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Jihoon mentía si dijese que no estaba nervioso, recién salía de bañarse y lo único que podía pensar es que todavía faltaba una hora para salir con Seungcheol.

ㅡNo se que ponerme... Soon, ayúdame.ㅡ dijo el chico de pelo mentolado a su amigo, Soonyoung, que lo estaba ayudando con su "cita", por así decir, con el pelinegro

ㅡQue quieres provocarle?.ㅡ le pregunto a Jihoon  a lo que el contesta ㅡNo se, felicidad? Ternura?.ㅡ

Resopló fuerte
 
ㅡNo resoples, te estoy ayudando. Oye no tienes ropa color rosado?.ㅡ pregunto ㅡSi Soon, tengo un sweater. Solo eso.ㅡ

Lo único que se escuchaba desde la línea fue un constante "m..." por parte del mayor.

ㅡHaz esto, camiseta ponte cualquiera de color claro, el sweater rosa, unos jeans negros y calzado de vestir. Estarás muy bien así. ㅡ pero, ¿Que generaría esto? Sólo Soonyoung lo sabría

ㅡListo, gracias Hoshi.ㅡ y colgó, para seguir los pasos de indumentaria del mayor.

Ya estaba listo, solo faltaba lo esencial. Una idea. De que? De que harán, que hablaran, que pasará. Esas cosas las decide el futuro, por lo que Jihoon no podía hacer mucho, solo esperar que pase lo que tenga que pasar.

Paso la hora, bastante rápido para ser honesto. Salió de su casa, era una tarde alegre, pájaros cantando, brisa leve, ni mucho calor ni mucho frío, cielo carente de nubes, y los nervios de Jihoon decorando el paisaje.

Por fortuna, la plaza quedaba cerca de su casa, pues es a la que siempre concurrían los dos chicos en sus momentos de niñez.

Llegó, no había nadie, solo dos padres con sus hijos en las hamacas. Pero ningún Seungcheol a la vista.

El bajo se sentó en un banco de madera que se encontraba en una esquina de la plaza. Así por 10 minutos, cuando sintió unas manos calientes tapar sus ojos por atrás, asustando al pobre Jihoon

ㅡHey,  no te preocupes, soy yo.ㅡ Le susurro una voz grave que le heló la sangre. ㅡSeungcheol? .ㅡ es lo único que pudo decir, consiguiendo un simple sonido de afirmación por parte del contrario, a lo que lentamente le saco las manos de su cara y darse vuelta para saludar con un abrazo al mayor

ㅡM-me estas apretando.ㅡ Seungcheol soltó un quejido de dolor, por lo que Jihoon, con un sonrojo en sus mejillas, se separo de él

Luego ambos rieron, por la incomodidad el asunto. ㅡPensé qu-que no vendrías .ㅡ Jihoon no tartamudees pensó, un poco tarde porque es justo lo que había hecho

El mayor soltó una carcajada, logrando un gesto de confusión por parte del contrario.  ㅡY perder una tarde contigo? Dios, que risa.ㅡ seguía riendo

Jihoon le siguió el juego por un rato, cuando sus risas cesaron. El mayor lo miró con brillo en sus ojos, esos bellos y oscuros ojos.

  ㅡ Ten esto es para ti.ㅡ  sonrió y le dio una caja roja, en forma de corazón. Y dentro había un total de 9 chocolates, cada uno formaba su nombre "Lee Jihoon". El corazón del mas bajo latía con rapidez, y sus mejillas se sonrojaban mientras sus ojos y boca se abrían con asombro. ㅡ  Gr- Gracias! ㅡ  el mas bajo salto a abrazar al pelinegro, lleno de felicidad. Un simple regalo hizo que las emociones predominantes en Jihoon fuesen felicidad y pura alegría. 

  ㅡ No te pude traer algo yo... lo lamentoㅡ  Dijo con un pequeño puchero, a lo que el contrario río. ㅡ Jihoonie, en serio piensas que me voy a creer eso?.ㅡ le respondió.  ㅡ¿Que? En se-.ㅡ  no pudo terminar su oración, puesto que Seungcheol le freno los labios con un dedo y de su bolsillo saco un espejo, mostrándoselo al menor, quedando su reflejo en el. 

ㅡ Esto me has traído, has venido y es el mejor regalo que puedo tener.ㅡ   respondió con la sonrisa mas amigable que podría haber, ocasionando, de nuevo, mejillas sonrojadas en Jihoon y un merecido, pero leve, golpe en el hombro del mayor. ㅡ Auch...ㅡ  Seungcheol hizo un puchero dando como efecto una risa del pequeño. ㅡ Vamos a caminar un poco?.ㅡ  preguntó Jihoon, teniendo como respuesta un gesto de afirmación por parte del pelinegro.

La caminata fue relajante, en el camino ambos fueron comiendo los chocolates y poniéndose al tanto de la vida del otro, Seungcheol ahora vive solo, sus padres le dejan dinero en una cuenta bancaria para pagar la renta, mientras que el se gana la vida de chef en un restaurante a unas pocas calles de la casa de Jihoon. ¿Y lo mejor de todo? Ambos viven cerca del otro, a unas tres calles de distancia en total para hablar con exactitud. 

Ninguno de los dos tenia una mera noción del tiempo, solo que ambos estaban pasando un buen rato. Comenzaron a darse cuenta que era tarde para ambos porque todas las tiendas y negocios estaban cerrando, dando a entender que era tarde, lo suficiente para que su cita deba terminar.

  ㅡ Quisiera que no termine.ㅡ  Recia Jihoon cuando se estaba despidiendo de Seungcheol. ㅡ Entonces que no termine, al menos no ahora. Tengo auto, te puedo llevar a tu casa, a parte el camino será largo porque están armando un puente y hay que hacer unas vueltas.ㅡ  Al menor se le encendieron los ojos con felicidad. ㅡ Entonces que esperamos? Vamos!.ㅡ  Decía mientras saltaba de felicidad logrando que el mayor suelte una risa leve.

Y tal como dijo Cheol, el recorrido fue largo. Aproximadamente una hora, y la comunicación entre ellos era la misma como hace un rato, seguían y seguían hablando, no había tema que no de una extensa conversación, siempre se les ideaba una.

Pero como no todo es color de rosa, llego el momento de despedirse hasta la próxima salida.

Seungcheol se había ofrecido a acompañar al pequeño a la puerta de su casa, ya que era tarde y aunque sean unos pocos metros, cualquier cosa podría pasar.

Ya en la entrada, El de pelo color menta abraza al mayor, dándole a entender a el que no quería que se vaya. 

  ㅡ No estés mal, tengo algo para que me recuerdes.ㅡ   Y antes de que Jihoon dijese algo, El pelinegro unió sus labios junto a los del menor para juntarlo en un beso lento y suave. 

Luego de aquella acción que provocó un sonrojo en ambos, se separaron, y finalmente los dos tomaron rumbo a sus hogares, menos en el caso de Jihoon que solo tuvo que abrir la puerta y entrar. 

Al cerrar la puerta seguía impactado, no por el beso, sino con el sentimiento que se había transmitido ahí. 

Y con ese pensamiento carcomiendole la cabeza, se despojó de sus ropas para, en lo posible, conciliar el sueño y dar por finalizado el gran día de Jihoon

《 JiCheol Chats 》Where stories live. Discover now