Dragón (Cae-Sufre-Gana-Ama)

Capítulo 1 "Bienvenido"

Despertar cada tercer día con una chica diferente en mi cama ya era rutinario para mí; solamente las chicas algunas se comprometen y otras no me preguntaba con cuanta chica me tendría que acostar para olvidarme del recuerdo de su sonrisa.

Han pasado dos años desde que me fui de Veracruz ahora estoy viviendo en la ciudad de México a veces me decía si habría tomado la decisión correcta de alejarme para no perder la hermandad que tenía con Olaides ya que él era un hermano para mí; el me brindó su apoyo cuando mis padres murieron cuando yo era un adolescente su familia se convirtió en la mía y no podía defraudar la confianza que me dio y sobre todo enamorándome de la misma chica de él.

El fin de semana había llegado y yo había buscado algo con que entretenerme más bien placer hasta que dos chicas con curvas pronunciadas tipo actrices porno se me acercaron; y dieron al comienzo de la seducción yo no metía sus manos en sus caderas o cualquier parte de su cuerpo yo dejaba que ellas marcarán el ritmo para mí de eso se trata el sexo compartir un buen rato; me pregunta si fingen gemir o en verdad lo hacen.

Después de echar ese polvo con aquellas dos tuve un sueño en donde estaba una chica estaba arrodillada llorando no podía ver quien era; me levanté de golpe y sentí un escalofrío terrible nunca había tenido esa clase de sueño pero sabía que me había dejado intranquilo.

Durante una semana tuve el mismo sueño hasta que cierta noche puede ver quien era Vianey estaba llorando descontroladamente trata de alcanzar para preguntarle que le había pasado no pude más y me desperté todo sudado al ver que ella lloraba así; entonces busqué entre mi buro y vi el portarretrato en donde tenía una foto de Olaides y yo visitando el acuario; el cristal se había quebrado hace dos años que extraña coincidencia pero esta será una señal para que yo regrese a mi ciudad.

A la mañana siguiente empecé a empacar a mis cosas y me dirigí con rumbo al aeropuerto antes de entrar al avión decidí enviarle un mensaje a los chicos para ver cómo estaban Iker, Fredy, Efrén y Eliel no contestaban pareciera que ya no tenían ese mismo número mi única esperanza era Carlos...

Faryd:

-Hola como están?

Carlos:

- Vaya loco hasta que te acuerdas de uno como estas?

Faryd:

-Bien tuve suerte de que no hayas cambiado de número

Carlos:

-Oye hermano no te burles que mi economía no anda bien

Faryd:

-Me imagino sabes voy de regreso

Carlos:

-Y ese milagro que te dejaras ver

Faryd:

-La verdad es que te extrañaba y te quería dar amor

Carlos:

-Desgraciado que eres quieres que vayamos por ti

Faryd:

-No es mejor que los sorprenda a todos solo dime en donde están

Carlos:

-Estamos en la universidad

Faryd:

-Desde cuando son niños de bien

Carlos:

-Desde el día que te fuiste y no tenemos tus influencias

Tenía que armarme de valor para preguntarle por ella.

Faryd:

-Y Vianey también está ahí con ustedes?

Carlos:

-Si aquí la tengo enfrente de mí

Faryd:

-Bien en unas horas estaré con ustedes saludos

Carlos:

-Ok acá nos veremos

Hasta ahí terminó nuestra conversación no podía creer que ellos estuvieran en la universidad y más que Vianey también estaba ahí guarde mi celular y me dirigí abordar el avión; el aterrizar podía sentir que ya estaba en casa regresar a mi ciudad fue la mejor idea cuando salí del aeropuerto pude ver que nada ha cambiado tome un taxi y dirigiéndome a la dirección que me había dado Carlos.

Había varios chicos saliendo y chicas pero no mi atención sería para ella hasta que vi a un grupito de chicos y supe que eran ellos mis amigos mis hermanos...

-Vaya chicos en estos dos años se ven que no han cambiado nada

-Faryd cuando llegaste y cómo supiste que estabas aquí- decía Iker

-Con ayuda de Carlos que no fue el único desgraciado que cambió su número de celular

-Vamos no te enojes es bueno tenerte aquí –decía Eliel en donde me saludaba

-Desde cuándo te volviste tan educado

-Y eso a que te debe tu visita – menciona Fredy

-Nos ves mis lentes vengo en modo de turista

-Hablando de turistas miren quien viene ahí –decía Efrén

Efrén le hacía señas a la chica para que se acercara y cuando me di cuenta era ella, seguía siendo la misma solo con el cabello un poco más largo, unos pantalones bien ajustados, una blusa de tirantes en donde se podía ver discretamente sus pechos verla con un toque de maquillaje en sus ojos no exageradamente como las demás tenía que tranquilizarme si no perdería el control de mis instintos ahí mismo hasta que decidí hablarle...

-Se ve que no has cambiado nada Vianey

Pude ver como alzo su mirada rápidamente para ver quién era; en empezó a recorrer unos pasos atrás hasta chocar con el pecho de Eliel

-No me digas que no lo reconoces –le decía Eliel el cual tocaba sus hombros con sus manos y pude escuchar la voz de ella

-Cómo quieres que lo reconozca si lleva puestos esos lentes –me decía ella señalándome

-Oh perdona si ese es el problema no te preocupes ahorita me los quito –me quite los lentes pareciera que estaba buscando entre sus recuerdos quién era

-Y bien ya sabes quién soy? –me acerque hacia ella en donde con mis dedos tocaba su barbilla

-Viéndote bien la verdad no me acuerdo de ti –no podía creer que ella fuera tan distraída

-Vaya siempre es lo mismo contigo – le decían Iker y Fredy

-A parte de distraída, olvidadiza y eso no ha cambiado en ti entonces se ve que has estado bien durante estos años que no te he visto

-Vianey neta no te acuerdas de Faryd –le decía Carlos

Me volvió a mirar de pies a cabeza creo que seguí buscando en sus memorias hasta que reacciono y me solté a reír me estaba señalando con el dedo...

- Porque te fuiste y porque regresaste es verdad te fuiste hace dos años después de los cinco primeros meses que te había conocido y después de tanto tiempo apenas regresas–seguía señalándome con el dedo pareciera que entraría en pánico

-No más porque sentí ganas de regresar a mi ciudad –la podía ver molesta ante mi respuesta

-A los amigos nunca se abandonan –me dijo ella

Vi cómo tomo un pequeño suspiro y me dijo:

-Bienvenido a casa Faryd

Me lo dijo con una bella sonrisa cálida en su rostro la misma sonrisa que vi la primera vez que la conocí la sonrisa de la chica de la cual me había enamorado; me pregunto si la vida o el destino me estaba dando otra oportunidad, pero mi mayor temor era cuál sería la reacción de Olaides al saber que estoy de regreso y de arrebatarle lo más que ama.