Jeon Wonwoo es el chico de élite de su escuela, los intocables, aquellos a los que nadie les puede hablar o acercarse, por ello casi nadie en la escuela sabe que el es hermano de la deportista y alegre Seulgi, la chica mas vivaz que haya existido, a...
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-buenas tardes- Jihoon llegaba junto a Seungcheol a su casa, su madre estaba guardando sus cosas en su elegante bolsa, parecía que iba de salida.
-hola querido, profesor- saludo a Seungcheol con un dulce beso en la mejilla y a Jihoon de mano. - tendré que dejarlos solos, iré a la oficina un rato, surgió algo, tu padre llega hasta las 8, la cena está en el horno, si es que no llego temprano-
-claro mamá, que te vaya bien-
Ambos vieron como la mujer partía en su elegante auto, Jihoon nunca había ido a la casa de Seungcheol por lo que sin disimular miro a todos lados, fotos, trofeos y diplomas del pequeño Seungcheol estaban por toda la casa.
-el pequeño cerebrito necesita un tutor-
-oye, no me llames así, los chicos de la escuela me respetan-
-me parece difícil creer eso de que seas malo en alguna materia, imagina a tu madre-
-mi hermano se lo dijo-
-que no tenían problemas con él? -
-sí, pero aun así mamá sabe que Jeonghan es como mi mejor amigo, y le cuento todo a el-
-entonces Jeonghan es de fiar-
-sí, solo en eso, me gustaría arreglar sus problemas nuestros padres pero ya no se puede-
-nunca entendí que paso-
-les dijo que los odia, que prefiere morir de hambre antes de seguir bajo su estúpido sistema de mierda, y se fue, claro antes de decirles que salía con chicos, se salvó de eso-
-ehh, valla, no lo hubiera imaginado-
-oye vamos arriba, te mostrare mi habitación-
-solo mostrar? - respondió con una mirada muy picara, subió junto a Seungcheol hasta su cuarto, algo desordenado, pero tenía todo el estilo del chico. Cuando Seungcheol cerro la puerta rápidamente cargo a Jihoon sobre su hombro y lo acostó en su cama.- no me gustaría que nos viera tu mamá-
-le puse seguro a la puerta-
-es tu habitación...me sentiré raro...-
-quiero que mi habitación tenga el recuerdo de que estuviste aquí...en cada rincón, que se quede tu aroma en mis sabanas así no te voy a extrañar por las noches...-
-como siendo un niño hablas así...-
-no soy un niño...y lo sabes muy bien- finalizo para comenzar a atacar sus labios en un profundo beso.
Seungcheol era todo un hombre, no solo físicamente, su actitud también, tiene un potencial enorme para lograr todo lo que desea, más si tiene el apoyo de su familia, nada que ver conmigo, soy consejero escolar porque no me queda otra opción, mi padre es el director de la escuela, quería que fuese maestro pero no, estudie música, soy productor, escritor y compositor de varios artistas que me lo piden, claro, no cobro caro ni nada de eso, lo hago porque amo la música, esto de estar en esta escuela es temporal, temporal hasta que algún empresa de la música se interese en mí, hasta que eso pase, adiós alumnos.
Cuando comencé a salir con Seungcheol vi que él me daba mucha fuerza a inspiración para mis nuevas creaciones, él es muy importante para mí, escribía como loco canciones nuevas, todo por él, él ha sido mi mejor momento de trabajo, más cuando estamos solos, y me besa como solo él lo sabe, me acaricia tan suavemente, es tan gentil en todas las formas posibles...de verdad lo amo tanto.
-te gusta?- decía Jihoon acostado sobre el pecho desnudo de Seungcheol, paseaba sus dedos sobre sus pectorales en círculos mientras le cantaba un poco de la nueva canción que hacía, este lo escuchaba atentamente con los ojos cerrados. Sonriendo cada vez que la hermosa voz de Jihooon penetraba su mente.
-me encanta...es muy linda, hay tantos sentimientos en ella...amo tus canciones Jihoonie- el pequeño se sonrojo, volvió a apoyar su mejilla en el pecho de Seungcheol y de dedico a oír su corazón, había tanta paz en el compás que marcaba cada latir. -la escribiste pensando en mí?- sin responder asintió con la cabeza.- te amo-
-yo también te amo...-susurro muy suave mente, aunque casi no se escuchara Seungcheol sonrió y le abrazo con más fuerza por la piel de la cadera y la espalda.
***
Mingyu estaba helado, parecía que sus ojos se saldrían de lo impactado que estaba. Dentro del cuarto, la "chica" estaba en el baño, estaba de pie, dando la espalda a la puerta, cuando termino de hacer lo que hacía comenzó a arreglarse nuevamente el uniforme maldiciendo un par a veces sin aquella voz suave, con la que ahora hablaba era la suya, era profunda, ronca, era una voz que Mingyu conocía muy bien.
Una vez quedo todo en su lugar muy bien acomodado, pasó sus manos por la pesada peluca y la movió un poco.
-estúpido cabello-dijo
-Wonwoo...- Mingyu salió deprisa al estudio donde estarían. Por su mente pasaban un sinfín de cosas, pero lo más importante. Era wonwoo.
-estas solo?- decía Hoshi desde las escaleras, recién llegaba.
-no...si! Estoy solo, que pasa? No estarías fuera toda la tarde? -
-vine por dinero...que te traes? Estas muy nerviosito- Hoshi paseo su mirada por la estadia y logro visualizar otra mochila, una muy distinta, color rosa pastel, una mochila muy linda para ser de un chico, justo cuando la vio miro a Mingyu quien ahora estaba pálido, aún más de lo ya estaba. - ándale...trajiste una niña-
-cállate!- Mingyu se levantó rápidamente y bajo junto a Hoshi.
-le diré a tu mamá-
-e...es un trabajo...ahora largo!!-
-muy bien Min, muy bien, yo solo dije que comenzaras a vivir y tu solo abriste las alas, te felicito, veras que todo está mejor...me voy pero necesitó mi dinero, así que debo subir- Hoshi se escabullo del brazo de Mingyu para ir de nuevo al segundo piso pero este rápidamente lo regreso a su lugar, saco su cartera y le dio todo el dinero que había en esta. - mis labios son una tumba- de modo juguetón Hoshi beso la mejilla de Mingyu sonoramente y se fue.
-necesitas que encienda mi computadora? ...Mingyu?- decía Seulgi de pie ante el sofá donde descansaba su mochila, al salir del baño había buscado a Mingyu, pero al no encontrarlo supuso que estaría abajo, así que le espero.- Mingyu??? Min? Oye min estas bien? - Mingyu subía las escaleras hasta ella con una pesada mirada que no expresaba nada.
Mingyu sujeto la pálida y delgada muñeca de Seulgi, para tirar de ella y llevarla hasta su habitación, donde cerró la puerta sonoramente, sin soltarla ni aflojar el agarre la atrajo a él apresuradamente para tomar su fino rostro entre sus manos y besarle. Era un profundo beso, que el simplemente se había imaginado.
-dilo de nuevo- dijo regresando al mundo real, al momento donde había subido por completo las escaleras y posarse frente a ella.
-ha? Estas bien?-
-dilo...lo que dijiste antes- pedía sin mirarla
-no...no se de que hablas-
-Min...dilo-
-Min...- ambos permanecieron en silencio.
-Seulgi nunca me llama así...- al escuchar aquello Wonwoo comenzó a soltar su delgada muñeca pero Mingyu no le permitía escapar.- sólo tu...sólo Wonwoo-
