¿cielo nocturno o rubí?

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Caminaron por el solitario estacionamiento en absoluto mutismo y tranquilidad, mientras se alejaban Naruto no pudo evitar darle un vistazo al orfanato, las puertas cerradas de aquel edificio blanco que casi no tenía ventanas simbolizaban para él una cárcel, una insuperable prisión de la que él ahora se estaba alejando sosteniendo la mano de un alfa desconocido, en su momento no negó el ofrecimiento de aquel que lo llevaba de la mano, deseando la libertad que en realidad nunca había tenido y que tanto había anhelado en su encierro, pero ahora estaba algo asustado, sabía que una promesa no significaba en realidad nada, en el mundo real la palabra tenía menos valor que las acciones y que a la final quién le agarraba la mano seguía siendo un desconocido... cuyo nombre no había llegado a escuchar...

– ¿Estas bien? – preguntó Sasuke y Naruto se limitó a asentir bajando ligeramente la cabeza y apretándole la mano al mayor, para el pequeño omega la relación con el alfa no era clara, pensaba que sería su concubina, después de todo para ese destino le habían entrenado en el orfanato.

Los azules ojos de Naruto se abrieron mostrando su sorpresa al ver el extravagante y majestuoso automóvil que se presentaba ante él, observando cada detalle del auto al cual se dirigían el rubio tropezó contra sus propios pies.

– ah! – chilló bajito al ver como el suelo se acercaba más siendo inminente la caida pero antes de que callera al suelo, Sasuke quién lo tenía sostenido de la mano, lo haló hacia sí mismo abrazándolo con una ligera sonrisa en el rostro.

– ¿te ha gustado el auto? – preguntó Sasuke con una sonrisa, se había agachado un poco y sostenía al ahora sonrojado omega por la pequeña cintura – me alegro porque ahora es tuyo... – Naruto se sorprendió – ya sabes por eso de "todo lo mío es tuyo", cuando crezcas un poco más te enseñare a conducirlo – dijo el alfa soltando al omega para sacar las llaves de su bolsillo y abrir el auto, el rubio se quedó estático en su lugar con la mirada gacha y las manos en el pecho, su corazón traqueteaba como loco, era curioso como a pesar de que solía huirle al contacto con otros alfas, no le huía al contacto de ese alfa de nombre desconocido e imponente que en un principio le hubiera inspirado miedo y buscaría alejarse de el – adelante – notó como el alfa dueño de sus pensamientos le abría la puerta del copiloto y sin pensarlo mucho entró al auto rápidamente, aunque en el orfanato le habían metido a fuego en la cabeza que no debía desobedecer a los alfas la razón por la que ahora obedecía tan sumisamente se reducía al simple hecho de querer ver ese auto, que para el parecía un transformer, por dentro, y no se decepcionó, el auto era tan increíble tanto por dentro como por fuera.

El camino fue tranquilo y silencioso, Sasuke condujo como una persona normal por primera vez en mucho tiempo, solo para no asustar al niño quién en el asiento del copiloto veía por las ventanas el mundo a su alrededor. El alfa en varias ocasiones dedicó miradas furtivas al curioso omega, detalló desde su brillante cabellera rubia y desordenada, la bonita piel de su cuello y nuca que era parcialmente cubierta por el cabello, el infantil torso cubierto por el suéter de lana blanco con el emblema del orfanato, los pantalones cortos por encima de la rodilla típicos de un infante en color azul marino, las medias blancas con una línea del mismo color del pantalón que llegaban a la altura de la rodilla, y los zapatos escolares de cordones los cuales demostraban el pequeño tamaño de los pies de aquel omega...Sasuke pudo jurar que casi no había visto la carretera en todo el camino pues aquel pequeño era un imán para sus ojos...

...

Sasuke dejó la maleta de Naruto en el moderno mueble blanco y volteó para observar al omega quién se mantenía cerca de la puerta de entrada del apartamento mostrándose renuente avanzar más, jugaba con sus manitas nerviosamente mirando el suelo, a Sasuke y otra vez al suelo repetidas veces, Sasuke sonrió buscando tranquilizarlo.

Tu SilencioWhere stories live. Discover now