Nocturno

703 112 25
                                    


NOCTURNO

                                                                                         [Hannibal]

Nota: los personajes de Hannibal no pertenecen, este fic es sin ánimo de lucro.

Luchemos contra el plagio entre más seamos, más se escucharan nuestras voces, no dejemos que personas inescrupulosas se lleven nuestro trabajo... propuesta liderada por Katrinna Le Fay y adoptada por Luna Shinigami.

Si el fic no es de tu agrado, no te gusto el final, el comienzo o las notas de autor, no te gustan los personajes, ni te agrada la autora, por favor, a riesgo de ser grosera, no comentes, pero si tienes una crítica constructiva decente, soy toda oídos.

Atentamente Luna Shinigami

Hannibal Au

o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o

I.

Frente a su vista estaban los preciosos colores del atardecer, de la luna casi saliendo en menguante, de los tonos violetas y naranjas que engalanaban el cielo.

Se podía escuchar con precisión, las olas del mar rompiendo contra la playa de aquella Isla, aquella que se veía pequeña desde la costa, o desde cualquier embarcación.

Las luces se veían como faros en el horizonte, como un millar de estrellas para iluminar el horizonte como un faro para los barcos.

El ritmo suave de la música y la arena bajo sus pies.

Un paraíso luego de la resurrección.

Un edén para un pecador.

Alzó la mirada sintiendo una presencia a su alrededor, era poderosa, era imposible no mirarle, sonrió, su sola presencia lo hacia sonreír, luego de que dicha presencia solo fuera motivo, en otrora, de llorar o de temer.

-No puedo creer que bebas eso- le aseguro viendo las dos copas servidas, para él, un tequila, y para su acompañante, una flauta rosada con un sobrerito y piña.

-eso querido, es un trago refinado- le aseguró acomodándose en una de las sillas playeras.

William sonrió de nuevo escondido detrás de su trago - aun, tampoco se, estoy investigando seriamente, el efecto del calor en caníbales que usan trajes de tres piezas-

Hannibal solo negó varias veces - a eso, querido. Se le llama clase, pero no puedo pedir mucho de alguien que hace poco vestía de trajes de cuadros, gafas que no combinaban con el atuendo y barba de vagabundo- le miro - el cambio ha influido notablemente en una mejoría- le aseguro pasando su mirada oscura por el cuerpo de Will, que hacia juego con su traje, como si encajaran; como si siempre hubieran sido el uno para el otro.

Seguro almas gemelas en alguna parte del infierno de Dante, que lograron escapar de los círculos del infierno para emerger en la tierra como seres libres.

Una pesadilla constante para los demás, un idilio más allá de si mismos para ellos.

Hannibal era su Virgilio.

Y él se convirtió en Dante, dejando a Beatriz en el camino al infierno.

Recostó la cabeza hacia atrás, jugando con el vaso en su mano, cuando escucho un pequeño tango a lo lejos, en la sala de baile de aquel lugar, luego sintió la mano de Hannibal en su rostro, acariciando su cicatriz cubierta por el vello de la barba.

-¿Bailas?- pregunto la voz masculina del lituano, Will abrió los ojos y le miro.

-Soy amotro Hannibal, la última vez que baile, fue para la obra de Cinderella del colegio y yo era el príncipe Charm, como veras fue un fiasco, tenía más coordinación el monstruo de Frankenstein que yo- su voz era limpia y en parte burlona.

NocturnoWhere stories live. Discover now