35.

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Estaba lista, quedaban cinco minutos para salir.

Hoy era la misión de rescate de Ian (y de la prima de Lucy). Ayer me pasé el día haciendo ejercicios de relajación con la doctora Lu. Los demás estuvieron ultimando detalles. Emily se quedó con Lucy practicando.

No sé cómo habían conseguido organizarlo todo tan bien, la camioneta, los trajes, las armas, los planos...

Susan y yo entramos las primeras en la camioneta, ella me explicaría el plan con todos y cada uno de los detalles. Los demás se sentaron sobre unos cojines.

—Bueno Amanda, este es el plano de la prisión, decidimos no enseñártelo antes porque probablemente habrías tenido pesadillas con él. Es un protocolo que usan. La camioneta nos dejará aquí, y Lucy y tú entraréis por donde van los presos hacia la sala. Lucy, ¿puedes venir y explicarle el resto del plan?

Lucy se giró y vino hacia donde estábamos, me sorprendió no verla muy nerviosa, teniendo en cuenta lo que nos esperaba.

—Mira, entramos por la zona de descarga de comida, hoy es un día muy complicado, así que será fácil pasar desapercibidas entre la gente para meternos entre los presos. Hay un pasillo que va desde las celdas hasta las salas, allí hay una puerta oculta. Tengo un compañero que me ha facilitado la información, él fingirá que le hemos atacado y que lo habíamos dejado inconsciente. Entonces saldremos con todo el grupo al exterior.

Asentí intentando asimilar toda la información. Seguía sin confiar en esa chica, o sea, sale de la nada y de repente ya tiene alguien allí que nos va a hacer toda la misión. 

Tenía que tener un plan b. Pero la camioneta era demasiado pequeña como para tener una conversación privada en ella.

Fui hacia la parte delantera, donde estaban Emily y Abby. Emily conducía y Abby iba de copiloto.

—¿Nos sobra algo de tiempo? —pregunté a Abby.

—Sí, hemos salido casi una hora antes para tener cierto margen —responde ella sin apartar la vista del mapa que tenía entre las manos—. ¿Necesitas que paremos? Podemos descansar media hora.

—Solo necesitaré quince minutos —dije.

Abby guardó el mapa y Emily se desvió hacia una zona más apartada. La camioneta se paró y dejé de escuchar ese molesto ruido que la camioneta hacía.

—Tenéis quince minutos para descansar —gritó Emily.

Todos se fueron levantando y yo salí la primera.

—Ambar, tengo que hablar contigo —dije haciéndole una seña.

Nos alejamos un poco de los demás.

—No estoy completamente segura de que Lucy sea de fiar, todo me parece demasiado extraño. Creo que deberíamos tener un plan b, en caso de que esté en lo cierto y Lucy mienta. ¿Sabes de alguien más que sospeche? —pregunté.

Ambar se frotó los ojos, parecía mareada.

—Sí, voy a llamar a Susan, Elliot, Ed, Carla y a Sam. Los demás confían en ella y prefiero no arriesgarme a preguntarles —dijo ella—. Voy a llamarlos disimuladamente.

Hizo una seña a Sam, que estaba mirando hacia nosotras desde que dijimos su nombre. Se acercó a Carla y a Susan que estaban charlando al lado de la furgoneta. Luego "tropezó" al lado de Elliot y Ed vino con Carla y Susan.

—Dejadme adivinar, vamos a hablar de Lucy —dijo Sam una vez que todos estuvimos todos lo suficiente lejos para mantener una conversación privada.

Ambar asintió. La normalidad con la que tomaban esta situación de hacer planes y el hecho de que a nadie le extrañase el comentario de Sam, me hizo pensar que ya se habían reunido antes para hablar sobre Lucy.

Mentes PoderosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora