El amor, la vida y el tiempo

Capítulo 1 - El amor no existe

Estaba ya acostumbrado a viajar constantemente sin embargo, al llegar a este lugar, sentí algo extraño, de esas sensaciones que te indican que algo sucederá pronto. ¿Qué podría pasar en la vida de un chico de 12 años? ¿Chico? Realmente no sabía si era un chico, o era aún un niño, mi estatura no ayudaba a decidirme tampoco, de todas formas eso no importaba.

Llegábamos a nuestra nueva casa, algo humilde decía mi madre, demasiado diría yo. Ahora todo mejorará repetía ella, mientras yo vivía distraído en mi propio mundo, con mis propios problemas y demás, ya saben, esas cosas en las que piensa un chico-niño de 12 años.

¿Qué cosas? Pues lo común...porque yo creo que fui alguien normal. Pensaba en si tendré amigos de verdad, en si seré un buen alumno, si conoceré personas buenas, en si todo mejorará tal como repetía mi madre. Lo ocurrido durante los siguientes meses no es nada interesante, reconocer el lugar, conocer a los vecinos, arreglar la humilde casa en la que vivíamos y cuidar a mi perro. Algo bien casual, bien normal, tal como era yo.

Llegó el momento de ir a clases, enfrentarme a lo de siempre, enfrentarme a los "nuevos del salón" porque ciertamente para mí, los nuevos, eran ellos. Estaba ya, bastante acostumbrado a las miradas acosadoras y raras, como si fuera el nuevo atractivo del zoológico. El primer día de clases no fue muy malo la verdad, tome asiento junto a otro chico nuevo, que por suerte era más bajo que yo, me sentí aliviado. Soy el penúltimo de la fila -susurré con alegría- que por suerte mía siempre fue así en todas las escuelas a las que asistí. No todos tienen la suerte de ser salvado por otros, bueno, otro. Otro más pequeño.

Conocí primero a los chicos, aunque lamentablemente no me hubiera gustado que así fuera, no me llevo bien con los hombres, aunque yo sea uno de ellos. Verán, lo que quiero decir es que, no me agradaba el estereotipo de hombre que se manejaba en ese entonces, y que la mayoría de jóvenes contemporáneos a mí, cumplían a la perfección. Eran maleducados, brutos, toscos, bobos y realmente nada empáticos. Por mi parte, crecí entre mujeres, que se quejaban constantemente del cómo eran los hombres, conocía también el estereotipo negativo adulto de hombre que tenían las mujeres, y sin duda no estaba en mis planes ser uno de esos.

Quizás por eso, aunque yo me consideraba bastante normal, el ser consciente de lo que está bien y mal, me hacía extraño entre los chico-niños de mi edad pero probablemente en una época más antigua, sería un jovencito educado totalmente normal. En fin, estás características empezaban a resaltar entre mis compañeros, que empezaban a agarrarme antipatía, así que empecé a relacionarme más con las chica-niñas. ¿Chica-niñas? Rayos, aún no sabía como decirles, ni como definirlas. A esa edad, ni yo mismo podía... esperaba resolverlo muy pronto.

Conocí a Nazira, mi primera amiga, bueno, realmente no estaba seguro si era mi amiga. ¿Qué era la amistad? Que te hable con cariño, que te pida cosas, que se ría contigo y que hablé así con muchos. ¿Eso era amistad? Bueno, de todas formas, supongo que era mi amiga. Así pasaron las semanas hasta que una tarde recostado en mi cama, descansando, luego de hacer las tareas, me encontraba evaluando y planificando lo que haría el día siguiente. Vaya sorpresa me llevé al darme cuenta que Nazira se encontraba en un noventa por ciento de mis planes. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué está presente en cada momento?

Dejé de estar recostado para sentarme en un viejo sillón, aclaré  mi mente, pensé un poco y la eliminé de mis planes sin dudarlo. Repetí dentro de mí: "El amor, no existe"

El amor no existe, no era el momento. No era la edad. No iba a funcionar. No, y simplemente no. No hay cabida, ni siquiera a una ilusión. El amor debería durar para siempre y no se debería gastar la oportunidad de hacer muchas cosas, solo por un simple gusto o confusión.

Sí, lo sé, quizás olvidé contar lo que pienso acerca del amor.

Tome asiento y prepárese a leer el concepto de amor que tiene un chico-niño de 12 años .

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Que tenga un buen día, estimado lector.

Tyler O.