Arrepentimiento

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Llegamos a la mansión de Laura, entra en un garaje subterráneo donde veo entre otros coches carísimos el deportivo de Dani, un Ferrari rojo y un Lamborghini.

Subimos la dos hasta su habitación y le cuento, entre lágrimas, todo lo que ha pasado desde anoche.

- ¿Tú crees que Blas me perdonara? –Le pregunto al acabar de contar todo.

- No lo sé, Blas algo que no soporta son las mentiras y además que fuera justo con Alv que ya tuviste algo con él...

Suspiro.

- Me odia, ¿no? –Susurro.

- Blas es incapaz de odiar a nadie, está dolido pero es comprensible.

- Lo sé, –Me quito el anillo que Blas me había dado hace dos noches.– devuélveselo por mí. No creo que quiera volver a verme.

- Aunque tú no estés con mi hermano, sabes que puedes contar conmigo, ¿no? –Asiento.

Ella me abraza y lloro sobre su hombro las pocas lágrimas que aún no había derramado.

Llego casa aguantando las ganas de llorar. Suspiro e intentando sacar de mi mente la voz de Blas.

- Creo que debería irme ya a casa. Es casi la hora de comer. –Le dije a Laura cogiendo mi mochila de Elsa del suelo.

- ¿No quieres quedarte?

- No, tengo que hablar con Carlos y pedirle disculpas. –Salí de su habitación y fui dirección a las escaleras.

Al pasar por delante de las escaleras de caracol que dan a la habitación de Blas (tal vez para castigarme a mí misma recordándole), oí su voz. Subí un par de escalones para intentar escucharle mejor. Estaba cantando acompañado de una guitarra. Decidí torturarme un poco más y quedarme escuchando.

So tonight I got you and you and you got me

We're the perfect kind of crazy

The kind of love that never ages

So

Grow old with me

Grow old with me

If young hearts can dream

Grow old with me

- ¿Te gusta? –Preguntó Blas.– Iba a ser para Daniela.

Al escucharle cantar, creí que estaba sólo. Nunca le había oído tocar para nadie, más que alguna canción tarareada. Oí pasos acercarse a la escalera y salí corriendo de allí antes de que alguien me viera.

Me hago pasta para comer, pese a no tener hambre, y cojo mi portátil para ver alguna serie. Así no pensaré en Blas. Reviso mi correo por pura rutina y veo que han respondido a la solicitud de la beca para irme de Erasmus que solicité a principio de curso. Casi me había olvidado de ella. ¡Me han aceptado!

Sin pensármelo dos veces y relleno la solicitud. Llaman al timbre y minimizo la ventana antes de ir a abrir. El otro lado de la puerta está Álvaro. La rabia se apodera de mí y le golpeo en el pecho con todas mis fuerzas. Álvaro me agarra las manos antes de que pueda volver a golpearle.

- ¡Suéltame! –Le grito.

- Relájate, Lis.

- Me relajaré cuando desaparezcas.

- Venía a ver como estabas, pero ya veo que muy alterada.

- ¡Te odio! ¡Vete de mi vida! –Le grito tan alto que siento como la garganta me arde.

Pink girl, black boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora