Paper Bag | 못생긴 가방 ─vkook

MONOMANÍA

Me visualizo en una habitación obscura, abrazando mis piernas y el cuerpo calado de agua hasta los huesos. Mis labios se han secado repentinamente, así como mi boca en cuestión. Una inesperada corriente helada me congela por completo el cuerpo, no me deja moverme y siento que avanza hasta mi tráquea provocando que respire con dificultad... El silencio se hace presente tras la pregunta, y entonces, solo escucho la agitada respiración de Jimin y algo más de fondo desde su línea.

ꟷOh, creo que ha llegado mi madre. ꟷVuelve a hablar, suelta un suspiro y agregaꟷ: Te has salvado por esta hora, pero más tarde te llamare para aclarar las cosas, ¿ok?

No espera mi respuesta y corta la llamada, dejándome con el corazón en la boca.

...

Al cuarto día de mi estadía en casa, un sentimiento de monomanía* me invade de pies a cabeza. Y en un intento de querer apartar el miedo de mi mente estuve a punto de clavar el cuchillo de cocina en la yugular de mi hermana. Rápidamente puse la excusa de tener miedo por lo ocurrido, lo cual acabo con mi noona llorando sobre mi hombro repitiendo que ella siempre me protegería y comentarios más comentarios menos, por suerte, logré librarme de la culpa temporalmente.

La noche anterior Jimin no me llamó, y yo no tuve la iniciativa ꟷvalentíaꟷ de llamarle. Por lo que hoy no me esperaba la misma suerte. Porque sé que este día me llamará, me hará la misma pregunta, y se dé por medio, que yo no seré capaz de mentirle una vez más. Sobre todo porque Jimin tenía una manera tan inocente de manipularme, y eso era lo que más odiaba. Siempre lograba sacarme la verdad, y era gracioso, no sé cómo todo este tiempo fui capaz de mantener un secreto tan grande... un secreto que me susurraba todas las noches lo cobarde que era.

No obstante, aquel sentimiento de monomanía aumentó más allá de lo que mi alma podía ser capaz de sostener. Pues para cuando terminó el día... No recibí ni una llamada de mi amigo Park Jimin.

...

Al quinto día de mi estadía en casa, he perdido totalmente la cabeza. Mi cerebro comienza a crear ideas relacionadas al asesino, comienza a imaginar las mil manera de torturar a su huésped. Y muy pronto ese huésped sería yo.

Porque, después de todo, sabía que yo era su objetivo, me había estado cazando cual presa todos estos meses. Y que desde el momento en que se descubrió el cuerpo del supervisor en la cisterna del colegio, era una señal avisando que estaba cerca, más cerca de lo que creía. Fui un iluso que cayó ante su distracción, porque no me percate de sus mensajes.

Porque su objetivo no era matarme, sino hacerme desear morir.

Lo peor de todo es que lo está logrando, estoy ahogándome en mi propia burbuja de miedo y paranoia, la ansiedad me asfixia y me impide mover un solo dedo para detenerme. En cualquier momento me veré obligado a terminar con todo esto, a eliminar desde raíz el conflicto... Y si eso significaba tirarme de un edificio de 30 pisos lo haría.

Después de todo, meses atrás, yo miré su rostro sin pedir permiso. Incentive su furia y su avivé su pecado. Lo ví destrozar el rostro de aquel hombre quien gritaba por mi ayuda, lo ví romperle las rodillas para que no escapara y prenderle fuego mientras aquel sujeto solo se retorcía con dolor y angustia, esperanzado de poder vivir o ser salvado por un milagro que no iba a suceder. Lo miré inclinarse a los cuerpos que ardían en llamas, ya calcinados bajo la luna, lo miré mover los labios con sus manos juntas como si estuviera rezando. Lo observé asustado mientras cometía el crimen más inhumano que había. Y no hice nada al respecto.

Mi cuerpo se había quedado petrificado por todo ese lapso, mis piernas temblaban y mi anatomía estaba tan fría como la un muerto, y aun así, a pesar de mi nauseabunda condición, me vi obligado a huir cuando aquella persona giro su cabeza para fijar sus ojos en mi, sus gélidos ojos cargados de obscuridad me hicieron correr de vuelta a casa, con fiebre y enfermo de vileza. En aquel instante, yo ya me había despedido de mi propia existencia, había pedido perdón al cielo de mis errores y estaba de rodillas arrepentido. Pero él me dejó ir; me dejo ir y me obsequio algo peor que la muerte: miedo. Y el miedo se convirtió en mi fiel amigo todos estos meses.

Y solo había una persona con esa actitud cínica capaz de proporcionarme este sentimiento de intranquilidad.

...

Al sexto día de mi estadía en casa, una llamada a mi móvil me alerta y me deja perplejo en cuanto contesto y coloco la bocina contra mi oído.

Su voz la tengo tan bien memorizada que no he dudado ni un poco de quien se trata. Y es que en algún momento me pareció la voz mas dulce que podría haber escuchado, y ese era el problema, porque me seguía pareciendo una voz muy bonita con un dueño más podrido que un cuerpo en descomposición.

ꟷ¿Te gustaría escuchar a tu amigo Jimin, TaeHyung?

La señal de móvil es tan mala que escucho con dificultad lo que dice, lamentablemente, el sonido de una bala es inconfundible.

🎆

Monomanía: Obsesión por una idea determinada recurrente.

El que sigue será el capítulo final, ahora sí, señoritas. Agradezco su lectura hasta casi el final c':

No quiero decepcionarlas así que el siguiente capitulo deberá superar toda expectativa que podrán imaginar, porque ya tengo lo que sera el último capitulo, ahora solo debo plasmarlo Bv

Les confieso algo jaja se supone que esta historia sería fluff o de romance JAJJA era un regalo para las lectoras del catorce de febrero XD creo que soy malo para dar regalos de amor :v

HASTA LUEGO y ahora ya saben, si ven a alguien con una bolsa en la cabeza ¿que van a hacer?

Se despide Kev