13

2K 424 127
                                    

            Fácilmente un par de minutos se transformaron en un par de horas, pero para ellos fue como si ni un solo segundo hubiese trascurrido desde la acción de Gerard, porque Daniel seguía inconsciente sobre el cuerpo de Frank, Frank seguía llorando sin poder detenerse y Gerard estaba de pie junto a la cama, totalmente atónito y luchando por no volver a marcharse. Sentía toda la habitación tan lejana, los sonidos provocados por Frank llegaban a él a través de algodones o algo así, y Dios, de verdad no quería desaparecer.

No en un momento así. No podía dejar a Frank solo.

Se concentró en su entorno, en lo real que se sentía el golpe que le había dado a Daniel y en lo genial que se había sentido, a pesar de todo. Quiso concentrarse en el llanto de Frank, en lo mucho que necesitaba un abrazo en aquél momento, en esa resolución suya de hacerlo feliz sin importar qué. Y aun así, no se sentía capaz siquiera de mover un dedo sin desaparecer.

— ¿Qué hiciste?

Parecía ser lo único que Frank podía decir en medio de su llanto, frotaba su rostro con nerviosismo, miraba en dirección a Daniel y luego volvía a esconderse tras sus manos, llorando sin poder calmarse. Gerard deseaba saber qué sucedía al interior de su cabeza, pero la verdad es que ni siquiera el mismo Frank podía comprender qué estaba pasando en ese momento. Se sentía agradecido, pero aun así no podía parar de llorar. Tenía tanto miedo de lo que Daniel fuera a hacerle cuando despertara que realmente deseaba morir en ese mismo momento para no tener que enfrentar las consecuencias, pero si lo hacía entonces su madre sufriría y... todo eso era culpa de Gerard. No, no era culpa de Gerard. Gerard había intentado ayudarle. Era culpa suya por no habérselo dicho antes, ¿pero qué podía haberle dicho de todos modos?

— ¿Por qué? —Frank suspiró.

Gerard parpadeó un par de veces, podía ver a Frank en la cama pero sentía que aunque quisiera no podía tocarlo o siquiera acercarse a él. Se sentía como un globo repleto de helio, atascado en el techo, sin poder bajar o huir por la ventana. Solo estaba ahí, aunque poco a poco las cosas se iban volviendo más reales en su entorno. Podía sentir los ruidos más cercanos, y pronto un ruido externo se sumó a los llantos de Frank. Podría haberlo notado antes si no hubiese estado tan concentrado en sí mismo, pero podía escucharlo ahora. Eran pasos, y se acercaban.

— ¿Frankie, has visto a-

La frase no terminó de formularse. Linda había encendido la luz para ver a su único hijo y cuando lo hizo, su rostro se puso tan blanco como un papel. Llevó una mano a su pecho, presionando ahí en donde su corazón estaba y luego una especie de grito sin cuerpo alguno salió de sus labios, se lanzó corriendo a la cama y empujó lejos a Daniel, que seguía inconsciente. Sus brazos rodearon a su único hijo y comenzó a llorar abrazada a él. Y aunque Frank tardó en comprender qué estaba sucediendo, en cuanto notó el protector abrazo de su madre se sintió a salvo, y su llanto se convirtió ahora en una manera de limpiar su interior de todo el pesar que había estado guardando. Seguía asustado, pero quería creer que ella iba a protegerlo de todo. Aunque hasta el momento no había hecho un gran trabajo en ese aspecto.

Gerard se acercó a la cama para presenciar la escena de cerca, quería saber qué pasaba por la mente de Linda Iero, cuál era su plan ahora, qué haría con Daniel, cómo iba a proteger a Frank... pero al parecer iba a tener que esperar para eso, porque el momento madre-hijo que estaban teniendo era al parecer el primero que compartían en bastante tiempo. Entonces se volteó a mirar a Daniel, respiraba, estaba vivo, pero su cabeza sangraba y al parecer no iba a despertar en un buen rato. Sintió tantas ganas de golpearlo hasta acabar con él que tuvo que apartarse para no hacer alguna estupidez.

can you see me? ・ frerardWhere stories live. Discover now