Prólogo

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¿Qué tratamos de olvidar? ¿Por qué elegimos ser así después de que el tiempo nos haya enseñado a no caer? ¿Qué es lo que buscamos en otra persona para encontrar nuestra felicidad?

La esperanza es lo último que se pierde, pero es muy difícil conservarla cuando todos parecen basurearte sin motivos. Porque de eso trata el mundo para la gente insensible, llegar lo más alto posible a cualquier costo. No tienen problema en usarte, solamente buscan su propia satisfacción absorbiendo toda tu inocencia y confianza.

Nunca dejes de soñar, nunca te digas que de nada sirve lo que estás haciendo. Lo que hacés es por un motivo y sos una persona única en esta tierra. Ni en un millón de años va a volver a existir alguien como vos, entonces, ¿por qué escuchar a los demás?

Confiá en tu corazón, confiá en tu espíritu, confiá en todo lo que vos creas correcto. Equivocarse y aprender es parte de la evolución. Si nunca te hubieses quemado no entenderías lo peligroso que es el fuego, si nunca hubieras amado no sabrías lo que duele el amor que das y no recibís.

Resistir, pelear, disfrutar. El reloj de arena de nuestras vidas jamás se detuvo por nadie y vos no vas a ser la excepción. Entonces, disfrutá tu vida. Siempre fue única e irrepetible, solamente no te habías dado cuenta.










Esta novela está dedicada a Facundo Joglierini, aquél personaje que habita en mí y se dio cuenta de que una historia puede cambiar mucho más que un pensamiento. Tengo tanto que agradecerle/me.

Errados Principios: Recuerdos Del FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora