DIRTY ONE SHOTS [MotoGp/F1]

Bad Things // [TITO RABAT]

PARTE 1

One Shot para cgarciame_
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El alcohol quemaba en mi garganta mientras tragaba el contenido de mi vaso. Realmente no sabía lo que era.

Era el sexto cubata de la noche. Quizá el séptimo.

Mis amigas tampoco se encontraban en mejores condiciones. Acabado el gran premio de Jerez habíamos decidido ir las tres a una taberna para ahogar en alcohol las penas y la depresión de tener que volver a la rutina después de un fin de semana tan intenso.

-Madre mía tías.— gritó Mireia mientras echaba la cabeza hacia atrás. -Creo que como me beba algo más voy a acabar haciendo un striptease en la barra.

-No creo que a tu novio le hiciese mucha gracia.— argumenté. -Aunque también te digo que como te subas te acompaño.— añadí mientras levantaba mi vaso.

-Como si fuese a enterarse.— balbuceó. -Además, seguro que cualquiera de esta taberna me trata mejor que él en la cama, ni me acuerdo cuando fue la última vez que tuve un orgasmo.

-Pues ya somos dos.— dije mientras apoyaba la espalda en el sillón. -Yo creo que tengo el mecanismo roto.

Laura pareció despertar del trance en el que estaba sumida. La morena se levantó de su taburete, el cual estaba frente a nosotras, y se entó entre nosotras en el sillón.

-Vosotras, queridas mías, no tenéis roto ningún mecanismo.— arrastraba las palabras mientras asentía con la cabeza. -Vosotras lo que necesitáis es un buen tío que os de un polvo como dios manda, y como tu bien has dicho— señaló a Mireia. -Seguro que hay muchos hombres en esta taberna dispuestos a daroslo.

-Pues ya podrían acercarse.— suspiré. -Voy a a la barra a por otro cubata, hoy busco el coma.

Dicho esto me levanté encaminandome como pude hacia la barra. Por detrás escuchaba las reprimendas de Mireia argumentando que no fuese irresponsable. Irresponsable y un cuerno. Hoy la liaba. O acaba en una ambulancia o en la cama de algún tío echando un "buen polvo" como había dicho Laura. Aunque visto lo visto, llevaba muchas más papeletas para la primera. Hice un puchero mientras intentaba acomodarme en el taburete. Intenté acomodarme la falda de modo que no se viese nada que no debía, aunque fallé en el intento. A quién le importaba, estaba borracha.

-Cubata aquí.— le grité al camarero. -De lo fuerte, que es ya el último.— añadí guiñándole un ojo.

-Eso me has dicho hace dos rondas guapa.- dijo mientras se reía y ponía una copa frente a mí. -Saboréalo, porque no te voy a poner nada más.

Dicho esto vertió a la copa varios líquidos que no pude distinguir. Madre mía, estaba muy mareada. Cuando acabó me acercó la copa con un guiño como había hecho yo anteriormente. Bueno, si la noche iba mal, siempre podría hacerle ojitos al camarero. Cogí mi copa dispuesta a levantarme, pero alguien se sentó en el taburete de al lado.

-Un wishky, cargado.

Mi cuerpo se quedó estático. Yo conocía esa voz, daba igual lo mareada que estuviese, conocía esa jodida voz. Con disimulo, dejando caer el pelo a ambos lados de mi cara, dirigí la mirada al extraño, o no tanto, del asiento contiguo. Unos ojos azul oscuro bastaron pasa confirmarme que el propietario de la voz era Tito Rabat. La vida de verdad se quedaba conmigo. Llevaba todo el puñetero fin de semana animándolo en el circuito y me lo tenía que encontrar en una jodida taberna con el maquillaje corrido y más borracha que una cuba, muy bien Cris.