LOS GEMELOS OVIEDO (GEMELIER, JESUS Y DANIEL OVIEDO)

Cap.8: Todo vuelve a empezar, aunque creas que se ha ido para siempre

(Capítulo dedicado a Ididsmiles)

Narra __:

Mis ojos se aguaron y empezaron a caer lágrimas de mis mejillas. No dije nada más, no hacía falta hablar. Cerré la ventana mirandole tristemente y bajé la persiona. Me metí a dormir y esta vez no pensé en él, no, no pensé en Jesús.

***

Desperté por el ruido de mi móvil. Lo cogí, eran las 12. Les había dicho a mis padres que me dolía la cabeza aunque no fuera asi, no quería ver a nadie. Otra lágrima salió de mis ojos recordando todos los malos momentos de Pamplona. Yo solía faltar al cole porque estaba "enferma". Todo vuelve a empezar, aunque creas que se ha ido para siempre. Todo vuelve.

Miré mi movil, tenía dos llamadas perdidas y 20 mensajes de whatsapp. Todo era de Dani. Sonreí tristemente. Me volvió a llamar y cogí.

-¿Si?- pregunté con una voz ronca

-¿Por qué no has venido al cole?- directo al grano, como hacía siempre

-Me dolía la cabeza

-Mientes muy mal

-Lo sé

-Te lo repito, ¿Por qué no has venido?

-Porque no me apetecía

-¿Eso hacías antes, donde vivías antes?

-Pues si mira Daniel. Faltaba al cole porque no tenía amigos, porque estaba sola. Porque pasaba mis días entristecida y amargada. Y todo empezó por él. La única persona que me ha arruinado mi vida.- comencé a llorar pero seguí- Salí con él, nos queríamos, pero… él solo me utilizaba y le pillé. Desde entonces él me amargó la vida, puso a todos contra mi y me quede sin nadie. ¿Quiéres saber por qué he faltado?- se quedó callado- Porque el amor es una mi*rda, solo sirve para hacer daño a la gente. Vine aqui, feliz de empezar una nueva vida y desde que os vi supe que no me traería nada bueno pero simplemente me dediqué a conoceros.  Os conocí y os entregué todo lo que tenía, pensando que seríais diferentes, que aqui sería diferente. Y otra vez, me han decepcionado, me han roto el corazón y me lo han quitado todo. Y lo siento, pero no soy tan fuerte.

Dicho esto colgué, desayuné, me vestí y a las 2:45 salí de casa a ir a buscar a Oscar al instituto. Él era de un año más y nos llevabamos genial. Al llegar ahí corrí hasta él y le abracé, la verdad que lo necesitaba.

-¿Qué tal pequeña?

-La verdad no muy bien- dije mientras los ojos se me aguaban, agaché la cabeza

-No mires al suelo, que se te cae la corona y no puedo ver tu preciosa cara

Me sonrojé y levanté la cabeza.

-Y menos llores, que las princesas no se merecen llorar

-Pero esque yo no soy una princesa

-Claro que no, perdoname, eres una superprincesa.

Narra Jesús:

Al salir del cole vi a __. Estaba con Oscar y eso me dió mucha impotencia. Recordé lo que él me había dicho en el recreo.

*Flashback*.
-Dime- dije extrañado, no solía hablar con Oscar

-¿Qué le has echo a __?

-Nada

-Si, lo que tu digas