!

-Mire señor, puede meterse su intento de recuperar a su familia por donde...-no acabé la frase ya que sonó mi movil y fuí a atender la llamada no sin antes fulminar con la mirada al "padre del año".

-¿Diga?

-Señorita Adams, llamamos de la comisaria.

-¿Qué? ¿Alguna novedad? ¿Ha muerto? ¿Dónde está?-estaba que me moría de los nervios y no dejaba hablar al policia.

-Señorita tranquilízase. El joven Miller no está muerto. Está vivo.

-¡Sí! ¡Lo sabía! Y me decían que no estaba vivo. ¡Ja! Yo...

-Señorita ¿me va dejar hablar por favor?

Me callé al instante.

-Verá, el joven Ian ha venido junto con 2 personas y nos ha explicado la situación que ha vivido durante estos meses. Me ha dicho que le llamase para avisarle y pueda venir. -Voy a avisar a su familia y...

-Ya les hemos avisado antes. Bueno, aquí les esperamos.

Dejé el teléfono y fuí a toda prisa a ver a la familia de Ian sin nisiquiera dar explicaciones a Marcus, quien tampoco me dijo nada.

Al abrir la puerta escuché que alguien bajaba las escaleras a toda prisa las escaleras y vi que era Lara quien tenía una gran sonrisa y lágrimas en los ojos.

-Lucy... Ian... Él...-decía sin poder articular una frase completa.

-Sí lo sé me han llamado-dije y la abrazé cayendo sobre mis mejillas las lágrimas que se habían contenido hasta ahora.

Noté que se tensaba y sabía que era por el señor Marcus.

Antes de que empezara una pelea la cogí de la mano y casi la arrastré hacia afuera del edificio.

Nos fuimos en el coche de Lara llevando consigo la silla de ruedas suponiendo que no tendría otra.  Para mi alivio no me dijo nada respecto a su padre. Llegamos a la comisaria y entramos lo más rápido posible. Reconocí al policia que había molestado durante meses, quien al verme me sonrió y me hizo una señal para que entremos a un cuarto donde encontramos a un casi irreconocible Ian con barba, cabello medio largo y bastante demacrado pero al fin y al cabo estaba vivo.

Y sin pensarlo dos veces fuí a abrazarlo sabiendo que la pesadilla había acabado. Por fin.

Siempre fuiste túWhere stories live. Discover now