Los guardianes del invierno (Jelsa Fanfic) [Terminada]

La niña que podía crear nieve.

 JACK 

  En épocas de invierno, era normal que los niños salieran a jugar y a hacer un muñeco de nieve, corriendo el riesgo de enfermarse, ignorando las advertencias de sus padres. Por lo tanto, Jack no se habría sorprendido de ver a dos niñitas bailar al rededor de un gracioso muñequito que vestía una zanahoria como nariz, si no fuera porque...no era invierno.

  Jack Frost se detuvo en el aire y miró a las niñas confundido. ¿Cómo había nieve si todavía estaban en otoño? Se suponía que él había llegado a esa región para traer consigo el invierno. Sin pensarlo dos veces, se dejó arrastrar por los vientos hasta donde las chicas se encontraban. Eran adorablemente inocentes, ignorando por completo su presencia, tan parecidas que seguramente eran hermanas. Una de ellas vestía un abrigo verde y llevaba su cabello rubio rojizo atado en dos coletas disparejas; la otra tenía una capa rojo oscuro y una cabellera tan rubia que parecía plateada, atada en una trenza que caía por su espalda.

  "Aunque su pelo nunca será tan blanco como el mío"- Pensó Jack.

  Las observó a una distancia prudente, no por riesgo de ser visto, ya que ello sería imposible, sino porque le gustaba ese panorama. Podía pasar horas viendo a la gente divertirse con la nieve, escuchar sus risas y ver las huellas que dejaban sobre este manto blanco, la del pelo rojizo era la viva imagen de la diversión, siempre sonriente y riendo. Por mantener este pensamiento, casi pasó por alto que la cantidad de nieve había empezado a aumentar, su sorpresa no hizo más que incrementar cuando se dio cuenta de que el origen de la nevada se hallaba en las manos de la pequeña con cabello plateado. Su magia era igual a la de Jack.

  -¿Cómo hacés eso?- Preguntó Jack antes de recordar que no podría oírle.

  Para su asombro la niña volteó hacia donde él se encontraba, extrañada, pero no parecía poder enfocar sus ojos en él. Era como si sintiera su presencia pero para ella seguía siendo invisible.

  "Es lo más cerca que he llegado nunca"- Se animó Jack.

  -¿Elsa? ¿Pasa algo?- Preguntó la del manto verde a su hermana.

  -N-no, está todo bien Anna- Respondió Elsa, miró por última vez en dirección a Jack antes de volverse a su hermana con una sonrisa mientras creaba una bola de nieve con la mano.

  Jack, esperanzado por la reacción de la pequeña, había decidido acercarse a la chica y ver si podía tocarla.

  Lamentablemente, sólo la atravesó, como siempre le pasaba con todas las personas. Frustrado, pateó un cúmulo de nieve y se internó en el bosque, lejos de las personas que le dieron la espalda, para poder hablar con la Luna cuando llegara la noche.

  Si Jack se hubiese quedado un segundo más, habría visto como una nena de ojos celestes y el pelo de un color oro pálido estremecerse en un escalofrío y ver boquiabierta cómo un chico de pelo blanco se materializaba frente a sus ojos para luego correr hacia el bosque.

  ____________♥_______________

  En la penumbra del bosque, la luz de la Luna llena traba entre los árboles inundando el rostro del joven de cabello blanco. Jack estaba acostado en un lago que él acababa de congelar, con las manos detrás de su cabeza, mirando el cielo estrellado. Hacia horas que el Sol se había metido, pero no podía dejar de pensar en la creadora de nieve.

   -Elsa- susurró.

    Un pájaro surcó el cielo por encima de su cabeza.

  Se preguntó cómo podía controlar la nieve de esa manera. No era un espíritu, eso seguro. Parecía una persona normal, pero había algo en ella que lo inquietaba. ¿La Luna habrá hablado con ella? Él no tenía las respuestas para aquellas preguntas, pero quizás alguien sí. Miró directamente a la Luna y dijo:

  -¿Por qué está sucediendo esto? 

  Pero, como siempre, la Luna permaneció callada, flotando distante y fría.