Capítulo 12.2: 1 Juan 4:7

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Realmente, no hay absolutamente ninguna razón de por qué Harry deba estar de rodillas, vaciando violentamente todo el contenido de su estómago hasta ahora en los baños del Ala de Artes. Ninguna en absoluto. Está bien preparado para las dos canciones que estará interpretando en las próximas dos horas, ha repasado la pieza original de la que está tan, tan orgulloso con Niall mil veces, cien veces sólo esta semana, y la multitud sentada en el patio es relativamente pequeña, en su mayoría sólo padres, hermanos y amigos de aquellos que estarán en el escenario. Todo ha ido según el plan esta noche, todos están a tiempo, y la energía que lo rodea es maravillosa.

No hay ninguna discernible razón racional de por qué Harry debería estar vomitando ahora mismo.

Y sin embargo, aquí está él.

—Jesús, Harry. —Dice Niall mientras mete un rizo detrás de la oreja de Harry luego de otro jadeo seco—. Honestamente, todo realmente va a estar bien. —Harry quiere decirle que él sabe que va a estar bien, que todo va a ir sin problemas y perfectamente, justo como practicaron. En lugar de eso, sólo vomita el agua que Niall le dio de una botella como un bebé treinta segundos antes en respuesta.

—Eso es todo. —Se queja Niall—. Voy a buscar a Louis.

Harry se sienta contra la pared del cubículo, se limpia los labios con el dorso de la mano, y débilmente patea al Niall ahora de pie en la espinilla. Quizá sea el que suba al escenario en cuestión de minutos, pero Niall sabe tan bien como Harry lo hace esta noche y las canciones que está cantando son para una persona y una sola persona, así que Harry será condenado si deja a Niall arruinar todo y deja que Louis lo vea en una posición y un lugar terriblemente poco atractivo, ¿porque él querría tener que lidiar con Louis cuando está así? Probablemente, pero ese completamente y totalmente no es el punto, gracias Niall.

—Te dije que estoy bien. —Protesta mientras se estremece y tose el sabor amargo que recubre el interior de su boca—. Estaré bien en un minuto.

—Eso es lo que dijiste hace quince minutos. —Bueno, él no está equivocado—. Tenemos diez hasta la hora de la presentación, y no puedo quedarme aquí y ayudarte si tengo que presentar a todas las demás personas, H. Eres el séptimo en la lista para subir al escenario. Necesitas ayuda.

—Estaré bien, sólo... no lo traig – trai – —El estómago de Harry lo interrumpe de nuevo, y él tiene que arrastrarse de nuevo para sostener el asiento del inodoro antes de escupir ácido acuoso de su estómago. Las puntas afiladas del collar de avión de papel, algo que había retirado a su cajón hasta que estaba seguro de que no le dolería a Louis verlo alrededor de su cuello, cava en su pecho mientras se inclina. El olor de la bilis mezclado con limpiadores químicos industriales le hace sentir mareado. Niall suspira dramáticamente detrás de él.

—Tienes que pensar que estoy loco si crees por un segundo que te voy a dejar aquí solo.

Harry escupe en el agua turbia debajo. —No, sólo una buena persona que se compadece de mí.

—Sí te compadezco, pero no por la razón que te gustaría.

—Vete a la mierda. —Harry corre su lengua por la parte posterior de sus dientes y escupe de nuevo.

—Bebe agua. —Le dice Niall por milésima vez desde que Harry entró corriendo en el cubículo y lanzó su cena medio digerida de una hora antes—. Y haz esos ejercicios de respiración que te dije. —Él le da a la temblorosa mano de Harry la clara botella de plástico que sacó de la máquina expendedora del salón de maestros—. Ya vuelvo. —Harry quiere gritarle que vuelva, pero sólo ha acumulado la mitad de la fuerza que necesita para hacerlo cuando los pasos precipitados de Niall se han desvanecido por el pasillo para dejarlo en la compañía de nada más que el sonido de agua goteando de un fregadero. Así que, ahí está eso.

allies in heaven, comrades in hellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora