6 (Segunda y última parte)

88.5K 9.5K 21.5K
                                    

Si seguía así iba a volverse loco. Las imágenes que se reproducían constantemente en su cabeza iban a terminar por desquiciarlo.

Con cada día que pasaba se volvían no solo más frecuentes, sino que más nítidas. Recordaba a la perfección lo que había estado haciendo con Potter antes de perder la conciencia. Y lo que habían estado haciendo en la nieve la misma madrugada, en especial lo ocurrido después de aquel improvisado partido de quidditch. Y aquella vez que había domado a un kelpie por el simple hecho de darle un paseo a Potter.

¡Por Merlín, un kelpie! Ni con Pansy había hecho tanto esfuerzo. De hecho, no había hecho esfuerzo alguno. Nunca había sido necesario, lo más atento que había sido con ella era en lo que a las relaciones sexuales se tratase, y lo hacía porque quería ser un buen amante y que le devolvieran el favor.

Pero ahora cada vez que cerraba los ojos revivía con demasiada claridad aquellas escenas. Todas las cursilerias que había dicho y hecho. Cada sonrisa de Potter, cada gesto fruncido, la sensación de su mano con la suya, de sus labios contra los suyos. Podía escuchar sus suspiros si le ponía empeño a sus recreaciones nocturnas.

—¿Otra vez no vas a bajar a desayunar? —le preguntó Theo, observandolo desde el marco de la puerta.

Draco estaba sentado en su cama, perdido en sus pensamientos, como le pasaba últimamente.

—No tengo hambre.

Theo resopló y se adentro, cerrando la puerta tras de sí.

—¿Vas a seguir con esta actitud antisocial mucho tiempo más? —le preguntó acercándose y sentándose a su lado.

—Ellos son los anti-Draco —farfulló sin mirarlo—. Y si bajo terminaré matando a alguno de esos idiotas, inclusive al mismo Potter. O intentándolo al menos, ese maldito tiene más vidas que un ave fénix.

Su amigo rodó los ojos.

—Sí, estuviste corriendo tras el trasero de Potter toda una semana, es vergonzoso... y patetico.

Draco enarcó una ceja.

—¿Se supone que me estás consolando?

—Pero tú al menos tienes una excusa —continuó Theo, ignorando su pregunta—. Fuiste engañado para tomar una poción de amor. Potter no tiene esa suerte.

—¿Estás saliendo en su defensa?

—No estoy saliendo en la defensa de nadie, solo te cuento lo que observo.

—Oh, ¿y qué es lo que observas? —dijo Draco, con el tinte de sarcasmo en su voz—. Ilumíname.

—Veo que no eres el único perjudicado —dijo Theo, sin perder la calma—. No tengo idea de lo que ocurrió entre ustedes en todas esas escapadas que tuvieron, pero no he visto a Potter jactarse de eso.

—Weasley sí que lo hizo.

—No estamos hablando de la comadreja —le cortó—. Si me preguntas, Potter no tenía idea de lo de la poción. Creo que pensaba que estabas interesado en él genuinamente.

La habitación se sumió en un silencio. Los ojos de Draco clavados en la alfombra verde oscura de la habitación. No pensaba responder, pero ante la penetrante mirada de su amigo, se puso en pie, deseando distancia de él.

—Yo no busqué nada de esto, Theo —le dijo, sus ojos eran lava de plata—. Nada. ¿Y ahora me estás diciendo que la víctima es Potter? ¿Qué soy el maldito villano de nuevo?

—Yo no dije eso.

—Pero estoy seguro que es lo que todos dicen. ¡Y estoy malditamente harto!. Lo único que quería era graduarme, no estaba en mis planes involucrarme en ningún tipo de relación con "El Salvador Mágico".

De cuando Draco Malfoy abrió su corazón (involuntariamente). [Drarry]Where stories live. Discover now