01, STAY TIL THE END

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—Necesito a Hendrick, ¿dónde lo encuentro? —pregunté observando a la chica.

—Aquí, a tu costado. ¿Tu eres...?

—______. Fui del piso cinco, ¿no recuerda? Un engreído dijo que contraería matrimonio conmigo, olvidé su nombre —El tipo vestía exactamente igual que aquel día en el que todo había comenzado.

—Si, ya recuerdo. La que Grant dijo que nadie tocaría —se acercó a mi dando una vuelta alrededor. Su secretaria me miraba con recelo, Hendrick remojaba sus labios una y otra vez para luego mirarme directo a los ojos —... La que se hizo la valiente en la casa junto a la línea del tren, la que quiso dispararme... Como olvidarte y respecto a lo que había dicho Grant esa mañana...Es comprensible, yo habría comentado lo mismo. ¿Qué haces aquí? O no, mejor aún ¿quien te envió? Tenemos a Tyler, McMilan, Nieto.

—¿Qué es lo que esta sucediendo?

—Eres una pobre mujer. No finjas, sabes perfectamente que haces aquí. Ellos te mandaron, es obvio, estabas con ellos. ¿Crees que soy un idiota? Gustin está vivo y esta detrás tuyo, cubriendo tu espalda, ¿pensaron que no sabría que poniendo un pie fuera de este edificio intentarán dispararme?

—En esta tierra de demonios soy un ángel, y tu sólo un monstruo.

—¿Qué haces aquí? ¿Qué es lo que quieren?

—Vengo a darte lo que quieres. Te entrego la clave de la cajas, te llevas el dinero y es todo. Ambos estaremos libres, ellos —apunté hacia las puertas–, están guardando un perímetro para evitar que la policía llegue con el aviso de la alarma. Pero si quieres el dinero entonces tienes que darme las coordenadas de tu jefe, y te prometo hendrick, todo va a ser tuyo. Yo no quiero quedar en este lio, no tengo nada que ver, ellos querían que yo te llevara a la cámara y te encerrara así podrían tomarte. Yo no voy a hacerlo, sólo quiero irme de aquí y olvidar toda esta tortura. Lo prometo.

        —¿Piensas que voy a creer en eso?

—No, solo es la ofrenda de una ayuda. Quiero irme de aquí al igual que tú.

        –Eres encantadora... me fascina.

        –Coopera, es por el bien de ambos.

        –Creo que ya se que haré –dijo observando  por el cristal.

La calle estaba tranquila, bastante sospechoso a decir verdad. Escuchaba el latir de mi corazón acelerándose, la sangre cargada en mi cabeza haciéndome sentir que todo frente a mi se achicaba desde mi perspectiva. Hendrick tomó un arma de su bolsillo y luego me tomó entre sus brazos obligándome a caminar junto a él.

        –¿Que? ¡Esto no estaba negociado, Hendrick! –grité intentado sacar el agarre.

       –Silencio, no tengo tiempo para perder contigo. –Hendrick cruzó la puerta de vidrio y me lanzó con fuerza al centro de la calle. Una vez cargada el arma, la posó sobre mi cabeza observando hacia ambos lados.

        –Hendrick no hagas esto –logré articular. Al final de la calle estaba la mirada de Grant. Preocupado, me hacía silenciar, me decía que respirar en señas.

Cerré mis ojos, Hendrick comenzó a gritar pegando la pistola en mi cien. Fruncí el velo asustada, sabía que podía terminar todo aquí.

        –¡Que aparezcas ya, maldito imbecil! ¡Juro que dejará de existir si no te muestras ahora!

El sonido de armas cargándose se apoderó del ambiente. Me tomó del cabello y se agachó a mi  altura, sentí sus labios sobre los míos con brutalidad. Repugnancia fue lo que sentí en ese momento.

Tall, dark and Handsome | Grant Gustin Where stories live. Discover now