Día 4// HOLIDAY

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N/A: me dio pereza escribir algo más detallado y largo ah.

A Iwaizumi no le gustaba San Valentín, la idea de tener que demostrarle a tu pareja tu amor un poco más de los demás días del año le parecía tonto y por eso ni siquiera se molestaba en celebrarlo.

Pero Oikawa amaba San Valentín, y Hajime amaba ver al castaño feliz junto a unas mejillas rojas así que no le molestaba cumplir los deseos del castaño y consentirle.

¿Que sucedía si Tooru quería flores? Hajime suspiraba y sonreía de lado para después comprarle un ramo de las más hermosas rosas que sus ojos habían visto al entrar a la floristería y compraba el ramo más grande que sus brazos pudieran cargar.

Hajime no era muy amante del chocolate porque no soportaba mucho el sabor pero ¿y si Oikawa quería una caja de estos? El suspiraba y aceptaba con su cabeza y le compraba una de estas sin importar cuantas muestras las vendedoras le daban y el se veía forzados a probarlas.

Las películas de amor a veces le parecían muy aburridas pero después de encontrar cartas a Julieta en netflix se había convertido en su película favorita y no había dudado ni un segundo en enseñársela al castaño quien lloro a su lado a causa del final. Desde ese entonces ¿que pasaba si Oikawa quería ver una película cursi y dramática de amor? Hajime sonreía feliz y ponía esa película.

¿Oikawa quería que Iwaizumi lo abrazara y le llenara el rostro de besos no más despertar? Claro que el pelinegro lo haría, después de despertarlo entre cosquillas que el castaño odiaba a esas horas y lo hacía solo para reír para después tomarle en brazos y besarle.

¿Tooru quería un oso gigante? El iría y compraría uno que tuviera ese mismo color castaño que su pareja y se lo llevaría con la mirada de pequeños a su alrededor al estar solo en una jugueteria.

Al final del día, cuando Oikawa pensaba que ya era suficiente de molestar a su novio pidiéndole pequeñas muestras de amor como abrazos o tomar su mano y tras el dinero que le hacía gastar, llegaban a casa y solo se recostaban en cama y le abrazaba.

— Gracias — murmuraba el más alto — siento molestar tanto a Iwa-chan en todo el día — reía —

— Eres una molestia, si — bromeaba haciendo que el otro reclamará — pero complacerte no se me es una molestia —

Tooru solo sonreía y le daba un beso en la mejilla.

— Te amo —

IwaOi week [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora