─De nada ─le respondí, pero no pareció muy convencido. Jugó unos minutos más con la cuchara y se puso de pie con la cabeza gacha. Incliné mi cabeza para mirarlo a los ojos y me fijé que sus mejillas estaban encendidas. 

─JiMin, ¿Qué te ocurre? ─Pero antes de responderme, se abalanzó sobre mí y chocó su boca contra mi ojo─. ¡¿Me quieres dejar ciego?!

¿Qué había intentado hacer? Casi asesina a mi pobre ojo. 

Me tapé el ojo herido con la mano y lo observé. Estaba de pie frente a mí e incluso más colorado que antes. 

En eso, volvió JiWoo. Tenía una sonrisa en el rostro y tarareaba una canción alegre, pero quedó en silencio al vernos a nosotros.

─ ¿Qué te pasó en el ojo, YoonGi? ─preguntó al darse cuenta que cubría mi ojo. 

─JiMin me golpeó ─le contesté. 

─ ¡No, yo sólo trataba de...! ─guardó silencio, no terminó de decir la frase. 

─De asesinarme, eso querías ─le dije, exagerando la situación. 

─YoonGi, cariño. No creo que JiMin haya querido asesinarte. ¿Verdad, JiMin?

─Por supuesto que no, yo jamás te haría daño ─me calmé unos segundos y en ese preciso momento, apareció SunMi en la puerta de la cocina. 

─Chicos, ¿No me oyen? YoonGi, el auto está esperándote y JiMin, tu hermana se irá si no te apresuras. 

Lo fulminé con el ojo bueno y me encaminé hasta el auto. Afuera se escuchaban los bocinazos que daba JiYoon porque no me apuraba.

─ ¡¿Tienes los pies de lana, YoonGi? Debo dar un examen muy importante y necesito llegar a tiempo! ─gritaba a todo pulmón por la ventanilla. Me subí e ignoré las quejas de mi hermana. Las hormonas la estaban volviendo loca, era lo más seguro.

Después de soportar el llanto de SunHee, el berrinche que armó para que no la dejara, me fui finalmente a la primera clase del día: Literatura. 

─YoonGi, ¿Ya pensaste lo del beso? ─me preguntó Soo cuando llegué. Yo le había advertido que no me hablara hasta que dejara de molestar con eso. Hice oídos sordos y me senté al lado de Hye como si nada hubiese sucedido.

─ ¿Qué pasó ahora? ─inquirió mi prima. 

─Nada ─le respondí. 

─ ¿Qué tienes en el ojo? Está hinchado ─me dijo Hye, con cierto terror en la voz. Yo me toqué el ojo, y en efecto, estaba hinchado. 

─Y morado ─agregó SooYoung. 

Mataría a JiMin cuando volviera a casa.

Desde la torre más alta, sonó la campana anunciando que las clases comenzarían. Bom llegó atrasada y la maestra le quitó una estrella. 

Pasé toda la mañana ideando formas para torturar a JiMin y quitarme a mis amigas de encima. Cuando la clase terminó, estaba guardando mis cosas hasta que la maestra me llamó.

─YoonGi, KiHyun. ¿Podrían venir un momento? ─miré a KiHyun de reojo. Seguía sentado con SeulGi, pero ya no comía pegamento. Incluso, se comportaba como un niño normal. 

Caminamos hasta el escritorio de la maestra y le hice señas a Hye para que supiera que me esperara en el mismo sitio de siempre.

─Necesito que le entreguen esto a sus padres ─nos entregó un sobre blanco a cada uno y nos dedicó una mirada severa.

Ambos asentimos y yo guardé el sobre en mi mochila. 

A la salida, la curiosidad por saber que decía el sobre me estaba desesperando. 

cásate conmigoWhere stories live. Discover now