-Gracias por enviarme los dulces Niall, ¿O debería decir Daddy?
-Yo no envié los dul... Espera ¿Qué?
*Historia terminada y pendiente a corrección de errores*
Obra completamente mía, no se permiten copias, tampoco adaptaciones sin autorización previ...
Cuando la madre de Candy entró, lo primero que captó su mirada fui yo, parecía sorprendida de verme en sí hogar con las niñas a solas. No la culpaba
-Hola tía -sonrió Jade como si fuese una buena niña.
-Hola Jade, ¿y Lu? -me extrañé ante ese nombre pero lo dejé pasar.
- ¡Aquí mami! -Candy salió vestida con unos Jeans y una camisa a cuadros roja. No se comparaba en nada con la Candy que segundos atrás estaba saboreando mi pene.
-Niñas... ¿Qué hace el vecino? -Las interrogó luego de darle un abrazo a su hija.
-Hola señora, yo... Vine por mi ropa que... Habían manchado. -Me excuse -Las niñas dijeron que la debía esperar a usted.
- ¡Oh! ¡Es verdad! -Sonrió y fue a un rincón donde tomó una bolsa y me la dio -Lamento la tardanza, las niñas son un poco torpes. Les dije que si llegabas a pasar debían dártela, pero al parecer no me oyeron.
-Son solo niñas. - Las miré y ellas rieron con picardía.
-Espero que no te hallan torturado al esperar, son muy traviesas y suelen jugarle bromas a la gente.
-Para nada, fue divertido cuidarlas por unos minutos. Bueno, debo irme. -Sonreí -gracias por mi ropa, adiós señora, adiós niñas.
-Adiós Niall. -ambas hablaron al mismo tiempo.
-Adiós Daddy... -pude oír el susurro por parte de Candy. Luego de salir del departamento, regresé al mío. Al entrar, recibí la mirada de Sander quien se encontraba en el sofá.
- ¿Qué onda con la niña? -Me interrogó, caminé a su lado tirándome sobre el sofá y tomé una lata de cerveza de la mesa.
-Tiene los mejores labios que mi pene ha podido probar. Su boca es un infierno. -Sonreí satisfecho por lo sucedido.
-Allí es donde iremos hermano. -Habló observándome.
-No me interesa -Tomé un trago y sonreí -La hubiese hecho mía de no ser por su madre. Esta noche será mía y no me interesa lo que pueda pasar, no perderé la oportunidad de estar con ella.
- ¿Por qué tan seguro? -le mostré las llaves que me llevé antes de irme. -Mierda.
-La mejor mierda. -Mordí mi labio y me relajé en el sofá disfrutando de mi cerveza.
(...)
Abrí Instagram y vi una foto de Candy de su cuenta que compartía con Jade.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Suspiré y me acomodé en el sillón, esa niña me volvía loco, ya quería que fuese la hora para poder ir a visitarla y disfrutarla como correspondía. Abrí los mensajes y decidí jugar un poco con ella.
Daddy: Hola nena
Candy: Hola Daddy ;)
Daddy: Daddy te extraña traviesa.
Candy: yo también te extraño Daddy. Candy: odio que mi madre nos haya interrumpido.
Daddy: tranquila, pronto Daddy te complacerá si es que fuiste una niña buena o te castigará por ser una niña traviesa y mala.
Candy: Mmm.. Candy: No sé qué suena mejor.
Daddy: créeme, no querrás verme enojado.
Candy: siento intriga pero seré niña buena.
Daddy: así me gusta.
Candy: Daddy, tengo algo para ti. Candy:
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Daddy: Joder hermosa. Daddy: ya me prendiste Daddy:
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Candy: Oh daddy. Candy: te necesito.
Daddy: y yo a ti mi niña.
Comencé a ver su foto y metí mi mano dentro de los boxers, de verdad explotaría si el tiempo no se apresuraba.
Comencé a tocarme viendo su foto y pensando todo lo que le haría, ya quería tenerla conmigo, tenía tantas cosas planeadas. No podría esperar mucho más, mi cuerpo la pedía a gritos. Además de que habían pasado dos días desde que no follaba por lo tanto la abstinencia comenzaba a hacer efecto en mí y eso no era bueno.
Cerré mis ojos dejando a un lado el celular y recordé la hermosa imagen de Candy arrodillada frente a mí, mirándome con inocencia mientras me la chupaba como si de verdad fuese un dulce. Eso me prendió aún más y comencé a apretar mi miembro con fuerza.
- ¿Por qué no me dejas ayudarte, Daddy? -Esa voz retumbó en mis oídos, al abrir los ojos pude observarla frente a mi mordiendo su labio.