Horas

El sonido de la alarma me despierta de mi placentero sueño, me pregunto ¿Por qué habré puesto la alarma tan temprano? La alarma sigue sonando estrepitosamente, aunque no me importa solo quiero seguir acostado en mi cama sin hacer nada. Hoy es mi día libre, no tengo que estudiar, trabajar ni siquiera tengo planes con mi novia; mi único plan es ser esclavo de la flojera que se esta apoderando de mi. No le veo nada de malo que pase todo el día acostado en mi cama, igual terminare en ella al final del día.

Tapo mis ojos con mi antebrazo con la esperanza de volver a dormirme, pero no sirve de nada, taparme los ojos no servirá para que deje de escuchar la alarma. Estiro mi brazo libre en busca del despertador, palmeo la peinadora y solo toco las cosas que no necesito. Sigo intentándolo, mis intentos son fallidos hasta que lo único que consigo es tumbar el despertador. Lo peor de todo es que sigue sonando. Esto se vuelve algo realmente fastidioso, ahora tengo que abrir mis ojos, levantarme de mi cama para poder callar a esa molestia sonora.

Me levanto de mala gana, me siento en el borde de la cama y miro el despertador. Ahora lo recuerdo, se me olvido quitar la alarma semanal. Que irritante es levantarse un sábado a las 6:30 am. Podría intentar dormir nuevamente, pero una vez que me levanto se me hace muy difícil dormirme otra vez, solo debo esperar que llegue la noche. Por fin recojo el despertador y apaga la alarma, por alguna razón siento que tarde una eternidad en apagarlo, pero a la vez siento que esa eternidad duro solo dos minutos. Lo coloco nuevamente en su lugar.

Me levanta de la cama con dirección al baño, me cepillo los dientes y me lavo la cara con agua para deshacerme un poco del sueño. Me miro al espejo y me hago la mayor pregunta del día ¿Qué hare en todo el día? Ya que este es mi día libre de compromisos no tengo nada planeado y soy malísimo para elaborar planes. Desearía tener el ingenio planeativo que tiene mi madre, pero creo que para poder tener ese ingenio debí haber nacido como mujer. Soy el típico cliché de hombre que lo único sabe planear es sentarse al frente del televisor y pasar ahí todo el día. Bajo la tapa del inodoro para sentarme y pensar, existen mejores lugares para sentarse, pero el inodoro es el mejor lugar para pensar. Estoy 100% seguro de que Confucio se la pasaba en el baño.

Miro fijamente el techo, ¿En serio mi vida es tan rutinaria? Creo que no me había dado cuenta antes. No puedo creer que necesité levantarme temprano para darme cuenta de lo aburrida que es mi vida. He estado tan pendiente de estudiar para lograr graduarme y así conseguir un mejor trabajo del que ya tengo. ¿Acaso este es el sentido de la vida o es el sentido de mi vida?

¡Que carajo! Veré televisión, son las 7:00 am así que ya deben estar pasando caricaturas.

Tenia tiempo sin ver caricaturas y ahora que las veo ¿Desde cuando se volvieron tan malas? Son estúpidas y sin sentido ¿Qué le paso a esos grandes canales que yo amaba porque marcaron mi infancia? ¿Es que los guionistas se quedaron sin ideas? ¿Los niños de hoy en día tienen una gran falta de concentración y por eso no pueden ver una montaña de 3.000 metros de altura? Todos esto es basura, y lo peor de todo es ese mapa parlante que pregunta la dirección ¿Cómo es posible que un mapa pregunte la dirección? La televisión de hoy en día da asco.

Mi celular empieza a sonar, reconozco ese sonido, no necesito agarrarlo para saber que me llego un mensaje de mi novia.

- ¿Ya viste las noticias? – Es lo que dice su mensaje.

Rápidamente cambio de canal sintonizando el de las noticias. Lo que veo y escucho me impacta, no me esperaba algo como esto.

No puedo creer todo esto, parece una broma de mal gusto, es como sacado de una película de ciencia-ficción. Tal vez sigo durmiendo y solo es un sueño, porque no me puedo creer que un meteorito impactara con la tierra en un aproximado de cincuenta horas.