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Un pequeño Junmyeon de 7 años espera sentado a su padre afuera del castillo, en los escalones de la puerta principal, sonriendo ansioso e ignorando los gritos de las sirvientas obligándolo a que entre a casa, el frio invierno cada vez se volvía más horrible, pero para el pequeño príncipe no le importaba, el invierno y la nieve eran sus amigos, como decía su padre. "Eres tan lindo y puro como la nieve".

—¡Ahí viene mi padre! — Grita un emocionado JunMyeon levantándose de su lugar y dando pequeños brinquitos mientras ve entrar el carruaje de su padre a los terrenos del castillo.

El carruaje se detuvo justo al frente del pequeño quien con una sonrisa grande y brazos abiertos espero a que su padre bajara del carruaje, a penas bajo el hombre de cabellos canosos y sonrisa igual de hermosa que su pequeño hijo abrió amplio sus brazos recibiendo a su pequeño Junmyeon que corrió a sus brazos.

—Mi pequeño Junmyeonnie, Mira cómo has crecido —Dice el rey Kim JunHon para luego besar la blanca y gordita mejilla de su hijo.

—Ya no soy tan pequeño Padre. Eh crecido estos últimos meses — Dice Junmyeon en los brazos de su padre y pasando sus pequeños brazos por el cuello del Rey.

—Para mí siempre serás mi pequeño Junmyeonnie. Mi hermoso príncipe —. El Rey JunHon bajo a junmyeon de sus brazos y beso sus cabellos negros como la noche—. Quiero presentarte a alguien pequeño y espero la recibas con mucho cariño y respeto ¿Sí?

—Si padre — Asiente JunMyeon esbozando una sonrisa grande en su rostro donde sus ojos se transforman en dos hermosas medias lunas.

El Rey JunHon se acerca al carruaje donde extiende su mano caballerosamente y una mano más pequeña y delicada se posa sobre la del, para luego dejar ver a una hermosa mujer, de cabellos rubios igual que el oro, labios rojos igual que la sangre, ojos azules como el cielo y una piel blanca pero nunca tan blanca como la del pequeño príncipe. "Muy linda" Pensó junmyeon, creyendo estar frente a un Ángel.

—¿Padre, ella es un Ángel? — Pregunta inocente JunMyeon provocando sonrisas de su padre el Rey y de la doncella desconocida para el menor.

—Tu hijo es una ternura, querido JunHon.

—Lo es — Afirma el Rey —. Querido hijo te presento a Lee Nayeri tu nueva madrastra.

El pequeño Junmyeon abrió grandes sus ojos, sorprendido que la bella mujer ahora sería su madrastra, pero sonrió enorme. Si la felicidad de su padre era desposar a esa mujer, el estaría aun más feliz. Además, su padre le había dicho que la única mujer que amo con todo su corazón fue a su madre.

—Bienvenida a casa... Madrastra —Dijo un tímido JunMyeon, pero sacando una sonrisa de orgullo de su padre y cierta sonrisa fingida y oscura por parte de Nayeri. Pero nadie pudo descifrar aquella que parecía una linda sonrisa.

—Seremos una linda familia — Fueron las palabras de la nueva reina y junmyeon asintió acercándose a su padre y abrazando su cintura.

Tres meses pasaron en los que el pequeño Junmyeon no se despegaba de su padre, como cualquier niño consentido. Le encantaba estar siempre al lado del acompañándolo, y a su padre no parecía disgustarle para nada la compañía de Junmyeon.

También ya llevaba dos meses desde que paso la boda en donde se caso el Rey JunHon con la ahora reina Lee Nayeri. Varias veces el pequeño príncipe sintió miradas llenas de odio por parte de la reina y también alguno que otro grito por andar jugando y correteando por el castillo, cada vez que pasaba, sus ojitos se llenaban de lagrimas y corría hacia su padre llorando, pero nunca le contaba el porqué, después de todo su padre era feliz.

JunMyeon y los 7  enanitos.Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu