Parte sin título 3

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El ambiente en la sala era incómodamente silencioso, Angus miraba sin hambre la sopa servida en su plato de cerámica, no tenía hambriento, tenía miedo, estaba preocupado tanto por su pequeño amante como por su propia vida, pues era solo cuestión de tiempo para que aquella masa de nervios e ira asesina a quién llamaba hermano atravesara la puerta para darle un castigo que probablemente no merecía.

El rubio solo se limitó a suspirar mientras apartaba la silla dejando lugar para levantarse e irse de l.

Se dirigió a su habitación, al llegar cerró cuidadosamente la puerta con traba y se lanzó sobre la cama a pensar en suprimo. "¿Cómo estará?", "¿Habra pasado algo?", Esto era lo único en lo que podía pensar cuando un golpe de gran magnitud se escuchó desde la planta baja seguido de gritos, cosas rompiéndose, garras arañando las paredes y finalmente solo un silencio sepulcral que le dejó los pelos de punta al adolescente.

No podía gritar o lo que sea que estuviese abajo lo escucharía, no podía bajar ni saltar por la ventana, jamás le ganaría a esa cosa con una pierna rota, ¿cómo estaba tan seguro de que "eso" no era humano?, simple, un aullido se lo confirmó.

No sabía qué hacer, estaba desesperado, un sudor frío le recorrió el cuerpo mientras escuchaba las garras del animal chocar sobre los escalones. Pasaron los minutos, era una atmósfera tensa, Angus estaba escondido en el armario con la luz de su celular iluminando su cara mientras intentaba llamar a la policía una y otra vez pues la señal era mala.

Sus nervios no se calmaron incluso cuando oyó la voz de una mujer del otro lado de la línea dispuesta a ayudarlo; Se aferraba al aparato temiendo que este se cayera, estaba a punto de dar su dirección cuando la puerta del armario fue abierta de golpe y el teléfono si cayó, se quebró y la llamada se cortó así como la respiración del muchacho, aquello que estaba frente a él era inhumano, fantástico, impensable.

Un lobo negro, de magnitudes extraordinarias, se encontraba parado sobre sus patas traseras mirándolo con unos ojos de un dorado intenso colmados de ira. El muchacho no pudo reaccionar a tiempo cuando fue atacado por esta bestia. Se le cayeron lágrimas acompañadas de un grito desgarrador al sentir como se hundían sus enormes colmillos en su piel, más específicamente en su hombro extremadamente cerca de su cuello.

Era más que obvio que por algún motivo el animal no quería matarlo porque si realmente lo hubiese deseado, ya estaría en el piso siendo devorado vivo. El enorme lobo se quedó quieto sintiendo la sangre cálida llenar su hocico hasta caer por los costados de sus fauces.

Angus se aferraba al pelaje de su cuello, no llegaba a rodearlo completamente con sus brazos pues era demasiado grande, sus ojos en blanco repletos de lágrimas que resbalaban por sus mejillas y algo de saliva mezclada con sangre saliendo de su boca mientras respiraba con dificultad, quejándose adolorido. Escuchó algo que hizo que sus pupilas se dilataran y volviera en sí. El sonido de una patrulla estacionando frente a la casa y aquellos oficiales entrando sin previo aviso en la casa.

-¡A...Ayuda!- dejo escapar un grito con toda la fuerza que le quedaba. El animal se apartó de él bruscamente al ver a los hombres apuntándolo con sus pistolas.

El rubio cayó al suelo sobre un charco de su propia sangre y todo se volvió negro, creía que moriría y lo último que vio fue a una oficial de policía acercándose a él haciéndole una pregunta que no llegó a escuchar. La bestia apoyó sus patas delanteras sobre el suelo y se puso a la defensiva preparado para cualquier cosa, sin embargo, no atacó, prefirió fugarse saltando por la ventana, traspasando el fino cristal empañado por el frío de la noche y corrió a toda velocidad hacia algún paradero desconocida.

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⏰ Last updated: May 13, 2017 ⏰

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Juguete de mi familia [yaoi]Where stories live. Discover now