Capitulo 1

27 2 4
                                    


Algunas veces las experiencias que dejan huella en nuestra existencia pueden venir acompañadas de mucha confusión. Quizá, tales eventos confusos y dolorosos son el lenguaje obsceno de la vida, con el cual las fuerzas que no entendemos juegan y se retuercen de gozo al vernos tratar de resolver su morboso rompecabezas. Pero ¿cuánta culpa es realmente nuestra? no hay una ventaja real a la hora de emerger de ese húmedo y estrecho túnel por el cual llegamos a sumar una vida más, somos víctimas del azar, si nos toca la abundancia pues en buena hora, pero si los eventos dentro de los cuales nacemos están vinculados con el caos ¡mala suerte! La traición como platillo principal. Y por si fuera poco ser la paga para equilibrar de nuevo la balanza, no veo ninguna ventaja en el juego, es como si en vez de llamarse destino fuera un capricho.

Mi niñez, como explicarlo, no soy consciente de que paso realmente, vagos recuerdos, imágenes recurrentes que no logro asociar, una amiga con la que viví los mejores y muy cortos buenos momentos, el resto quedo incompleto. Mi madre una desconocida que no cuido de mí, más bien se cuido de mí, un perro al cual amaba más que cualquier cosa y tuvo un final algo macabro, al igual que las demás desgracias que acontecieron. Y es justo eso lo que me oprime, no ser consciente de tales actos, no guardar en mi ser arrepentimiento, conciencia o remordimiento, tan solo no lo sé, no sé que sucedió, víctima de una realidad que no me pertenece pero hicieron mía, sin derecho a defenderme. No fue sino hasta alcanzar la madurez en esa fría madrugada cuando comencé a descubrir que algo estaba mal, muy mal...

Desperté en mi cama con una extraña inquietud, algo que oprimía mi pecho pero no me hacía sentir miedo era más bien un ansia incontenible por salir de allí dejarlo todo a un lado y correr, No sé, fue algo que en el fondo me hizo sentir bien. Luego empezaron los ladridos, algo molestaba mucho a Jethro. Perdí aquel impulso renovador era molesto ese ruido, pero levantarme lo era aun más. Dárian, era más fácil que él fuera a ver.

-Dárian, Dárian ve a ver qué pasa con Jethro, Dárian levántate vamos ¡Que fastidio! ­

Voltee a despertarlo y me extraño mucho no verlo a mi lado, me incorpore con sobresalto y en ese instante me invadió un fuerte dolor en mi cara, coloque las manos en ella y sentí que una venda cubría mi ojo izquierdo, prendí mi lámpara y corrí con gran susto asomarse al espejo, los ladridos de mi perro eran más intensos y el miedo empezó hacer lo que más disfruta, jugar con la mente.

-¡Dios!, ¿qué está pasando? Duele lo suficiente como para que este mal, muy mal.

Comencé a quitarme la venda con progresivo acelere hasta ir notando manchas de sangre aun frescas, hice una pausa pensando lo peor y con respiración alterada retiré toda la venda. ¡Mi ojo no está!

Corrí hacia la puerta de la habitación y al abrirla una pared sellaba la entrada, impotente golpeé una y otra vez aquella pared, El ladrido era aun mas histérico y de pronto, Jethro lanza un gemido y calla de golpe.

Tengo que salir de aquí. Mire la ventana ¡eso es! tiro la puerta con violencia y mi ojo estaba clavado en ella junto a una nota. Lo mire con terror y tomando la nota leí:

"Sabes lo que quiero, el final será limpio y entre tú y yo"

Todo este tiempo luchando por seguir adelante, aun después de la desaparición de nuestro hijo ¿Por qué? No lo entiendo, tengo que salir.

Me apresuré a la ventana y al correr la cortina vi una imagen aterradora que aun no puedo sacar de mi mente, caí de rodillas llorando. Dárian colgaba de una soga en su cuello por el lado de afuera desnudo y completamente desollado excepto su rostro, las viseras colgaban de su estomago y le faltaba una mano.

-¡Por Dios Dárian! Olvide por un instante lo de mi ojo mientras miraba atónita la macabra escena.

De pronto llaman a la puerta del cuarto, tocan duro y con insistencia, al escuchar esto me levanté apresurada a abrir pero la puerta se atora, traté desesperada de salir pero me fue imposible, sin embargo continuaban tocando.

-¡Auxilio! No puedo abrir ayúdame, derríbala por favor sácame de aquí.

La puerta se abre de golpe tumbándome al suelo al mismo tiempo que se apaga la lámpara de la habitación, dejando todo a oscuras.

Un fuerte golpe me despierta bruscamente y me encuentro nuevamente acostada en mi cama, no se con seguridad cuanto tiempo habría pasado, me incorporo y al prender de nuevo mi lámpara no percibo la luz,  siento que algo está cubriendo mis ojos, sin percibir dolor pero con mucho pánico tanteo mi rostro y en efectos tengo vendas que los cubren.

Me incorpore y a como pude me coloque frente al espejo, mis manos temblaban, fui notando que no se sentía humedad y al retirar por completo la venda de mi ojo izquierdo estaba intacto, lo abrí y cerré con normalidad.

Sentí un gran alivio y pensé que lo de la perdida y la nota había sido un mal sueño. Pero ¿Seguiría aun soñando? Con gran desconcierto y llanto comencé a quitar la venda de mi otro ojo mientras repetía en voz alta - ¡Que este bien!- al retirarla por completo, mi ojo intacto.

Era muy extraño ¿para que estas vendas? Sería una mala broma de Dárian, ¡Dárian! Volteo hacia la cama notando que no estaba, saltó a mi mente el recuerdo de la ventana. -No puedes estar... Apresurándome a la ventana tomo la cortina me detengo un segundo recordando aquella horrible escena y con llanto la abrí de golpe... no estaba ahí.

Esto me está hartando ¿donde estas? volteé hacia la puerta y la observo abierta y en la entrada un paquete con una tarjeta.

-¡Heeey! Un momento si con esto pretendes disculparte no te va servir este juego empieza a cansarme.

Me acerco al paquete pero no deseo abrirlo, me alejo, luego regreso, tomo la tarjeta pero no la leo, por momentos cierto llanto me invade y no es de tristeza, la impotencia de no saber que sucede me carcome, doy unas cuantas vueltas en la habitación manteniendo la tarjeta en mis manos sin leerla, vuelvo acercarme al paquete, me alejo, ¡no se qué hacer! hasta que de repente decidida y sin titubear abro el sobre, saco la tarjeta y leo:

-"No olvides el gran cariño que siento por ti, y que a cada paso se vuelve mas y mas grande, eres mi única  salida, todo entre tú y yo, prepárate" -¡Maldito infeliz!

Hago un puño la tarjeta y con gran enojo recojo el paquete rompo su envoltura y al abrirlo veo primero mucho papel recortado. Parecen fotos,continúo hurgando entre los pedazos y empieza a invadirme un fuerte dolor de cabeza, trato de ignorarlo y continuo viendo y juntando los pedazos, de pronto una foto entera, y mi corazón que se parte al verlo. ¡Nínforo! Mi pequeño, el dolor de cabeza se torna incontrolable, no entiendo nada, ¿qué hace la foto de mi niño ahí? ¿Donde esta Darían?¿Qué demonios está pasando? el dolor se agudiza al punto de hacerme caer al suelo y antes de perder el conocimiento veo la silueta borrosa de un hombre alto con una especie de sombrero, que se parado frente de mi, pero antes de reconocer quien era perdí la razón y quede a oscuras.    

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Aug 09, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

ÉcletaWhere stories live. Discover now