FIGHT (One Direction)

"Nota"

Capítulo 3

— Sigamos. —Carl incrustó un cuchillo en la cabeza del chico.

— Espera, quiero hacer algo antes de seguir avanzando. —Me acerqué al cadáver del joven asiático.

— Seguro. 

Arrastré el cuerpo hacia un prado que habíamos pasado hace unos minutos, recogí varias hojas, que habían caído por la temporada de otoño pasada, la mayor cantidad que pudiese para cubrir todo su cuerpo, y en su rostro coloque una flor de pétalos blancos.

— ¿Haces eso con cada cadáver que encuentras?

— No. —Suspiré.— Hace tiempo no lo hice con una persona especial... Muy especial para mí, y tenía la necesidad de hacerlo en nombre de él.

— Lo siento. —Se acercó a mí, y cómo si leyera mi mente, me ofreció un abrazo.

No aparté la vista de la flor, esta tenía ese color blanco que simbolizaba la paz, que espero que encuentre este joven que murió a manos de un desalmado.

— Sigamos, hay que regresar rápido para no preocupar al resto. —Intenté sonreír para ocultar mi dolor.

— Si quieres puedes volver, yo iré por la nota.

— Te acompaño, además me importa leer esa nota ya que ahí esta escrito mi nombre. —Llené de aire mis pulmones y relajé mis hombros liberando la tensión de ellos.

— Esta bien, sigamos.

Volvimos al rumbo, pero aún no podía sacar esa sensación indescriptible de mi pecho por Liam, sé que dejarlo fue el peor error que pude haber cometido. Además de haberme olvidado de estos chicos, no sé cómo, ni se cuándo pero de repente es cómo si los recuerdos con ellos hubieran desaparecido, pero en quién no dejo de pensar es en Fabián.

¿Como estará él ahora? ¿Se habrá olvidado de nosostros también?

— Aquí es. —La voz de Carl me sacó de mis pensamientos.

— Esta letra... —Acerqué mi mano, y retiré la nota del árbol.

— ¿La reconoces?

— Aún no, pero se me hace un poco familiar. —Fruncí el ceño, esforzándome en recordar donde había visto este tipo de escritura antes.

— ¡Cuidado! —Carl gritó avisándome que un caminante apareció al lado mío, al ver que se acercaba lo empujé tan fuerte haciendo que cayera a la tierra.

— Gracias, estuvo cerca. —Coloqué mi mano a mi pecho, eso me había tomado por sorpresa.

— Denada. —Con su brazo se cubrió la nariz mientras que con la otra le da fin al caminante que luchaba por su ¿Vida?— Había olvidado el mal olor de estos caminantes...

— Te llegas a acostumbrar. —Guardé la nota en mi bolsillo trasero.

— Exacto. Me leíste la mente. —Sonrió y guardó su navaja en la cubierta que estaba en su cinturón.

Dejamos al caminante cerca al árbol y regresamos por el mismo camino. Todo era silencio, lo único que se oía eran nuestros pasos retumbando en el suelo. Miré a Carl y él solo miraba al frente por donde caminaba, en cambio yo metí mis manos en los bolsillos mientras miraba el camino terroso pensando en un tema de conversación.

— ¿Te puedo preguntar algo? —Dije tímida a su respuesta.

— ¿Sobre qué? —No despego su mirada de enfrente, acción que me dió tiempo para dejar de estar nerviosa.