-¡AUUUUUU!

-Ash, no seas chillón.- Le dije al rubio ojiazul mientras sacaba una venda para cubrir su herida expuesta y prevenir infecciones posteriores.

-Qué alivio, sólo está roto. ¡Si hubiera llegado a comerte, hubiera sido tu final! Tienes mucha suerte de que tus huesos sigan ahí al menos...

-Ó, cabría la posibilidad de que le hubieras dado indigestión al monstruo, o ya de plano darle un paro cardiaco con tanta grasa.- Las bromas que le hacíamos Feli y yo obviamente no le hicieron gracia al estadounidense por lo crueles que sonaron.

-... Chicos, dejen de asustarme con esas cosas... - Comentó Alfred aferrándose su hombro herido mientras le terminaba de vendar, pero luego lo miré seriamente.

-Pero ya, hablando enserio. Al, perdiste: igual que el resto de nosotros.- Declaré seria y solemnemente lo ocurrido, a lo cual el ojiazul bajó la cabeza con su orgullo por los suelos.

-¡(Nombre)! ¡Llévate al niño y a ese idiota bueno para nada de vuelta al refugio! ¡Puedes sermonearle después! – Exclamó el rubio ojiverde volteándose a vernos para darnos instrucciones, y debido a lo que ordenaba no estaba dispuesta a seguir sus órdenes.

-¡¿Qué?! ¡¡No!! – Vociferé negando rotundamente la ordenanza que quería darme, sacudiendo mi cabeza mientras negaba.- ¡No te dejaremos pelear solo!

-... ¡¿Tendré que ser salvado... de nuevo...?! En ambos, pasado y presente... siempre soy... - Alfred apretó los puños diciendo aquello, pareciendo querer entrar en una psicosis interna.

-¡Espera! ¡Yo también voy a luchar! – Exclamó el joven italiano nervioso por poder ayudar al inglés, sin embargo sentía que no podía dejar al estadounidense solo y menos en el estado delicado que se encontraba. Apretó sus puños y se giró al ojiazul.- Lo siento, Estados Unidos, ¡pero tendrás que quedarte aquí!

-¡No voy a matarlo! ¡Sólo estoy ganando el tiempo suficiente! – Exclamó Arthur mientras concentraba su poder para detener al monstruo.- ¡Si todos intentamos correr ahora, Estados Unidos será atrapado! ¡Si lo distraigo mientras lo ayudan, tendremos más probabilidades de salvarnos!

-P-Pero... Inglaterra, tú solo no podrás hacer mantenerlo a raya.- Habló Feli decidiendo a pelear a su lado. No sabía qué hacer por mi parte: Feli y Alfred necesitaban volver al segundo piso para estar seguros, pero Arthur no podría contenerlo por mucho tiempo, y necesitaría toda la ayuda posible. ¿Qué haría alguien más en mi lugar?

-En ese caso, yo lucharé con ustedes...

-¡¿Ah?! – Abrí mucho los ojos al reconocer ese timbre de voz, cuando de pronto una figura blanca cruzó a nuestro lado de un salto posicionándose junto al inglés. Resultando ser Japón cayendo agazapado como un tigre al asecho.

-¡¿Japón?! -¡¿Kiku?! – Vociferamos el joven italiano y yo al unísono cuando lo vimos dándonos la espalda para poder defendernos.


"Los lazos que me fortalecen"


-Habiendo dicho esto, mi fuerza no es infinita.- Comenzó a explicar el recién llegado levantándose mientras se acomodaba los huesos de su cuello.- El meterme en tantas batallas ha sido un poco duro para mi cuerpo, incluso desgastarlo.

-Thanks you.- Dijo Arthur asintiendo con la cabeza aceptando la ayuda del japonés.- Si tratas de discutir algo más, te va a atacar también. Simplemente hazlo, ¡rápido!

-Agh... - Le escuchamos a Alfred quejarse de su herida, sin embargo no se encontraba en condiciones de moverse por el sangrado. Quizá Kiku haya venido para dar su apoyo, pero algo me decía que él solo no sería capaz de auxiliar al inglés; fruncí el entrecejo con determinación y me volteé a ver a Feli.

Lágrimas de Sangre - HetaOni!XLectora (Crossover)Where stories live. Discover now