Mis Hermanos y Yo [MISHYY #1]

𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟑𝟎

Espero que James sea compatible o tendremos problemas de nuevo.

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-¿Qué pasó doctor?-se levanta mi padre en cuanto mira al doctor salir de la habitación.

-Ya se está recuperando-sonríe.

Abrazo a James casi llorando de alegría.

-Gracias-murmuro, siento sus brazos rodeándome lentamente.

-Por nada ojona

Me alejo de él ignorando el ridículo apodo al que ya estoy acostumbrada, para abrazar a Paul quién llora por los dos.

-Tranquilo

-Esa perra tiene más vidas que un gato-rio.-lo voy a golpear cuando vuelva a casa por imbécil-solloza. Pero qué lindo.

-Bueno, yo voy a quedarme por ésta noche, ustedes vuelvan a casa que tienen que ir al instituto

-Adios papá-lo abrazo y salgo junto a Paul de ese lugar.

Subimos a una de las camionetas y el chófer la pone en marcha al instante.
Me recargo en la ventanilla mirando los autos pasar.

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-Despaciro, quierou rrespirarr tu cueio despaciro

-¡Callate ya William que ni sabes!

-¡Dejame en paz envidiosa!

-¡Yo la cantó mejor que tú para que lo sepas! ¡Indiota!

-¡Indiota!-grita Tristan y suelta una carcajada, le lanzo un cojín y se calla al instante para fulminarme con la mirada.

-¿Cómo me llamaste?

Volteo a verlo y doy un brinco del susto alejándome de él, Tris se burla de mí.

-Indiota

-Te reto a que lo digas una vez más

-In-di-ota-le saco la lengua. Me mira unos segundos y se brinca el sillón para alcanzarme, salgo corriendo al patio trasero para tomar una de las pistolas que los gemelos dejaron en el suelo.

-¡Esta vez me las vas a pagar todas y cada una Alissa!

-¡Melliza herida! ¡repito! ¡melliza herida!

William me mira confundido y en ese momento Paul brinca a la espalda de William tumbándolo a la piscina, después sale corriendo para estar a mi lado, toma una pistola y le apuntamos.

-¡Aidan tenemos un 1044!

Paul y yo nos miramos con horror. Esos dos juntos no es buena idea.

El mencionado sale de quién sabe donde con una espada de juguete en mano, nos mira a los tres con el semblante serio.

-Estaba jugando con los gemelos, ¿Qué demonios quieren?

-Ayuda-le dice William mientras nos señala, Aidan se pone en posición de ataque con la espada en manos aún.

-¡Fuego!-grito y comenzamos a dispararles, ellos saltan a la piscina y nadan hasta el extremo en donde nos encontramos y salen. Paul y yo comenzamos a correr hacia la puerta que da a la calle.