Woman (h.s)

{chocolate}

— ¡Hey, no seas irrespetuosa! —Se queja Harry apuntando con el índice el mensaje de su delantal de cocina.

Alice detiene sus pasos y se gira hacia su novio. —Besa al cocinero—lee el mensaje del delantal y suelta una risa—. ¡Ni siquiera estás cocinando Harry!

—Aun así, bésame—pide él con un puchero. Alice sonríe, ¿cómo podría decirle que no a su novio?

Harry está sentado sobre la encimera de la enorme cocina de su hogar, sostiene la guitarra en sus manos, está sin camisa, vistiendo su pantalón de ejercicio azul favorito y usando las pantuflas de unicornio que le dio de regalo Alice. Para Alice esta es la mejor vista en el mundo entero y para Harry Alice es una de sus personas favoritas en todo el mundo.

La muchacha se acerca a él, se inclina para plantar un suave beso en sus labios, la boca de Harry se amolda perfectamente a la suya y siempre es tan dulce, cálida y siempre tan receptiva cuando se trata de Alice. Harry y Alice han decidido quedarse en casa el día de hoy, con el plan de comer y hacer cucharita ya que afuera se está desatando una gran tormenta. Alice podría explotar de felicidad si fuese posible, este es el panorama perfecto para un día lluvioso. Alice y Harry se han quedado de pijamas acostados toda la mañana, vieron una película en Netflix y ya han follado dos veces. Ahora Alice le ha picado el bichito de hornear muffins y Harry ha decidido acompañarla mientras se distrae tocando la guitarra.

Alice preparó una crema de vainilla y ha terminado de derretir unas barras de chocolate para agregar al muffin como relleno. Alice se lleva un poco del chocolate a la boca y suelta un gemido de placer porque está exquisito.

— ¡Hey, yo también existo! ¡Quiero un poco! —Dice Harry llamando la atención de la muchacha.

Alice coge un poco del chocolate y lo esparce por sobre los labios. La sonrisa de Harry crece al notar la consideración de su novia. La muchacha se acerca y él no pierde el tiempo en acercarse y lamer cada centímetro de su boca, la morena se las arregla para quedarse quieta pero su corazón está latiendo a toda velocidad dentro de su jaula.

—Nena...qué deliciosa que eres—dice él sonriendo. El muchacho entierra su dedo índice dentro del recipiente y lo acerca a Alice—. Es tu turno cariño.

La muchacha engancha su vista en él mientras su lengua en círculos va consumiendo el dulce de su dedo. Ante la visión sangre se bombea rápidamente por el miembro de Harry despertándolo. Para él la morena es la perfecta combinación entre adorable y la chica más sexy que ha conocido en su vida.

—Delicioso—murmura ella antes de alejarse.

La muchacha se acerca hacia el horno para ver cómo van los muffins, revisa el temporizador de su teléfono y todavía le queda 17 minutos. Una idea alucinante aparece de la nada en su mente y le parece una idea brillante para matar el tiempo.

La morena da media vuelta y sus pasos lentos se acercan a Harry, a pesar de estar distraído tocando notas al azar él siempre está pendiente de su presencia por lo que levanta la mirada hacia la chica. Alice apoya sus manos sobre la encimera, se pone en puntas de pies para acercar sus labios al lóbulo de oreja del chico.

— ¿Quieres jugar conmigo? —Murmura antes de mirarlo.

La lengua del chico recorre su labio superior antes de asentir y responder: —Por supuesto amor.

—Genial. ¿Por qué no te quitas el delantal? —Sonríe ella. Retrocede, esconde sus manos tras su espalda y lo mira atentamente.

Harry absolutamente adora sus juegos, inesperados y divertidos, ambos siempre están al mismo nivel.