El Chico de la Capucha Roja

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Hola a todos, sé que debería estar publicando las continuaciones de mis fics anteriores, más la inspiración no me ha dejado avanzar si no escribía en primer lugar esta historia.

Pido un enorme perdón por el retraso, pero ya estoy avanzando con casi la de mis otros fics y pronto los publicaré, espero me tengan un poco más de paciencia.

Advertencias: Violencia, violación, Omegaverse, Hombres lobo, asesinatos, sangre, etc.

Trama: Universo Alternativo.

Tema: Punto de vista de James.

Sin más que decir, que comience la lectura.

El Chico de la Capucha Roja

Capítulo Prólogo

Me sabía de memoria cada espacio del frondoso bosque del inhóspito paisaje de Neverland, eran mis territorios, mi hogar, mi sitio en el mundo en donde vivía con mi numeroso clan.

Siempre me sentía seguro a su alrededor, cubierto de la espesura del bosque de altos árboles verdes cubiertos de leve escarcha y la nieve insipiente del lugar, mientras me balanceaba entre la maleza viva y las rocas, tratando de ocultar mi presencia depredadora de huéspedes indeseados, ahuyentando a cualquier ser que osara inmiscuirse ente mi instinto y mi futura presa.

Hoy no.

Era un alfa joven, con la luna llena de su adultez recién cumplida y listo para cazar, para enlazarse y procrear.

Listo para tomar lo que le pertenecía por derecho.

Sabía que él no tardaría en llegar, podía sentirlo en el aire, podía percibir su aroma incluso en la distancia, cada movimientos que hacía y como las hojas secas de los viejos abetos que adornaban los solitarios caminos humanos crujían con sus pisadas, todo eso me mantenía alerta, expectante, ansioso de esperar el momento más oportuno para sorprender a su dulce omega, para tomarlo entre sus brazos y marcarlo como la tradición lo indicaba

No podía esperar más.

Había memorizado detalle a detalle cada paso de su plan, luego de años de sigilosa observación a su futura pareja de enlace, absorbiendo con absoluta fascinación cada minúscula fuente de información de su pequeño omega.

Me relamí los labios de la ansiedad, salivando más de la cuenta al sentir su esencia cada vez más cerca, ya podía oír su voz, ya casi podía tocar su embriagante piel.

— ¡Hola!— Gritó con su varonil voz, haciendo temblar a mi lobo interno que buscaba liberarse y tomar a quien sería su futura pareja, obligándole a respirar de manera pausada buscando controlarse, aún no era tiempo. —¡¿Hay alguien allí?!, ¡¿Pepper, puedes oírme?!, ¡¿Dónde estás?!— El eco de su voz resonando por todo el frondoso bosque.

Podía distinguir de lejos su capucha, era de rojo profundo que contrastaba enormemente con las pinceladas verdes, rojizas y marrones que aún persistían en el bosque antes de las heladas, la capucha roja que cubría su acanelado rostro, sus enormes ojos oscuros y su cabello corto castaño.

Y pensar que dentro de poco podría oler con toda la libertad del mundo ese cabello, me ponía la piel de gallina y se me aceleraba el corazón.

Sin darme cuenta las uñas de mis manos empezaron a crecer comenzando a rasguñar la corteza del árbol que tenía cercano a mi mano, respiré hondo tragando en seco, buscando serenar a mi bestia interna.

Nunca había estado tan ansioso en toda mi vida.

Siendo el único cachorro varón alfa de una única camada, cuyo padre era el alfa del clan de los hombres lobos de esta parte del bosque de Neverland, había mucho en juego.

El Chico de la Capucha RojaWhere stories live. Discover now