La promesa

Capítulo 1

Querido diario, aquí (tn) reportandose:
Como bien sabes, estudio la licenciatura en educación preescolar. Debido a una beca por parte de mi país, logré irme a estudiar a Inglaterra. Debo de mencionar que el primer día de clases casi me pierdo en todo el campus, ese lugar es ridículamente enorme!!! De no ser por Arthur Kirkland, habría faltado a todas mis clases en el primer día. Fue ahí cuando quede totalmente enamorada de él. Y es aquí donde quiero detenerme, eso ya paso hace cinco meses exactos. Pero, me gusta como si tuviera años conociéndolo y sabiendo que pasa con él. La primera vez que traté con Arthur que lo había visto antes. Lo que me sorprendió fue que mi collar reaccionó por unos instantes.
"Lo he encontrado!!! Lo he encontrado!!!" Gritó una voz en mi cabeza. Diario mío, sabes que no tengo problemas mentales. Sino que hay unas gemas que tienen vida, incluso estando fragmentadas. Desde hace algunos meses descubrí aquello cuando pude escuchar su llanto después de que encontré una roca sucia en la arena. Al limpiarla resulto ser un trozo de piedra jade. Pero, lo que más me sorprendió fue que me contara su historia. Ese día lloré como nunca, sintiendo pena por su tragedia. Juré ayudarla a buscar a su pareja, aunque no sabía bien como lo lograría. Y ahora, justo después de conocer a Arthur, Jade había exclamado que podía sentir la presencia del Rodocrosita. Por esa razón le he pedido a Arthur que se reúna conmigo para contarle todo.
Deseame suerte, (tn) fuera.
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Mi cuerpo se recostó unos segundos en la cama suave y cómoda. Estaba nerviosa, puede que creyera en lo que le decía o puede que no... Además, tampoco me había dado señas de que él supiera algo. El timbre me alertó que alguien había llegado. Tome mi collar con el trozo de Jade que había en él y baje rápido a recibirlo.
-Pasa, Arthur. Pasa. -Le invité mientras abría la puerta. El inglés pasó mientras me entregaba un pequeño ramo de flores.
-No es algo especial... Sólo, no se me ocurría que podía traerte al invitarme un poco de pastel. (Fue lo único que se me ocurrió para verlo fuera de la escuela) -Se excusó con las mejillas sonrojadas. Mi corazón latía de emoción, tome las flores y le hice un además con mi mano libre. -Por aquí. -Le indiqué para dirigirme a la cocina, ahí acomode mi regalo en un florero con agua fresca. Serví té en unas tazas muy lindas y algo de pastel de vainilla casero en unos platos.
-Déjame ayudarte. No es que me importes, sólo no sería de un caballero inglés dejarte hacer todo. -Volvió a decirme nuevamente mientras tomaba las tazas. Nos sentamos en el comedor, mientras el comía felizmente el pastel decidí llamar su atención.
-Arthur... Tengo que contarte algo. Por favor escúchame por más loco que te suene todo. -Le dije después de darle un buen sorbo a mi té de (tsf) endulzado con miel.
El inglés me miro con aquellos ojos esmeralda que cautivaban lo profundo de mi corazón. Entonces, relaté la historia de las dos gemas que se amaron al punto de dejarse romper juntas. Lo hice tratando de contener mis lágrimas y mantener mi voz entendible. Él sólo me miraba en silencio.
-Entonces, el primer día que me topé contigo Jade dijo que había sentido su presencia... -Concluí tratando de limpiar mis lágrimas con una servilleta. Todo quedó por segundos en un silencio total. Empecé a creer que tal vez... Arthur ahora si creía que estaba loca de verdad.
-... Jade... -Dijo apenas en un murmullo. Se apresuró a buscar algo en la bolsa de su pantalón y sacó un llavero que tenía una canica... Con un pedazo de gema verde.
-Eso es... -No pude terminar, Arthur tomo el fragmento, liberandolo de la canica. La cual se había roto como una burbuja de jabón.
Al instante yo dejé el pedazo de Jade en la mesa.
Ambas gemas brillaron una vez que quedaron juntas.
-Gracias, (tn)!!! -Exclamo Jade, yo estaba tan emocionada que no podía parar de llorar.
-Te extrañe, Jade. -Dijo el fragmento de Rodocrosita. Arthur sólo me pasaba constantemente algunas servilletas.
Entonces pasó algo que nunca antes había pasado, aparecieron dos personas semi transparentes delante de nosotros... Jade era... Una imagen de mi misma, sólo que su piel y cabello eran verdes... Y el Rodocrosita era igual a Arthur, también sólo variando en su color de piel y cabello.
-... Gracias... -Dijo el Rodocrosita... Su voz era un poco más suave que la del chico que me gustaba...
Jade se acercó a mí.
-... Quiero pedirte un último favor... -Me dijo con los ojos igualmente desbordandose de lágrimas. Asentí con la cabeza. -Lo que quieras, dime. -Contesté limpiando mi cara.
-... Quiero besarlo una vez más... -Me dijo avergonzada. Cómo iba a lograr eso??? El Rodocrosita se acercó a Arthur. Los cuerpos físicos de la gemas desaparecieron lentamente, me moví sin pensarlo. El fragmento de Jade cayó sobre la parte dorsal de mi mano izquierda... Y se incrustó sin dolor sobre esta. Al voltear a ver a Arthur, él tenía el fragmento en el dorso de la mano derecha.
"Una vez más"
Escuche la voz de Jade, mi cuerpo empezó a moverse en dirección a Arthur. Me sonrojé cuando me abrazo por la cintura... Sin mayor preámbulo... Nuestros labios chocaron con necesidad, cerré los ojos. Las lágrimas resbalaron con mayor frecuencia. Un beso... Dos... Nuestros labios se encontraban una y otra vez. Llevé mis brazos a su cuello. Nos separamos cuando realmente necesitamos oxígeno. Entonces Rodocrosita y Jade se separaron de nuestros cuerpos, cayeron entrelazados. Brillaron y al tocar el suelo... Un corazón esmeralda hizo aparición. Lo recogí en seguida... Llevándolo contra mi pecho.
-... Al fin están juntos... -Dije entre lágrimas confundidas de felicidad y tristeza.
Los dedos de Arthur acariciaron mis mejillas. Mis ojos castaños se encontraron con sus ojos verdes.
-... Yo... -No sabía que decir o pensar. Todo parecía tan irreal, tan hermosos y triste.
-... Su historia no ha terminado... -Me dijo mientras se acercaba una vez más a mí, el corazón se me aceleró. -... Arthur... -Murmuré su nombre con voz temblorosa. -... Tampoco la nuestra... (Tn)... Te quiero... -Me declaró con las mejillas sonrojadas. Sonreí cómo tonta. - También te quiero... -Respondí para besarlo una vez más. Es verdad... Nada había terminado, apenas estaba comenzando.

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Querido diario, aquí (tn) reportandose:
Es oficial, estamos esperando a nuestra preciada Esmeralda. Arthur y yo vamos a ser papás de una niña encantadora. Nuestra primera fusión.
(Tn) fuera.
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