Cap 38

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-Hola ¿cómo estás?-pregunto ella para romper el silencio, todo su enojo, tristeza, coraje había pasado, había sido una buena forma de desahogarse.
-Perfectamente… mejor que nunca… ¿y tú?-le dijo él sonriéndole y ella mordió su labio inferior.
-Excelente…-respondió y de nuevo se quedaron callados un momento-yo… me vestiré… no mires, y vístete…-le dijo y se sentó en la cama, tapando lo máximo posible de su cuerpo, sentía la mirada de Jorge clavada en ella, admirando la perfección de su cuerpo-¡NO MIRES!
Jorge se rio y luego dejo de mirarla mientras se ponía únicamente sus bóxers, Martina únicamente traía puesta su ropa interior y así se acostó nuevamente junto a él, se miraron y luego miraron la habitación y solo mirando la habitación volvieron a la realidad, había miles de cosas tiradas en el piso y también cosas rotas, la cama estaba hecha un lio, las cobijas completamente hechas bola, Martina las acomodo y se tapó con ellas e invito a Jorge a hacer lo mismo con una sola mirada y él así lo hizo.
-Un poco de destrozos…-comento Jorge y ella se rio y se sonrojo al mismo tiempo.
-Eres salvaje…-le dijo y él se acercó a ella y la beso, esta vez fue un beso extremadamente dulce, lleno de todo el amor que sentía por ella, quisiera decírselo… pero no podía, simplemente no. Cuando termino de besarla la miro y se dio cuenta por primera vez, el rostro de Martina estaba manchado de sangre y seguro su cuerpo estaba igual y su ropa… Jorge había olvidado por completo que tenía las manos completamente heridas…
-¿Notas la ironía? Una vez te dije que quería que tu primera vez fuera inolvidable, y tu querías que fuera todo tan perfecto y… delicado y terminamos haciéndolo salvajemente, llenos de sangre y suciedad…-dijo Jorge y ella sonrió.
-No dudes que es inolvidable-le dijo únicamente y lo beso tiernamente-como sea, también dijiste “quiero que en tu primera vez, no tengas sexo, quiero que hagas el amor” y míranos aquí… más sexo que nada-le dijo ella fingiendo divertirse aunque por dentro le dolía saber que para él solo fue sexo, aunque ella no sabía que Jorge sintió como todo dentro de él se rompía al escuchar eso, “solo sexo”, tenía que aceptarlo, él era quien había tomado esa decisión…
-Buen punto, un buen sexo nada más-le dijo y ella sonrió fingidamente y luego lo abrazo, él se sentía pésimo por mentirle de esa forma, así que tenía que arreglarlo de alguna manera.
-Martina... mírame-le pidió y ella lo miro.
-¿Qué pasa?
-Puede que esto haya sido sexo y nada más, pero fue lo más increíble, porque fuiste tú, a pesar de todo… de que soy un anti-amor y lo que sea… tú me importas extremadamente, eres el ser más perfecto del mundo…-le dijo él y Martina con lágrimas en los ojos le sonrió.
-Jorge… a partir de mañana, cuando despertemos esto jamás habrá pasado… lo olvidaremos y nunca hablaremos de esto, seguirás ignorándome, seguiré insultándote… pero mientras el día de mañana llega quiero que sepas que jamás me habría entregado a nadie que no fueras tú… eres mi engreído favorito-le dijo Martina y él beso su frente tiernamente sintiendo como su pecho latía fuertemente.
-Te quiero mi niñita mimada, mi Julieta…-le dijo únicamente y ella cerro sus ojos, no podía más con el cansancio, se recostó en el pecho de Jorge y lo abrazo fuertemente.
-Te quiero mi Romeo-le dijo en un murmullo y luego se quedó profundamente dormida.
Jorge aún escuchaba las palabras de la chica en su mente, a partir de mañana todo estaría olvidado, la mejor noche de su vida sería olvidada o al menos ignorada, eso le había dolido, pero cuando la escucho decir que jamás se habría entregado a alguien que no fuera él… todo mejoro, simplemente eso lo hacía sonreír al recordarlo…
-Te amo Martina, como jamás creí amar a nadie…-dijo Jorge prácticamente para sí mismo y ella, perdida en sus sueños no logro escucharlo.
El sonido del celular de Jorge los despertó a ambos después de unas horas, se miraron y luego sonrieron, Jorge tomo su celular, era la nana…
-¿Qué pasa nana?-pregunto.
-¿Cómo que qué pasa? ¡JORGE BLANCO! ¡Te he estado llamando desde hace 4 horas! ¡Y no contestas! ¡Desde que saliste de la escuela no llegaste y no avisas, no contestas! ¿Dónde diablos estas?-jamás había escuchado a la nana tan exaltada, también Martina la escucho y ambos se rieron-es… ¿Martina?
-Así es nana… disculpa… no recibí tus llamadas-le dijo intentando sonar de lo más normal.
-¡Oh Dios! ¡Están juntos! ¿Se hablan nuevamente?-pregunto la nana completamente feliz.
Jorge miro a Martina unos segundos, ella había cerrado sus ojos y parecía ajena a la conversación, él sonrió involuntariamente.
-No sé nana… en eso estamos-respondió con sinceridad ya que no estaba seguro de nada de lo que pasaría, seguía sin querer lastimarla y si seguían juntos eso aseguraba que la amaría más y más y peor aún, ella podría llegar a enamorarse de él y eso sería inaceptable, se arrepentiría toda la vida de enamorarla y no poder estar con ella.
-¡Bueno, espero que se arreglen, y sea lo que sea aunque se odien dile que quiero verla entre hoy y mañana! ¿A qué hora llegaras?-le pregunto y él de nuevo no sabía que responder.
-Nana… escucha, Martina necesita que este con ella, quizá no llegue hoy…-le dijo y Maggie se rio pensando únicamente que estaban enamorados.
-¡Oh bien! Pero mañana tienen clases…
-¡Nana por favor! no pasa nada, ya no las arreglaremos nosotros-le dijo y Maggie al fin acepto y se despidieron, cuando Jorge colgó, Martina lo miro divertida y se rio.
-¿Quién dijo que necesito que estés conmigo?-pregunto ella y él únicamente le sonrió.
-¿¿Qué más le decía??-dijo él un poco avergonzado.
-Que me amas y no puedes vivir sin mí-bromeo ella y Jorge sintió como se quedaba sin color, sin respiración y casi le daba in infarto, eso era exactamente la verdadera razón… pero Martina lo mal interpreto-no te asustes es broma señor “jamás amare a nadie en la vida”.
-No me asuste…-dijo él y ella se rio, disimulando que había sentido la reacción de Jorge como un golpe que realmente dolía…
-Sí miedoso… oye yo… debo ordenar este desorden…-dijo mirando la habitación y se puso de pie, alejándose de Jorge, él se sintió vacío, pero después se puso de pie también, miro a Martina en ropa interior y casi suspira de solo verla, ella sin darse cuenta tomo una bata y la amarro a su cuerpo ya que no estaba cómoda en ropa interior, Jorge se puso sus pantalones y su camisa y le comenzó a ayudar a levantar todas las cosas sin decir ni una sola palabra, solo reían de repente de manera sincronizada y se miraban, cuando terminaron de recoger todo y ya estaba decente la habitación, Martina miro a Jorge y él le sonrió.
-Debes tener hambre…-le dijo él y ella sonrió-ven pequeña… vamos a que comas algo…
-Después de todo el agotamiento de esta tarde…-dijo ella y él se rio y la beso dulcemente, pero luego se separó de ella, temiendo que notara lo mucho que la amaba-¡DIOS! Jorge… mira tus manos… están… lo había olvidado, tengo que desinfectarte las heridas…
-No pasa nada… están curadas…-mintió, aunque ni siquiera las recordaba, ella negó con la cabeza y aun así fue por agua oxigenada y se puso a limpiarlas y desinfectarlas y luego le puso una venda a pesar de las protestas de Jorge.
-Gracias mi doctora…-le dijo él y se dio cuenta de que estaba llamándola MI esto, MI otro… ahora la sentía completamente suya…
Bajaron juntos a la cocina y juntos se pusieron a preparar algo mientras se miraban y sonreían como tontos, una vez que terminaron, subieron a la habitación de la chica, ya era un poco tarde… las 10pm… Hacia unas horas que habían compartido la mejor experiencia de su vida… 
-¿Te quedaras aquí?-le pregunto ella y él no sabía que responder, pero no tenía fuerza de voluntad para alejarse de ella, no ese día…
-Si no te molesta, quiero estar contigo sin importar que el día de mañana volvamos a lo mismo de ignorarnos…
-¿No me dirás por qué decidiste que era mejor no ser amigos?-pregunto ella y él negó con la cabeza-no es justo ¿sabes?
Jorge sin dejar que ella terminara de hablar la beso, no quería tener que hablar de eso porque sabía que era imposible no discutir con ella, por más que la amara estaba en su sangre pelear con ella y no quería hacer eso en ese instante así que la beso, ella le devolvió el beso y luego se rio divertida, comprendiendo a la perfección lo que Jorge intentaba hacer.
-¿Mañana piensas ir al colegio?-pregunto Jorge y ella negó con la cabeza.
-Entonces tampoco lo hare…-añadió él y ella lo miro como tonta, se sentía absolutamente enamorada de él y no sabía como pudo llegar a pensar que podría superarlo, miro sus manos y de nuevo se sintió culpable y un dolor y coraje apareció en su pecho.
-Dime que le tomaste fotos a Nate cuando le destrozaste la cara…-dijo ella y él se rio.
-No, ¡lo siento! ¡Como no lo pensé! Sería un honor que las vieras…-dijo el chico y ella se rio con él.
-¡Y Britney! Con solo saber que Jane la golpeo… debió despedazarla o no sé…
-¡No lo dudes! Si no fuera por Facu, Samuel y Andrés, los matábamos…
-¡Que orgullo de todos! Pero… siento mucho que tus manos se lastimaran… y por mi culpa-le dijo acariciándole suavemente la mano sobre la venda y él la miro a los ojos perdiéndose en ellos.
-Romeo murió porque creyó que su Julieta había muerto, no soportaría vivir sin ella…-dijo haciendo una comparación de la cual se arrepintió…
-Pero Romeo la amaba…-dijo Martina y Jorge se dio cuenta del gran error que había cometido.
-Y eso es algo que yo no puedo sentir…-dijo Jorge y ella se puso sobre él y lo beso dulcemente.
-Si puedes…-dijo volviendo a besarlo y él la giro, poniéndose sobre su cuerpo.
-No quiero-dijo él cerrando sus ojos y ella acaricio su rostro.
-Entiendo, descuida… no es como si yo fuera a enamorarme de ti…-dijo ella y él a pesar de que sintió un poco de alivio también le dolía escucharlo, no había forma de evitar el dolor.
-Exacto, mejor así…-dijo Jorge y ella asintió, el chico se quitó de encima del cuerpo de Martina y la miro.
-Buenas noches…-dijo ella mientras cerraba los ojos, no había querido recostarse en el pecho de Jorge, se sentía un poco ofendida o dolida… él jamás sentiría nada por ella… jamás.
-Buenas noches, descansa…-dijo él y mientras dormía, él se quedó mirándola como idiota, pensando en lo hermosa y perfecta que era, sonreía y la acariciaba, ella sentía las caricias de Jorge, hasta el momento en que se quedó dormida y aun así él siguió prestándole atención a ella y solo a ella, la amaba, le importaba demasiado… y por lo tanto, esta sería la última vez que le hablaría… como ella lo deseaba, al día siguiente, cuando él saliera de su casa, esa amistad quedaría en algún lugar lejano y volvería a aquellos días en donde solo sentía desprecio por ella, donde no soportaba verla sin insultarla… le costaría demasiado trabajo, pero si no quería lastimarla, eso haría…

Espero que les haya gustadooo❤

"A traves de la verdad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora