Prefacio.

442 12 1
                                    

“Era increíble, casi imposible pensar que hace apenas un par de horas, estábamos los dos cogidos de la mano mirando las estrellas en el parque donde nos besamos por primera vez en aquella fiesta, que se veía como si hubiesen pasado miles de años. Pero ahora él, el hombre al que amaba, estaba tirado en el suelo, de esa calle fría, oscura y casi deshabitada, junto a mí apretándome la mano y retorciéndose de dolor. Pero aun así se preocupaba más por mis lágrimas que por la sangre que perdía por la herida que le había provocado la bala de ese cabrón en el abdomen. ¿Podríamos haber evitado aquello? Quien sabe…

Por un momento me pregunte si hubiese sido mejor no haberme enamorado de él, aún por la mierda de pasado que teníamos por separado, o todo lo que habíamos vivido juntos en este tiempo. ¿Si nuestra historia, que parecía de esas que salen en las películas o en las series de televisión, nunca hubiese existido, sinceramente, ahora estaría mejor? Tarde unos segundos en asimilar  mis propias preguntas, pero enseguida me conteste: ¡No! Ni loca cambiaría nada.

El simple hecho de pensar en no haber vivido todo esto con el, cambio mi expresión de rabia, miedo y dolor a la vez, por una incluso peor. Él se dio cuenta y malinterpretando mis expresiones me miró y pregunto:

-¿Después de todo esto que te he hecho pasar, me sigues amando?- Dijo con una voz rota, creo que por el miedo, aunque pocas veces le había visto asustado.

-Ni siquiera me moleste en pensármelo ni medio segundo:

- Zayn te amo, siempre lo he hecho- Dije entre sollozos- Y te seguiré amando muchísimo después de que mi corazón deje de latir.

Él me miro a los ojos y me sonrío, no entendía como todavía podía sonreír, pero lo hizo, yo le devolví la sonrisa para animarle y me agache hacia el para darle un beso en los labios. Justo después escuche la sirena de la ambulancia a lo lejos venir hacía nosotros.”

CONECTADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora