Prohibido

¿Un café?

Capitulo 10

¿Un café?

-¡Despierta, apenas estamos empezando el día!

-¡¿Empezando, como que empezando?!

-Pues si...justo acabamos de desayunar...y ahorita vamos directo a un lugar que me encanta...

-Por favor no me hagas esto, conozco tus lugares favoritos y no son muy ¨bonitos¨ como tú dices.

-Se positivo ni siquiera sabes a qué lugar me refiero.

Mi hermana puede aburrir a cualquier hombre en segundos, yo no sé ni porque le abrí la puerta cuando llego a mi casa. Tal vez si no lo hubiera hecho ahorita estaría haciendo...no se que estuviera haciendo pero si sería algo mejor que esto.

-No te pongas así... ¿Hace cuanto que no salimos como hermanos?

-Mucho.

-Lo ves, ya nos urgía una salida de estas, no seas malo...es más te dejo que tú pongas la música.

-Con eso no arreglas las cosas...pero bueno te tomo la palabra, al menos así será más ligero el día.- me puse cómodo y conecte mi celular al estéreo del auto, puse la primer canción que vi en mi reproductor.

-Muy buena canción...hasta que escuchas algo bueno...y no tu música clásica de siempre.

No conteste, no estaba de humor para ponerme a hablar sobre mis gustos musicales. El transcurso se comenzaba a poner familiar y fue ahí cuando me di cuenta de dos cosas muy importantes: la primera es que ya se a donde vamos...a la plaza que tanto le gusta ir y eso quiere decir que me espera un día muy largo de compras y la segunda es que no hemos hablado mucho, ni siquiera en el desayuno, lo que es muy preocupante porque ella nunca es así, habla hasta por los codos; y para ser honesto no se cual de las dos situaciones me da más miedo.

-Por milésima vez...se te ve bien.

-¿Seguro? ¿No está muy corto y escotado?

-No, soy tu hermano...¿Crees que si estuviera muy escotado te dejaría siquiera probártelo?

-Tienes razón...en ese caso me lo llevo...

-Por fin, creí que esto jamás iba a terminar...es mas creo que quiero llorar.

-No seas dramático, además aun me falta ver unos zapatos que combinen con este vestido.

-No por favor, tienes millones de zapatos en tu casa, no necesitas comprar más.

-No tengo unos que combinen con este vestido en especial.

Fuimos a más de cinco tiendas de zapatos para que al final se decidiera por los que vio en la primera tienda. Pero a mi seguía preocupándome su silencio, todas nuestras platicas fueron sobre su trabajo y lo mucho que le gusta ser editora en jefe de la revista que le encanta, de ahí su obsesión por la moda. Pero creí que esta salida sería un interrogatorio por mi vida, pero no hemos hablado de mí durante todo el día, lo que es horrible porque soy genial.

-Oye ¿Qué te parece si comemos unas hamburguesas?

-Buena idea, ya tengo un poco de hambre ¿Y tú?

-Bastante, este deporte de las compras es muy agotador...- su mirada se comenzó a desviar mientras caminábamos y comenzó a cambiar de dirección mientras caminábamos.

-Ahí sí que no voy- por suerte me di cuenta antes de su siguiente compra antes de que entrara a la tienda.

-Por favor no seas percinado y ven conmigo, es una tienda de ropa interior... ¿Qué tu no usas?