Cap 50

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Martina ni siquiera se molestó en colgar, sabía que él ya lo había hecho, había colgado odiándola mil veces más, recordando a la Martina con la que había discutido por tanto tiempo, ella se tiró en el piso y sus lágrimas comenzaron a salir de su rostro.
-Nunca he dejado de amarte Jorge…-dijo ella en voz alta, para sí misma, aún seguía doliéndole lo que había pasado con Jorge, y sabía que siempre sería así, a pesar de tener a Alan…
No se le hacía justo sufrir tanto por Jorge y todavía él llegaba a Canadá tan fácil para hablar con ella, para disculparse y la besaba, la besaba sin siquiera sentir nada por ella, sabiendo lo que ella sentía en realidad, no se le hacía justo por parte de Jorge que la utilizara de esa forma, enojada se puso de pie y aventó su celular contra la pared, con una fuerza que ella jamás creyó tener y haciendo que se desarmara por completo, luego prosiguió a jalar las cobijas de su cama y las tiro en el piso, tomo una foto que tenía en su tocador, la miro… era una foto que se habían tomado ella y Jorge un día haciendo caras graciosas y después él se la había regalado en un porta retratos sin razón alguna, la miro y sus ojos que ya estaba llenos de lágrimas solo reflejaron dolor y coraje, aventó la foto contra la pared haciendo que se rompiera en pedacitos el portarretratos, tomo su alhajero y lo aventó contra la pared también, comenzó a golpear la pared, a romper cosas con sus manos, a tirar sus cortinas, a dar patadas a la pared, se sentía llena de coraje, un coraje que no podía ocultar, estaba tan concentrada en su dolor que ni siquiera se dio cuenta en el momento en que Jorge llego y se paró en la entrada de su cuarto y se quedó mirándola mientras desquitaba todo su coraje, Martina tomo una rosa que tenía guardada dentro de un libro, la rosa estaba completamente seca, marchita… sus lágrimas comenzaron a salir aún más, su coraje y su dolor se combinaban, esa era la rosa que Jorge le había dado hacia exactamente 6 meses, el día en que la invito al baile de graduación, ese baile en el cual ella había aceptado lo mucho que lo amaba, en que ambos lo habían hecho… quería destrozar la rosa, quemarla y olvidarlo todo, pero simplemente no pudo, la volvió a poner dentro del libro y luego, con toda su fuerza y su coraje, golpeo la pared con fuerzas y en eso sintió como la tomaban de la cintura.
-Te vas a lastimar…-le dijo Jorge susurrándole en el oído y ella que no lo había notado llegar, se sobresaltó por completo y lo miro.
-¡Lárgate! ¡Vete ahora mismo! No quiero verte nunca en mi vida-le grito ella y comenzó a empujarlo fuera de su habitación.
-Tranquila… por favor…-le dijo él con una sonrisa y ella con más coraje por ese descaro comenzó a golpearlo en el pecho y Jorge apenas sentía sus golpes, ella estaba sacando todo su coraje.
-¡Te odio, te odio! ¡Te odio mil veces! ¡No quiero saber nada de ti!-le dijo ella mientras sus lágrimas caían y seguía empujándolo fuera de la habitación, él la tomo de la cintura mientras ella forcejeaba para soltarse.
-Shh…-le dijo él uniendo sus labios con los de ella, pero Martina se separó de él con más coraje aún.
-¡Eres un imbécil! ¿Por qué no desapareces de mi vida? ¿Tanto te duele verme feliz? ¡Simplemente lárgate! ¿Por qué no lo haces maldita sea? ¡Por qué no me dejas sola de una vez por todas y sales de mi vida!-le grito ella y Jorge la puso contra la pared a pesar de los gritos y los golpes de ella.
-Porque te amo…-le dijo y en los ojos de Martina únicamente se reflejó la sorpresa por unos segundos y luego lo empujo y huyo de él, pero él la volvió a abrazar.
-¡Eres un mentiroso! ¡Como puedes jugar con eso!-le reclamo ella.
-No juego… te amo… exageradamente-le dijo él y ella lo miro con una expresión llena de dolor.
-¡Pues yo no! ¡Yo no te amo, ni te amé, ni te amare! ¡Lárgate de una vez por todas!-le dijo ella y él la miro a los ojos.
-Si me amas… lo dijiste hace unos minutos, cuando creíste que nuestra llamada había finalizado… “nunca he dejado de amarte Jorge” eso dijiste… y por eso estoy aquí, porque no soporto más la idea de seguirte ocultando lo mucho que te amo…
-¡Y si te amo que! No quiero verte… vete… déjame sola…-le dijo ella y él la abrazo contra su cuerpo y ella esta vez no se resistió y le devolvió el abrazo fuertemente, pero luego lo miro, con una vulnerabilidad increíble-júralo…
-¿Qué te amo? te lo juro… y fui un estúpido al nunca decírtelo… ¿recuerdas lo que dijiste en tu carta? ¿Que no sabes en que momento te enamoraste de mí? Yo tampoco lo sé… pero te podría dar 157000 razones por las que te amo tanto…-le dijo él besándola dulcemente, pero ella se separó de él y lo miro a los ojos.
-Es imposible… cuando te confesé que te amaba… actuaste como si fuera lo peor del mundo…-le dijo ella y él la miro con arrepentimiento.
-No quería hacerte daño… sabes que era un idiota que le temía al amor, y lo sigo haciendo, pero por ti estoy dispuesto a superarlo y a amarte cada segundo de mi vida…-le dijo él y luego ella lo abrazo.
-¿Y por qué?-pregunto tontamente.
-Porque eres la única mujer capaz de hacer que mi corazón lata y se detenga al mismo tiempo…-le dijo él y ella lo beso con pasión, moviendo sus labios contra los de él, era su primer beso en el que ambos estaban conscientes de sus sentimientos mutuos, de todo el amor que se tenían, disfrutaban ese sabor tan único, esa suavidad, dulzura y calor que desprendían sus labios al unirse, Jorge la abrazo contra su cuerpo y luego beso su frente.
-Te amo…-le dijo Martina y él la separo un poco para mirarla a los ojos.
-Te amo…-le dijo él y luego volvieron a besarse dulcemente.
-Jorge… sobre Alan…-dijo ella y él volvió un momento a la realidad, dejando ese momento de felicidad.
-Oh… lo siento… olvidaba que es tu… novio-le dijo él intentando que eso no le doliera, pero no lo logro.
-No lo es… escucha… nosotros éramos como cómplices, nos apoyábamos en todo… él está plenamente enamorado de una chica de Canadá, va en la escuela y como ella lo amaba, pero le gustaba hacerse la difícil, un día para que pensara que lo había perdido, él fingió confesarme que estaba enamorado de mí y yo hice lo mismo… pero después de eso nada siguió, hasta el día que tú llegaste y él ya era novio de esa chica, solo que como un buen amigo, me apoyo fingiendo ser mi novio…-dijo Martina y Jorge se sintió extremadamente aliviado y volvió a abrazarla.
-¿Entonces estas completamente soltera?-pregunto Jorge sonriéndole.
-Lo estoy… ¿por qué la pregunta?-dijo ella con la misma sonrisa y él tomo su mano y la beso.

"A traves de la verdad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora