Detalles

Capítulo Único

Tengo 3 días intentando subir esta historia, pero cada que encendía la computadora el internet se ponía demasiado necio... Eso me llevó a pensar, ¿Me habrá quedado tan mal que hasta el internet me impedía subirlo? Bueno, admito que a veces pierdo un poco la cabeza cuando no puedo usar bien el internet.

En fin, este corto escrito lo ideé hace como una semana ya... Como todas mis ideas, no puedo dejar alguna por fuera.

Es cortito, pero espero les agrade.

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Despertó de repente, a causa de la feroz lluvia chocar sin piedad sobre el techo de su habitación, diluvio que recién iniciaba. Giró la cabeza por encima de su almohada intentando volverse a dormir, pero fue en vano. Terminó por abrir los ojos y se concentró en el oscuro techo por unos momentos, donde retumbaba la tormenta con más intensidad.

Odiaba cuando llovía en la madrugada, pues siempre acababa despierto y le costaba mucho volver a conciliar el sueño. Entonces, sobre el sonido del clima, escuchó un murmullo soñoliento. Se fijó a su lado, ya acostumbrado a la oscuridad de la estancia, y encontró a Junta dormir plácidamente. Ah, qué envidia, ojalá él pudiera continuar descansando tan a gusto. Pero aun así, no pudo evitar dibujar una pequeña sonrisa en sus labios... La sensación era agradable, tener a Junta tan cerca no dejaba de hacerle feliz.

Pasaron los minutos y la lluvia fue despareciendo poco a poco, al igual que su sueño. Cuando estuvo totalmente despierto soltó un suspiro pesado, se desprendió con cuidado de las sábanas y del brazo del contrario antes de levantarse.

Se dirigió a la ventana, el frío en sus pies descalzos no lo detuvo, y una vez ahí rodó un poco las cortinas. Su mirada brilló a causa de su descubrimiento... Estaba comenzando el amanecer.

Incluso con la lluvia tan intensa de recién, el cielo se despejaba con rapidez, y gracias a ello podía ver la claridad del alba a la perfección. Una capa de luz iba poco a poco apoderándose del cielo oscuro, dando inicio a un nuevo día...

Tan absorto estaba que no se fijó cuando su acompañante lo alcanzó; hasta que este rodeó sin fuerzas su cintura y presionó un silencioso y un poco torpe beso en su mejilla, posteriormente se abrazó más a él y recostó la cabeza sobre su hombro, claramente adormitado.

Dejó salir un suave suspiro, al sentirse tan a gusto, y sin dejar de observar el panorama colocó con delicadeza sus manos sobre las que tenía alrededor de su cintura, aferrándose al tacto.

Ahí, observando uno de los grandes y preciosos regalos que la madre naturaleza ofrecía, junto a su personita especial, le hacía pensar sólo en una cosa: era muy afortunado. Porque eran esos detalles, tan pequeños pero tan maravillosos a la vez, donde se encontraba la verdadera felicidad.

En cuestión de segundos el espectáculo terminó, con el cielo totalmente claro y brillante. Así que, cerró las cortinas y se fijó en quien continuaba durmiendo apegado a él, tan ajeno a lo que recién había acontecido.

-Junta, volvamos a la cama...-

Movió al contrario un poco, haciendo que este se quejara en sueños, produciéndole una pequeña risa. Junta actuaba como un niño muchas veces. Demasiadas veces.

-Anda, vamos.-

En esta ocasión fue él quien le brindó un suave beso, pero esta vez sobre sus rizos rebeldes. Lo que logró que Junta despertara un poquito, al menos como para dejarse guiar para regresar a la cama.

Ya que no había rastro alguno de la lluvia, y se sentía en plena paz por lo de recién, pudo rápidamente conciliar el sueño... Ahí, aferrado a la persona que tanto amaba.

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Notas finales: ¡Gracias por leer! y me disculpo por si hubo algún error.

Si te gustó, ¡Házmelo saber!

(Nunca me acostumbraré a utilizar imagen de portada, me cuesta más hallar alguna ideal que escribir la propia historia jajaja pero bueno, el arte que usé no me pertenece... Desconozco su autor, es una imagen que hallé hay mucho tiempo.)