*Capitulo 12: Las Baquetas de Zafiro

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–¡MUÉVANSE! –Gritó Mark. Alex corrió hacia atrás, tratando de entender lo que había sucedido. Aparentemente, la onda del bajo y la guitarra habían estallado contra la bala, provocando el fuego. Era confuso, pero en ese entonces, la explicación no importaba. El fuego estaba entre ellos y la salida, como una pared mortal. Y como si no fuese suficiente…

–¡Al suelo! –vociferó Frank. Miley les estaba disparando. Las balas impactaban contra la pared detrás de ellos, destrozándola en pedazos. Polvo y pequeños pedazos de ladrillos llovían sobre Alex. Miley gritó algo, y más balas se escucharon; los reggaetoneros tenían sus propias armas.

De repente, Frank se levantó. Tocó la Guitarra Dorada, y el fuego inmediatamente aumentó su tamaño.

–Oh, cuerda equivocada supongo –susurró Frank, caminando hacia atrás mientras el fuego alcanzaba el techo. Los apliques comenzaron a incendiarse y las cajas de álbumes se derretían. El olor de plástico quemado era insoportable. Una cortina de humo negro se esparció por la tienda. Mark volteó a la pared que tenían detrás y levantó el bajo.

¡BAAAAAM! El muro estalló y se vino abajo como el Castillo Clinton lo había hecho en Nueva York. Había un amplio hoyo ahora que llevaba al living vacío de una casa.

–¡Por aquí! –gritó Mark, arrastrándose hacia el living. Alex, Rian y Frank lo siguieron. En el momento que pasaron a través del hoyo, Mark corrió hacia la puerta de la casa y la rompió con el bajo, abriéndose paso a la calle. Una vez más, Alex, Rian y Frank lo siguieron, tosiendo mientras el humo se esparcía por la casa. Una vez estuvieron fuera, sus pulmones se llenaron de aire fresco.

–Chicos, ¿están bien? –preguntó Alex, sacándose el hollín del rostro. Ellos asintieron. 

–¡Por aquí! –gritó una voz femenina, y Miley Cyrus apareció con sus matones; todos listos para disparar sus armas. 

Frank usó la Guitarra Dorada para hacer un escudo entre ellos y las primeras 10 balas que intentaron matarlos. Cuando la onceava bala impacto en el escudo, este se rompió como si estuviera echo de vidrio, y se desquebrajó en miles de pedazos que desaparecieron en segundos.

Mark empujó a Rian y a Alex detrás de un auto para protegerlos del tiroteo, y Frank creó otro escudo.

–¡Usa el bajo! –gritó Frank. Mark asintió y apuntó al auto más cercano a Miley. La chica se dio cuenta de lo que Mark hacía, y saltó junto a sus reggaetoneros en el momento en el que el auto estalló. –¡Alex, Rian, intenten encontrar un auto!

Alex intentó abrir el auto que los cubría, pero estaba cerrado. Estiró su mano y tomó un ladrillo que había caído de la pared de la casa. Lo usó para romper la ventana del auto. ¿Cuántos vehículos habría robado desde que había comenzado la Primer Era?

Alex entró en el auto.

–Necesito un destornillador –dijo, pasando sus dedos sobre la ranura de la llave para encendido. 

–¿De dónde se supone que saque un destornillador en este momento? –preguntó Rian, sentándose en el asiento de copiloto. 

Alex miró a Rian.

–Tengo que romper el seguro de encendido –dijo Alex–. Quizá podamos intentar usando las baquetas.

–No tienes idea de lo que podría suceder –dijo Rian.

–¿Tienes una idea mejor? –preguntó Alex. Rian asintió y salió del auto.

Frank y Mark seguían luchando contra Miley y sus reggaetoneros, haciendo explotar autos, lanzando chorros de luces purpura y rosadas, y creando más y más escudos para protegerse a sí mismos de las vallas. Como los escudos eran invisibles, Rian no sabía si estaba en zona segura o si era blanco fácil para Miley. De todos modos, continuó corriendo hacia Frank. Una vez que alcanzó al guitarrista, le sacó las Baquetas de Zafiro del bolsillo trasero.

Los Instrumentos Musicales III: Amor Desesperado(All Time Low)[Bandas de Rock]Där berättelser lever. Upptäck nu