Bombardeo.

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PROMETO QUE ESTE SERA EL ULTIMO CAPITULO LARGO, LOS QUE LE SIGUEN SERÁN PARA QUE NO SE HAGA PESADA SU LECTURA. GRACIAS POR LEER.

Me sentía bastante deprimida para poner un pie en el panteón, incluso quise dar media vuelta e irme por donde había venido, pero no quería fallarle a mi padre. No quería que el se sintiera ignorado y olvidado por su propia hija, así que entre respirando hondo.

Todo estaba lúgubre, ya nadie visitaba a sus parientes. Todas las lápidas estaban llenas de lodo y con las letras borradas completamente. Unas todavía tenían el nombre visible de la persona como la del señor Merchs, el padre de Sony. Tome una de las flores del ramo que Otto me dio para ponérsela en su tumba. No sólo fue el padre de mi mejor amiga, sino también, un buen aliado contra la lucha diaria.

-Honrado sea señor...- y me aleje de ahí para ir a la tumba de mi padre.

Cuando llegue a ella, limpie como pude la lapida y quite la maleza que le rodeaba.

"A la memoria de Ford Grek 23 de

Era lo único que se podía leer. Me quede recordando los días en los el estaba vivo. El como abrazaba a mi madre cuando ella estaba cocinando, el como me hacia comer la horrorosa mezcla de papas con harina, el como todo lo malo lo transformaba en algo bueno y sobre todo, el como siempre nos defendía sobre cualquier peligro.

Yo amaba tanto a mi padre, y el día que lo perdí fue un golpe muy duro. Yo necesitaba de mi padre, necesitaba escuchar su voz y que cada noche entrara en mi habitación para calmar mis miedos. Me deje llevar por el llanto y me fui acostando poco a poco en la tierra sin darme cuenta. Quería a mi padre de vuelta...

-Papá...-susurre entre lagrimas y gemidos. Me sentía como una niña pequeña, llorando sin temor a que me escucharan todos. Al contrario, quería que me escucharan, que me consolarán. Quería que mis llantos llegaran a oídos de mi padre.

Algo me toco el brazo, como si me acariciaran. Me levante de la tierra y mire que era lo que lo provocaba.

Hude me sonreía, al momento de que me quitaba el ramo de flores que tenía apretado contra mi pecho para acomodarlo en el lugar que le correspondía.

-Lo siento, pero el dormir en la tierra es incomodo, además esta por anochecer.

¿Me quede dormida?. Realmente estaba por anochecer, y sentía los ojos muy hinchados. Me había quedado dormida entre mi llanto.

-El día se ha puesto exactamente igual que aquel día tan trágico, ¿no es así?- Hude no dejaba de sonreír a pesar de que yo ni le correspondía con una sonrisa ni con una palabra.

-¿Sabes lo que paso esa ocasión?- le pregunte.

-Si, yo tenia buenos amigos que murieron ese día, aunque no esperaba que tu padre halla fallecido en aquel acontecimiento...

-Yo tampoco lo esperaba...

Hude me tomo del brazo para levantarme del suelo y lo agradecí. Estaba algo adolorida y mis músculos estaban entumecidos.

-El dolor de la pérdida de un familiar, no se compara con nada de este mundo.

-Cierto.

-Bueno, es mejor irnos de aquí niña, ya dormiste con los muertos, pero los vivos aun siguen despiertos.

Salimos de aquel lugar, no sin antes voltear una vez mas y note algo que había pasado desapercibido. Todas las tumbas, incluso la de mi padre, tenían una vela encendida que ardía como el sol. Mire a Hude y ella asintió con la cabeza comprendiendo lo que me tenia absorta.

¡Apunta Y Dispara!Where stories live. Discover now