Capitulo 2: Ya puedes besar a la novia

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Reiji caminaba por los pasillos con una mueca seria, estaba vestido con un traje de seda elegante de color negro, un color que se apegaba perfectamente a él.
Mientras se acercaba a su destino, acomodó su corbata correctamente y arregló su cabello de modo que se viera bien.

Cuando estuvo frente a la puerta de la habitación de su amada, en sus labios se asomó una sonrisa de oreja a oreja, había esperado ese momento desde el día en que había vuelto a nacer.

Reiji había estado mucho tiempo en la oscuridad, preguntándose cuando volvería a encontrarse con su amada, también se preguntaba si ella había podido ser salvada, todas sus preguntas fueron respondidas el día en que volvió a este plano otra vez.

Por suerte, aún conservaba sus rasgos físicos, incluso su nombre, a su amada se le había ocurrido ponerle el mismo nombre que tenía cuando estaba con vida, le había parecido un gesto considerado de su parte.

Aún recuerda cuando se sorprendió al saber que su madre era su amada, y que está estaba casada con la persona menos indicada, Ruki Mukami, su padre.

Pero dejo de importarle que Ruki fuese su padre, no tardaría en deshacerse de él y quedarse con su amada, como debió haber sido desde un principio.



...

Reiji abrió la puerta que lo separaba de su amada, ella se giró verlo y un gesto de miedo puro surco por su rostro. Reiji mantuvo su impecable sonrisa, se acercó a ella y la abrazó cuidadosamente por su delgada cintura.

-No sabes el gusto que me da volver a tenerte en mis brazos otra vez-ella no respondió, solamente mantenía la mirada fija en el suelo, no quería verlo a los ojos.

-¿Por qué miras el suelo? En un momento como este deberías estar mirando a tu futuro esposo, querida~-tomó su rostro entre sus manos y la obligó a verlo, Reiji relamió sus labios y le plantó un delicado beso en sus labios.

-¿Por qué me haces esto a mí?

Reiji mostró una expresión sombría, pero después sonrió.

-Quizás... ¿Por qué te amo? No puedo olvidarme de ti tan fácilmente, un claro ejemplo es que haya vuelto a nacer sólo para reencontrarme contigo otra vez- Las manos de Reiji pasaron lentamente a sus manos y las puso a la altura de su rostro-. No estés triste, después de todo, este es el día de nuestra boda.



End...

Obsession; Reiji Sakamaki IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora