capítulo 1

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Lena

Era el turno de la tarde, estaba en la cafetería disfrutando un café relajándome de tanto ajetreo que había el día de hoy gracias al partido de los Gigantes y los Bengals, las calles estaban repletas de fans del deporte, tenía que despejar mi mente, tener un minuto más de paz antes de volver a la rutina. Termino el último trago del mangar líquido, recuesto mi cabeza en el respaldo de la silla y examino el reloj en mi muñeca, los minutos pasan lentos pero es hora de volver al trabajo.

Cuando camino por los pasillos de urgencias noto que hay demasiadas enfermeras en una sola área y el personal de seguridad está evitando que entre la prensa al hospital, me acerco a Lisa mi amiga y una de las encargadas de asignarme los pacientes.

-Lisa, porque tanto revuelo-pregunto.

-No te has enterado-me dice- Hay un sexy famoso deportista en nuestras instalaciones.

- ¿De quién se trata?-pregunto mientras observo el revuelo que se está formando.

-Owen Pryce-lo dice con demasiada emoción, creo que de tan solo pronunciar su nombre fuera a tener un orgasmo.

Owen Pryce es uno de los más importantes quarterback del equipo los gigantes de Nueva York y de los cuales está entre los top cinco de los mejores jugadores de las temporada, esto lo sé porque mi padre ama su equipo y a él por llevarlos a las finales, además su cara me tiene cansada de aparecer en demasiadas propagandas de televisión.

-Adivina quién es tu siguiente paciente-sonríe y me entrega el expediente correspondiente a la persona que me voy a atender.

Reviso los papeles y para mi mala suerte tendré que atenderlo.

-Como se supone que voy a entrar en esa ola de mujeres que quieren verlo-le digo

-Tú puedes-me dice para después voltearse y dirigirse a una señora en silla de ruedas que solo habla de su esposo y sus años de juventud.

Suspiro y trato de no empujar a cada una de ellas para que me abran paso.

- ¡Chicas creo que tienen que volver al trabajo, yo me encargo, fuera, fuera!- prácticamente grito las palabras para que me escuchen y hago un ademan para que se alejen.

Ponen mala cara y se van retirando una a una murmurando cosas como: lo tendrá para ella sola...que afortunada...quisiera ser yo la que cure sus males, y cosas no aptas para menores. Cuando ya está despejado el pasillo abro la puerta y me encuentro con Pryce tendido en la camilla haciendo muecas de dolor y a su lado esta su compañero de equipo, llamo su atención.

-Buenas tardes, soy la doctora Lena Peters y seré quien revise al señor Pryce- le digo poniendo mi mejor sonrisa, su amigo se acerca.

-Hola, yo soy Mike amigo de Owen-dice regalándome una sonrisa y dirige la vista a su amigo- se ha quejado como una nena desde que llegamos.

-Jódete Mike-le responde Pryce pálido como un papel.

-Tranquilo amigo ya llego la persona que calmara tu dolor.

Me concentro mirando el expediente para evitar los comentarios, dice que sufrió un golpe violento durante el partido, dolor en la zona de su rodilla derecha, inflamación...

-Bueno, mirando los síntomas que presenta en la zona del golpe, podría tener un esguince de rodilla-me observa con atención-Tenemos que palpar para asegurarnos que comprometidos están los ligamentos.

Me acerco a la camilla, Pryce me mira con insistencia de pies a cabeza, casi me apetece de decirle que mi cara está un poco más arriba.

-Hay tres ligamentos el interno, el lateral externo y el cruzado -informo-Señor Pryce voy a girar su pie y empujar la rodilla hacia afuera-le explico-Solo es para verificar en qué estado se encuentra el ligamento interno-mantengo la calma ante la expresión de pánico que muestra su rostro.

Comienzo con el procedimiento, es como si quisiera abrir, el fémur y la tibia, esto es para poner tensión y verificar el estado en el que se encuentra el ligamento.

Pryce recuesta su cabeza y cierra sus ojos apretando su mandíbula, sus manos aprietan los laterales de la camilla.

-Mierda, eso estuvo entretenido-dice Mike, sus ojos brillan como los de un niño pequeño.

-Sí, entretenido-Owen tapa sus ojos, poniendo su brazo sobre su frente.

(...)

-Voy a remitirlo a una habitación en la planta alta-les informo-Haremos una ecografía y resonancia.

-Gracias-Mike sonríe.

-Es mi trabajo, vendré después para revisar los exámenes-digo mientras que me retiro hacia el pasillo.

Me encuentro a Lisa esperándome recargada contra la pared.

-Pero mira quien tenemos aquí, tranquila, ya me las arregle sola.

-Tranquila mujer, yo sabía que eras la mejor para atenderlo-me dice-no te le ibas a lanzar en cuanto lo vieras, no como ciertas buitres que andan alrededor- eleva la voz, me río del comentario que acaba de hacer a las enfermeras.

-Bueno está siendo un día muy productivo-estiro mis brazos y piernas.

-Puede ser, conociste a un famoso deportista.

-Claro soy muy afortunada-contesto sarcásticamente-No me vas a preguntar nada-cuestiono-así como una fanática loca.

-Puff, Yo no soy una fanática loca, pero si tengo una pregunta.

-Haber soy toda oídos-recuesto mi brazo sobre la recepción.

- ¿Es igual de comestible en persona, como en televisión?

- ¿Qué clase de pregunta es esa Lisa?, ni que fuera una barra de chocolate- hago una mueca de desagrado.

-Bueno si fuera una barra de chocolate le daría un mordisco-se lame los labios exageradamente.

-Gracias al cielo ya no me gusta el chocolate-le digo burlándome de ella- Y tú tienes un esposo así que no hables de hombres como si fueran dulces.

-Que aburrida-hace un puchero.

-Mejor volvamos a trabajar, puedes remitir a Pryce a una habitación y hacer estos exámenes-le tiendo la carpeta.

-Si Jefa, ya me pongo en eso.

-No entiendo porque dices que soy tu jefa-la regaño.

-Muy pronto te darán el ascenso a un cargo mayor amiga-se aleja con una sonrisa en el rostro.

(....)

Con los exámenes en mano camino hacia la nueva habitación que le asignó al deportista estrella, lo escucho hablando por teléfono en otro idioma, me acerco a la puerta para escuchar mejor.

-Estoy bien-habla en español-tranquilo-dice- me atendieron bien

Se calla durante unos segundos y agrega-Te equivocas, me está tratando una doctora sexy y caliente -entro a la habitación, pero el continua hablando con la otra persona al otro lado de la línea, veo que su amigo Mike no está presente.

-Es mi hermano, me puede dar cinco minutos-me dice.

-Claro no hay problema-le respondo revisando la ecografía, mientras el sigue con su llamada.

-La estoy viendo ahora hermano está muy buena-dice-tiene un cuerpo y un trasero espectacular, está mucho mejor que la modelo con la que me acosté la semana pasada-creo que voy a arruinarle la conversación.

-no quiero saber si estoy mejor que una modelo señor Pryce-le digo sin apartar la vista de las hojas en mis manos.

Entendí todo a la perfección, estudie parte de mi carrera en España, donde ofrecimos ayuda a personas que no tenían la capacidad de pagar un seguro medico.

-Podemos continuar con leer la ecografía y la resonancia señor Pryce-Hablo, mientras que él se ha quedado en estado de shock. Una situación como estas no se presenta todos los días.

QUARTERBACKWhere stories live. Discover now