Era momento de luchar.

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—Coge un trapeador y limpia eso.— escucharon la voz de aquella mujer, pues las habitaciones estaban pegadas.

Ellie apoyo por instinto su espalda en la puerta de aquel cuarto, en caso de que alguien les hubiera escuchado entrar al lugar y trataran de abrir. Su respiración estaba algo agitada, pues era un momento tenso y era ahora cuando se daba cuenta que estaban tratando de escapar de muchas personas que se encontraban en el interior del santuario.

—¿Nos quedamos esta porquería?— preguntó el hombre, haciendo que la pareja escuchara todo.

Miró como Daryl no espero para registrar aquel cuarto donde habían entrado, y que estaba vacio. El cazador abrió lo que era el armario, solo encontrando una almohada y frezada, nada de lo que ahora les podría servir.

La chica rodó sus ojos al ver que el cazador empezaba a comer un frasco de mantequilla de maní, sabiendo que no era el mejor momento para comer, pero le entendía, esperaba que en todos estos días no hubiera comido correctamente.

—Necesitas deshacerte de esa ropa.— recomendo Ellie, separándose de la puerta y caminando rapidamente para buscar alguna camiseta en el lugar.

Habían varias ropas de hombre en el cuarto, haciendo saber a Ellie que el dueño del lugar era un estúpido salvador. Miró como Daryl limpiaba rápidamente su boca con una prenda que lanzó lejos, y recibía la camiseta oscura que Ellie le favoreció.

Fue instinto desviar su mirada cuando miro como Daryl se desvestia delante de ella, sin siquiera importar la presencia de Ellie. Obviamente ya estaban acostumbrados a verse desnudos, pero para la castaña era diferente al ver como había pasado días sin ver aquel cuerpo.

Espero a que el cazador se cambiara aquella ropa que podría delatarle facilmente si alguien los ve, y miro detenidamente todo el cuarto. Era pequeño pero lo suficiente acogedor y privado para solo una persona que viviera en el lugar, era una buena vida de algunos de esos hombres.

Pero había algo que llamo la atención de los dos, algo que ya habían visto alguien. En una mesilla del lugar, podían verse pequeñas figuras de soldados hechas de madera.

Solo había una persona que hacia aquellas cosas. Y es que Ellie entendió que ahora mismo estaban en lo que parecia el cuarto de Dwight, pensó rapidamente en como podría tener la llave de la motocicleta de Daryl.

—¿Que haces?— pregunto Daryl, al ver como Ellie empezaba a buscar rápidamente por todo el lugar, desordenando la mayoria.

—Dwight, debe tener las llaves de tu motocicleta.— le mencionó rapidamente, revisando los bolsillos de la poca ropa que estaba a la vista.

Y Daryl entendió el punto de su chica, empezando también a revisar las cosas del lugar. Con la llave de la motocicleta, podrían escapar rapidamente sin tener que escabullirse hasta la salida con el riesgo de ser atrapados.

Debían ser rapidos, no querían perder la oportunidad que ahora tenían al ver que Negan no estaba para detenerlos.

—Bingo.— dijo Ellie feliz, tomando las llaves de la motocicleta y lanzandolas hacía Daryl, quien las tomo facilmente.

Escucharon como la mujer y el hombre del cuarto de al lado seguían al rededor del lugar, sin tener oportunidad de salir para poder escapar.

—¿Ahora qué?— preguntó Daryl mirando como Ellie caminaba levamente hacía la puerta para escuchar lo que sucedía en el pasillo.

—Esperar.— agregó Ellie, suspirando al darse cuenta que aquellas personas se demorarian en irse o distraerse.

Se dio la vuelta levemente dándose cuenta de como Daryl le miraba desde antes, se sentía como una adolescente frente al chico que le gustaba. Apreto sus labios, bajando su mirada y escondiendo las pequeñas lagrimas que se acumularon en sus ojos.

How many walkers have you killed? (Daryl Dixon.) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora