El diario de una poeta

Etiquetas

Simplemente no sé cómo ponerle a este fragmento, y la verdad no es algo que me quite el sueño... a veces es mejor dejar las cosas sin etiquetas, y de la misma manera a las personas. Solo imagina un mundo donde estas no existan; podría ser una utopía o un total fracaso. 

Hablando de etiquetas, ¿tú qué crees que ellas? ¿te definen? Yo considero que en mi caso, puede ser. Últimamente estas me han preocupado mucho, por lo que estoy un poco decepcionada de mí misma; no puedo culpar a la sociedad por hacerme considerar que estas son importantes, yo decido seguirla, yo decido escucharla.

Tal ha sido el caso, que en ciertos momentos solo hago cosas a causa de estas etiquetas. Hoy soy una persona totalmente distinta a lo que era hace dos años, cuando comencé este diario, y de igual manera, seré diferente en dos años, pues mi entorno es lo que me forja, las personas que quiero y que me quieren, los logros, las decepciones, cada persona que conozco me deja un pedazo de ella, considero esto una gran cualidad: el aprender de otras personas, pues, aunque a veces es difícil admitirlo, siempre va a haber alguien que sepa más que tú. Todos somos ignorantes en algún aspecto: los abogados no saben de medicina, y de igual manera los doctores no saben de leyes; pero esto no quiere decir que seamos tontos, una persona tonta es aquella que, aun sabiendo de su ignorancia, no la acepta, o no intenta aprender algo nuevo. Si todos aceptáramos nuestra ignorancia e intentáramos cambiarla, el mundo estaría lleno de genios, pero, ¿esto sería bueno? creo que no. He convivido con personas brillantes toda mi vida, y aveces el poder, ya sea económico, político o intelectual, arruina a una persona.