Capítulo 17: Venganza

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Diario de Dejmjan

sol sexta luna

Estábamos listos para regresar a la villa, había hablado ayer con mis padres y me han prometido que mi castigo acabo ya.

Mi padrino Vilhejm ya había preparado todo para el viaje de vuelta, mis padres decían que todavía no se irían hasta saber mas de ese extraño pueblo que habían atacado.

Mi padre a pesar de eso estaba preocupado por nosotros así que le pidió a Djanæ que parte de sus hombres nos acompañaran, 5 fueron los que nos presto.

Tranquilamente regresamos por el camino donde llegue a través de ese largo río.

De repente una cuerda salio de la nada entre dos árboles y nos tumbo...

Caí del caballo y me golpee la cabeza, quede inconsciente...

Cuando desperté estábamos en una especie de campamento, había muchos de esos extraños hombres apuntándome con ballestas.

Tenían armaduras de madera así como me contó mi padre, no me había dado cuenta que yo estaba atado junto a mi padrino y los 5 guardias en un poste.

–Dejmjan, vamos a salir de esta.– dijo mi padrino quien estaba ya despierto.

Los extraños hablaban un lenguaje que no entendía.

–Padrino, ¿Que están diciendo?

–No tengo idea Dejmjan, ese idioma no parece en absoluto ninguno de los que haya escuchado, tal vez de verdad estos no son šralings.

Uno de esos hombres se acerco, desenvaino su espada y coloco la hoja frente a nosotros en forma de amenaza.

Empezó a hablar en espanormano con su acento.

–Ustedes, Mataron nuestros soldados, ¡Pagaran con vuestras vidas!

Mi padrino trataba de romper las cuerdas con una navaja que escondía en sus mangas pero aún así sabía que no había muchas opciones para escapar.

El hombre de ojos rasgados grito llamando a otro.

–Ling kun, ¡Koči ne!

Parecía haberle llamado a uno de sus soldados...

Vaya sorpresa que en lleve al reconocer ese rostro, era el tal Djon Ling. Todavía lo recordaba y cuando este vio de quien se trataba el chico que estaba en frente también pareció que había visto un demonio.

Kiru šimi.

Le decía el otro hombre a Djon Ling, mientras le daba un cuchillo corto.

Djon Ling no se movía en absoluto, bajo la cabeza.

El otro hombre le amenazo con su espada a el, parecía que Djon Ling no quería hacerlo y no le importaba desobedecer.

El otro hombre lo golpeo dejándolo inconsciente, hizo una seña con la mano y el resto de ese ejercito preparo sus ballestas hacia nosotros.

Nuestro fin estaba cerca, mi padrino dijo.

–Estaremos bien Dejmjan.

Solo escuche los disparos...

Disparos de mosquete que derribaron a gran parte de los hombres que estaban ahí.

Mi padrino aprovecho el momento, cortó completamente la cuerda y clavo su navaja en el cuello del confundido hombre que nos amenazo previamente.

Detrás de nosotros venían los vikingos vinlandeses de Djanæ y mis vecinos de la aldea con espadas, hachas y escudos.

Entre estos estaba mi padre quien portaba la espada curva que había ganado, estaban todos peleando contra ese ejercito.

Mi padrino me levanto y me dio una ballesta tirada, sabía que hacer.

Dispare una, dos, cinco, nueve flechas con gran precisión hacia los pocos soldados que quedaban en pie, pues nuestra gente lograba matarles a todos, mi padre no se acostumbraba a esa espada pero pudo matar a cinco de ellos.

Detrás de ellos venía Djanæ, mi madre y el resto de los exploradores.

Mi madre me abrazo pues probablemente había temido lo peor.

–Hijo no esperábamos encontrarte, llegamos justo a tiempo, gracias a los dioses.– dijo mi madre.

Djanæ junto a su soldado llamado Hakån se acerco a nosotros y vio a Djon Ling en el suelo.

–Agua.– le dijo la mujer a su primer oficial, el saco su cantimplora y derramo un chorro en el rostro de Djon Ling para que despertara.

Cuando abrió los ojos Ling ambos ya estaban apuntándole con sus mosquetes.

–¡No, no lo maten! ¡El nos salvo!

Djanæ molesta y confundida se dirigió a mi.

–¿De que hablas, niño?

Mi padre se acerco a nosotros, estaba tan sorprendido como mi madre de encontrarme ahí, miro a quienes ellos apuntaban.

–Espera Djanæ este hombre lo reconozco, nos había salvado en una ocasión de los šralings.– le dijo mi padre.

Djon Ling entonces hablo.

–Por favor no me maten.

Hakån le dio un golpe en la nuca dejándolo inconsciente nuevamente.

–Eso no era necesario.– le recrimino mi padre.

–No pude evitarlo, tenía ganas de matar o si no al menos de golpear.– respondio de forma muy arrogante.

Djanæ guardo su mosquete y le pregunto a mi padre.

–Bien Þorgrison, ¿Cual es tu plan para este asiático?

–El nos salvo a mi hijo, otros dos chicos, al Jarl y a mí de los ojibva, le debemos la vida y por eso hay que perdonarsela.

Mi padrino interrumpió.

–Bjørn tiene razón, ademas lo acabas de escuchar suplicar por su vida, conoce nuestro idioma así que nos puede dar informacion sobre a que nos enfrentamos.

Djanæ la pirata le ordeno a Hakån.

–Llevalo en tu caballo y avisa al resto que la expedición se acabo, escoltaremos a los kinesios de vuelta a casa.

Al oír eso todos quedamos perplejos. Mi padre le pregunto entonces.

–Espera Djanæ, ¿Como que la expedición se acabo?

–Þorgrison, el alþing de tu país pago toda amenaza que pudieran causar los šraling, y estas dos batallas han sido contra algún ejercito asiatico que esta preparado para asesinarnos facilmente.

Mi padrino Vilhejm hablo.

–Esta bien Djanæ es cierto, pero les hemos vencido en dos ocasiones y podemos...

–No Vilhejm, solo hemos tenido suerte, mi padre era griego y conocía de lo que son capaces los asiaticos. Hasta ahora solo los hemos atacado por sorpresa y a pequeñas bases militares de no mas de 50 de ellos, no estamos preparados para lo que sería una tropa completa que sepa además a que se enfrenta, perdí a algunos de mis hombres y tú a tus aldeanos, regresaremos a casa Jarl.

Djanæ lo había dejado claro, y tenía razón pues no sabíamos a que nos enfrentamos.

Terminamos de llevar lo poco de valor o útil que hubiese en ese campamento y cabalgamos todos en dirección a la villa.

Estaba yo al lado de mis padres, nuestros caballos jalaban detrás de nosotros un carruaje lleno de provisiones, sobre este estaba un atado asiático llamado Djon Ling.

El colono de Kinešlandحيث تعيش القصص. اكتشف الآن