Introducción

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Homero Murdoh pensó que su muerte daría sentido a su vida, con un aprecio desde la retrospectiva, como un efecto van Gog o algo parecido. Que nadie supiera como murió no da razón para negar que esa idea no funcionó. Es más, ese misterio que rodea esos últimos años de su vida le da un agregado romántico, místico que aseguraba un aura que atrae adeptos a ese club de bohemios oscuros que se formó veinte años después de su fallecimiento: la Hermandad de Autofagos. Muchos no conocen que este primer grupo conformado por escritores, pintores, políticos y científicos fue del que se separó los Memento Mori, el grupo extremista que atacó hace diez años a las principales ciudades del mundo con armas biológicas que esparcieron el virus Silentium, como ellos mismos lo denominaron.

Hoy todavía padecemos las secuelas de la pandemia causada por el Silentium; caída de dos tercios de la población mundial, acompañada de una crisis económica global, desaparición de las instituciones de gobierno en los países del tercer mundo y en casi toda Latinoamérica y el resurgimiento de pequeñas carteles que se identifican con la ideología de los Memento Mori o de la Hermandad de Autofagos. Pero aun no entendemos ese hecho original, casi onírico, del que parte la maldad absoluta en los pensamientos de un simple hombre desconocido hasta su muerte. Aun no entendemos cómo se construyó el cuerpo ideológico de ese monstro que desea ante todo el olor a tierra y sangre quemada. La necesidad de entender a este ente putrefacto es de una emergencia evidente, el contrarrestar el efecto social de sujetos que aun desean "dar una muerte gloriosa a la humanidad" se dará partir del análisis de la estructura conceptual y de las organizaciones creadas bajo estas. Este trabajo se encargara de separar parte por parte los hechos que nos llevaron a sufrir el ataque de la más grande violencia absurda sufrida en la historia, con el fin de desmantelar la posibilidad de un nuevo resurgimiento total de los Memento Mori o de movimientos parecidos.

Perdí a dos de mis hijas y a mi esposa en el ataque de São Paulo, sufrieron durante tres semanas sin descanso y tuvieron que ser ultimadas por los militares tras no encontrarse cura durante la cuarentena. Vi arder sus cuerpos. Este libro es para ellas y todos los que vieron sus seres queridos morir.

Memento Mori: El silencio del mundoWhere stories live. Discover now