Capitulo Especial.

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Capitulo Especial, Día de las madres. Para Ti.

Hoy es un Día muy especial sobre todo para Ti y muchas señoras en el vencidario.

Para ti, que me has criado muy bien—Según las señoras del vencidario— sin la ayuda de papá me hace verte la persona mas poderosa del mundo. Te regalo un Amarilis.

Para ti, que aunque lloraste a escondidas en tu habitación para poder darme una de tus poderosas sonrisa. Te concedo muy tarde mi Amapola Roja.

Para ti, que luchaste todo este tiempo por mí, y nunca dejaste depositar tú amor en mi a pesar de los tiempos duros que pasaste. Te dejo estas flores amarillas, quienes representan la fuerza y vitalidad que mostraste en esos momentos.

Para ti, que no me dejas verte debil y no me permites calmar tu penas con mis pequeños y ligeros hombros. Te regalaré una Caléndula, para que en estas puedas depositar tus penas que mis hombros por ahora no podrán aguantar.

Para ti, que sé muy bien que aún muestras tus miradas vacias a espalda de mi. Te dejare estas Centaurea para que puedan llenarte de felicidad.

Para ti. Solamente para ti te las daré. Te obequio un Cincoenrama.

Y por el resto de la vida te obsequiare una Camelia.

Iwaizumi Hajime.

La pelinegra sonrió con nostalgia al encontrar aquella carta en unas de las cajas de la mudanza. Observó con cuidado cada una de las flores que su pequeño hijo de nueve años había hecho cuando este estaba en cuarto grado como obsequio hacia ella en el dia de las madres.

Algunas estaban dobladas, así que olvidando todo el trabajo que tenía que hacer por la mudanza se dispuso a desdoblarlas lo más que podía sin dañar más las manualidades.

Las flores estaban echas de cartón, así que si le dificultaba un poco el poder desdoblarlas y dejarlas en el mismo estado que se las había entregado por primera vez Hajime; pero de igual continuó con cada unas de las flores, repasando el significado que el menor les había dado para ella. Ya no importaba si no estaban dobladas, de igual forma ella lo sujetaba suavemente con sus manos y las arreglaba esparciendo sus pétalos de cartón.

Se levantó del duro suelo aún observando las flores que se encontraba acostadas en el suelo, desvió por un momento su mirada a unas cajas que se encontraba al lado de la mesa.

Evitando aplastar algunas de las flores se dirigió al pilar de pequeño nivel formado por cajas con unas entiquetas grandes en donde claramente tenía escrito "Frágil". Con cuidado bajó la primera caja y se dispuso a buscar si podía encontrar algo para poder lograr su objetivo.

No encontró nada hasta dar con la segunda caja. En esta había encontrado un Vaso gordo de vidrio con unas figuras de soles en todo aquel cilindro, sastifecha de lo que había encontrado agarró los periódicos que había utilizado para envolver el objeto antes de hacer la mudanza a un lado para volver a levantarse del suelo.

Colocó suavemente cada una de las flores en el vaso, algunas moviendolas de un lado a otro para poder quedar bien y combinar con las otras flores. Enrolló la carta y la amarró con un listón; el listón que había traido las flores amarradas y la metió junto a las flores.

Aunque aquel mueble aún le faltaba más cosas para verse lleno, ella al colocar aquella decoración se sentía como si no necesitaba ponerle más cosas. Sastifecha de lo que había hecho no pudo más que dar una sonrisa llena de orgullo a la misma soledad que se encontraba en la casa, hasta que oyó la puerta abrirse.

—¡Ya volví! —Dijo cerrando la puerta de la casa. —¡¿Qué es esto?! —Exclamó pidiendo una explicación al ver la mayoria de los platos en toda la entrada de la casa. —¿Por qué los platos estan en el suelo? —Le preguntó a la mayor al verla en el pasillo de la entrada.

—Estaba buscando algo, así que sin querer hice todo esto — Le respondió mientras se hincaba y movia a otro lado los platos, dandole espacio al menor para sentarse y quitarse sus zapatos en la entrada. —¿Conseguiste el uniforme?

—Si, pero tuve que agarrar una talla grande, no había de mi talla exacta. — Le respondió.

—¿Quieres que lo arregle por ti? — Le volvió a preguntar dirigiendose de nuevo a la sala seguida por el menor.

—No hace falta —Le respondió de nuevo. Al ver el estado que se encontraba la casa ocasionó un tic en las cejas del menor. — ¿Por qué no desempacaste las cosas? —Le preguntó al ver la mayoría de las cajas intactas.

—Ya te lo dije estaba buscando algo — Le respondió obvia.

El peli negro solamente suspiró para después dirigirse hacia su mamá y ayudarla a terminar por completo la mudanza.

Al pasar al lado del mueble no pudo evitar mirar fijamente la pequeña decoración que sabía que su madre había colocado. Un poco apenado bajó la cabeza y susurró lo suficiente audible para la unica qué la acompañaba.

—La próxima... Te regalaré unas de verdad — Le dijo.

Su madre había mostrado sorprendida. Sus ojos no pudieron evitar cristalizarle al entrecerrarlos y mirar la espalda del menor. Su altura no era de mucha diferencia con la de su hijo, eran de la misma altura, así que sin mucho esfuerzo le acarició el pelo con una mano y con la otra deshacia las pequeñas lágrimas que se formaron en sus ojos.

—¡No hace falta! —Le Sonrió mostrando su dentadura.

Su sonrisa fue tan brillante y Sincero para el pelinegro que no pudo evitar también sonreír con la mayor.

—Ahora que lo pienso. ¿Qué paso con Oikawa-kun? Me habías dicho que armó un escandalo al enterarse qué nos mudariamos. ¿Le explicaste bien las cosas?

—Si. Ese idiota pensó que me iria a Tokyo. —Le repondió con recelo al recordar el Show que su amigo le regaló al confesarle eso. — Solamente nos mudamos seis cuadras más. No es tanta la diferencia.

—Aún así es tú culpa es que no se hayas explicado bien —Le reprochó la mayor colocando sus manos en su cintura. —La próxima vez traélo a Cenar. —Le pidió suavemente.

—Esta es la casa en la que él nunca entrará. —Le rechazó la petición con esa oración, pero antes de que su madre volviera a decirle algo ya había salido por completo de la sala para ir a dejar sus cosas a su habitación.

La Iwaizumi suspiró, de todas formas ella sabía que igualmente algún día traería al castaño al hogar así que no le tomó mucha importancia.

—Bien. Hora de trabajar antes de que llegue la hora de la cena.

Aclaración: Esto ocurre cuando Iwaizumi estaba recién comenzando la secundaria. No creo que esto afecte el flujo de la historia porque es un especial. Al menos que yo misma haga unos cambios (?


...

¡Oshiete, Iwaizumi-senpai!

Mejor tarde que nunca(?

Amarilis: Admiración.

Amapola Roja: Consuelo.

Flores Amarillas: Fuerza y Vitalidad.

Caléndula: Calmar tus penas.

Centaurea: Felicidad.

Cincoenrama: Afecto Materno.

Camelia: Te querré siempre.

Un pequeño especial por el día de la madre, aunque lo suba dos días después. El significado de cada flor lo busqué por internet, así que en el caso de que me haya equivocado en algunos de estos, me disculpo de antemano por  no investigar mejor.

También Disculpe de por algunas faltas de ortografía. Lo escribí con sueño así que supongo que me habré equivocado en algunas palabras. xD

¡Espero que le haya gustado!


¡Ey, Iwaizumi-senpai!Where stories live. Discover now