Capítulo 2

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Alejandro entra en el despacho del director, donde el director se halla sentado, con un rostro serio y autoritario.

-Verás, chico. Lo que acabas de hacer es una clara infracción a las normas de nuestro centro.- Le dice el director a Alejandro, con un rostro que muestra preocupación.

-Fue en defensa propia.- Dice Alejandro.

El director es ya un hombre mayor, de unos 60 años o más. Es un hombre honrado y justo, y que siempre ha tratado con aprecio a Alejandro. Por eso su indignación al enterarse de lo sucedido con Seth.

-Verás, chico. Si te creo. Yo sé que tú no pegarías a alguien sin una buena razón, pero no puedo entenderte si no me lo cuentas.- Dice el director.

Entonces, Alejandro, con sudor en su piel, se dispone a hablar.

-Verás. Estaba enseñándole a Heather el castillo medieval que había hecho con madera, y entonces, para fastidiar, llegaron Seth y Dave. Son un par de matones. A mí me destruyeron el castillo, pero eso no fue lo peor. Seth, aprovechando su fuerza bruta, cogió a Heather y la agarró como si fuera su rehén o algo así. Yo la salvé, pero tuve que meterle un puñetazo en la cara a Seth, porque si no no iba a soltarla. Además, el muy pervertido iba a bajarle la falda. Le di el puñetazo, y me asusté al ver que le sangraba la nariz. Él salió llorando de allí, corriendo hacia los profesores para contarlo todo. Es un mentiroso y un manipulador. Además, cuando entraba al despacho pude oír a Heather llorando, seguro que por el trauma psicológico que eso le podría dejar. Y yo no habría hecho lo que hice si Seth hubiera sido amable y hubiera soltado a Heather.- Le explica Alejandro.

-Vaya, chico. Me cautiva tu dominio de las palabras, pero necesitaré hacer pasar a Heather. Le diré a mi secretaria que la meta en el despacho. Quiero hablar con ella.- Dice el director.

Entonces, el director se levanta un momento solemnemente de su silla para avisar a su secretaria. Cuando vuelve, la secretaria pasa junto con Heather, que se queda dentro de la sala. La mesa del director está llena de documentos y expedientes, con un ordenador de sobremesa conectado a un ladrón en el que hay cuatro enchufes. La sala posee dos bancos, uno enfrente del otro, y que hacen como de sala de espera.

Entonces, al entrar Heather, se puede notar el miedo en su rostro, como si le hubiera pasado una estampida de toros salvajes a su lado.

-Bueno, Heather. Cuéntanos lo que pasó.- Dice el director, como si fuera un policía interrogando a un criminal.

-Bueno. Alejandro estaba enseñándome el castillo que había hecho. En ese momento, llegaron esos dos matones, Seth y Dave, y empezaron a hacer de las suyas. Destruyeron el castillo de Alejandro, y me cogieron a mí como si fuera su rehén. Por un momento pensé que Seth iba a matarme. Tenía cara de psicópata, y entonces fue cuando Alejandro le pegó un puñetazo en la cara. Lo hizo para protegerme. Pido por favor que no lo castiguéis. Es un héroe.- Dice Heather.

Entonces, Heather se vuelve para dar un enorme y envolvente abrazo a Alejandro, quien se lo corresponde. Se nota que Heather se encariñó con Alejandro desde el momento en que la salvó de Seth.

-Bien. Traed a Seth y a Dave. Estarán castigados y expulsados una semana.- Decreta el director, autoritario. -Y en cuanto a ti, Alejandro, fuiste un héroe por salvar a tu amiga. Ahora eres un ejemplo a seguir para todos tus compañeros.- Le dice.

Entonces, entre tanto alboroto, termina el horario de clase, y todos los niños se van a sus casas. Su padre adoptivo, Diego, viene recogiéndole con su coche de policía. Entonces, Alejandro se siente algo raro, como si hubiese sentido un instinto primitivo al pegar a aquel estúpido matón.

-Me han contado que has pegado a Seth.- Dice Diego.

-Lo hice para proteger a mi amiga Heather.- Le dice Alejandro.

-Lo sé, chico. Fuiste muy valiente, pero tienes que llevar cuidado. En esta sociedad hay unas normas, y que si no las sigues, puedes sufrir mucho.- Le dice Diego. -Me desobedeciste deliberadamente cuando te dije que no te metieras en líos.-

Entonces, siguen hablando, y continúa el trayecto hasta su casa.

...

Alejandro y la Piedra del DestinoWhere stories live. Discover now