Capítulo 5

1K 38 6
                                    

Tal vez la locura sea mi mejor medicina.

Para, para. Frena un momento. ¿Ian me ha dicho lo que yo pienso que ha dicho?

-Flipo contigo hermanito-dijo Lara.

-Ian yo no quiero meterte en esto. Es mi problema no el tuyo. Se que he sido tonta, al no haceros caso a vosotros y es más no deberíais de estar a mi lado por como os he tratado.
Otra vez llorando.

-Lara por favor déjanos a solas-dijo Ian.

-Oh venga, yo tarde o temprano lo sabré-dijo Lara cruzándose de brazos.

-Lara...- dijo Ian en un tono amenazador.

No sabía que más quería decirme cuando yo le he dejado bien claro que no iba a aceptar su propuesta.

Aunque me salvaría de muchas preguntas de mis padres.. No, no y no.

Lara se fue a regañientas no sin antes mirarme con una expresión

que me decia: "luego hablamos". Cerró la puerta tras de sí y nos quedamos Ian y yo unos segundos observando la puerta como si fuese lo más interesante en ese preciso momento.

Decidí acabar con ese silencio que me estaba matando.

-Ian de verdad que muchas gracias por querer ayudarme, es más nunca pensé que alguien hiciese eso por mi pero debo afrontarlo yo sola. Tenia... la esperanza que James estaría conmigo pero bueno, el aborto está descartado lo prometo-dije alzando mi mano.

-Lucy, yo sabía que ese maldito cobarde no se haría cargo-lo miré fijamente.- No me mires así. Tú en el fondo también lo sabías.

-Pero duele-dije y me dejé caer en el sofá.

Suspiró. Tal vez ya se esté dando por vencido.

-No te prometo ni la luna ni las estrellas, ni siquiera un amor eterno porque Lucy yo hace un tiempo que dejé de amar. Pero si te prometo protección a ti y al niño, quiero callar esas bocas que hablarían de ti, tapar esas miradas de lástima e incluso de repulsión que tendrías.

-¿Quién se supone que me miraria así? -pregunté molesta.

-Las amistades de tus padres no es que sean discretas y mucho menos tolerantes.

-A mi esos viejos chismosos me dan absolutamente igual.

-A ti puede, pero a tus padres no.
Y mucho menos a mi madre.

-A ellos les importa más los demás que yo, siempre.

Él acercó su silla hacia a mí y me cogió las manos.

-Déjame protegerte como cuando de pequeña se metían contigo y yo salia a defenderte,me decías...

-Mi heroe-acabé la frase por él.

-Exactamente.-miró su silla de ruedas- Bueno ahora no es que te pueda defender físicamente pero ¡eh! Verbalmente no me gana nadie.¿Qué me dices?

-Que estás loco y más lo estaré yo si acepto.

-Ah vale. ¿Es tu última respuesta?

Esto no tiene buena pinta.

-Sí-dije poco convencida.

"¡Te esta brindando su ayuda idiota!" mi conciencia ayudándome en tiempos memorables.

Siempre fuiste túWhere stories live. Discover now